Un centenar de muertos en la explosión de una fábrica de municiones en Yemen

Un centenar de personas resultaron muertas ayer en Yaar, el sur de Yemen, al estallar una fábrica de municiones. El accidente, al parecer causado por un cigarrillo, ocurrió al día siguiente de que un grupo armado se enfrentara allí a los soldados gubernamentales, que abandonaron la zona. Ese vacío de poder es lo que preocupa a EEUU y Arabia Saudí, que en este momento buscan una salida pacífica del presidente Alí Abdalá Saleh. Sin vigilancia, la factoría se convirtió en un imán para muchos vecinos que acudieron al pillaje.

"Entre 75 y 80 personas han resultado muertas en la explosión", declaró un responsable municipal, Naser al Mansari, a la agencia France Presse. Sin embargo, fuentes médicas citadas por Reuters elevaban ese número a 110. Las cifras eran susceptibles de variar ya que había muchas dificultades para separar los restos calcinados. La empresa asaltada fabricaba fusiles Kaslashnikov, municiones y explosivos para uso civil. Al parecer, una colilla pudo prender la pólvora derramada cuando algunos asaltantes vaciaron los recipientes que pretendían usar como contenedores de agua.

Según Al Mansari, solo "55 cadáveres fueron identificados". El resto se encontraban totalmente carbonizados. No obstante, se procedió a su entierro, entre ellos una veintena mujeres y niños, en una fosa común. Además, 54 personas fueron admitidas en el hospital de Yaar, a diez kilómetros del incidente, y otras 30 en ingresadas en un centro de Adén, la capital del sur del país. Una de estas últimas murió a lo largo del día como consecuencia de las quemaduras.

El día anterior, tanto la fábrica como la vecina localidad de Yaar, fueron ocupadas por un grupo armado que las autoridades han denunciado como afiliado con Al Qaeda. Aunque llegaron informaciones de enfrentamientos, las fuerzas de seguridad abandonaron el lugar y se refugiaron en Zinijad, la capital provincial, una actitud que desde que empezó la actual crisis política se ha hecho frecuente. Según el diario saudí Arab News, "el régimen [yemení] ha perdido su control en muchas provincias como Saada, Jawf, Abyan y Shabwa".

El corresponsal de ese periódico asegura que los rebeldes Huthi han tomado Saada, de donde tanto el gobernador como la policía habrían huido. También afirma que los separatistas del Sur controlan la mayoría de los distritos de la provincia de Shabwa, donde el control del Gobierno se limitaría a la capital, Ataq, y un distrito cercano. La misma libertad de movimientos habría permitido a los extremistas hacerse con las armas en la fábrica de Yaar, donde también asaltaron una sede oficial y la estación local de televisión. Dado que el Gobierno de Saná ha cerrado la puerta a la prensa extranjera, resulta imposible verificar esas alegaciones.