El presidente de Yemen ofrece una nueva Ley Fundamental

En un nuevo intento por acallar las protestas que amenazan con desalojarle del poder, el presidente de Yemen, Ali Abdalá Saleh, ofreció ayer una nueva Constitución que abra el camino a renovar el sistema electoral de aquí a finales de año. Su propuesta trata de convencer a los partidos de la oposición de que el Gobierno de unidad nacional, que hasta ahora han rechazado, tendría verdadero contenido y llevaría a cabo las reformas que solicitan. La oposición rechazó la propuesta por insuficiente y tardía.

"Propongo una nueva iniciativa para evitar la sedición en el país", manifestó Saleh ante miles de sus partidarios reunidos en Saná. El presidente yemení planteó que la nueva Constitución se sometería a referéndum antes de que concluya 2011 y consagraría la separación de poderes. "Instauraría un régimen parlamentario que daría todos los poderes ejecutivos a un Gobierno elegido por el Parlamento", prometió haciéndose eco de una de las principales exigencias de la oposición.

Sin embargo, un portavoz del Foro Común, la coalición de partidos opositores, desestimó la propuesta casi de inmediato: "Las demandas de la calle van mucho más allá y son más amplias", declaró Mohamed Qahtan, citado por la agencia Reuters.

La semana pasada, Saleh rechazó un plan de la oposición para que dejara el Gobierno antes de fin de año. Después de 32 años en la jefatura del Estado, su mandato presidencial concluye en 2013 y ya anunció al inicio de las protestas que no iba a presentarse a la reelección. Pero tras años de promesas incumplidas y falta de avances sociales a pesar de toda la ayuda internacional, buena parte de la población ha decidido que no quiere esperar más.