Aplazado 'sine die' el juicio contra el ex presidente liberiano, acusado de crímenes de guerra en Sierra Leona
Los jueces esperarán a que se resuelva el recurso de la defensa de Charles Taylor, que presentó tarde sus conclusiones escritas y fueron rechazadas.- El proceso comenzó en 2007 y debía concluir hoy
El Tribunal especial para Sierra Leona ha suspendido, sine die, el juicio contra Charles Taylor, ex presidente liberiano acusado de crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos en Sierra Leona. La decisión ha sido una sorpresa de última hora. Iniciado en 2007, el proceso había llegado a su fin, pero la defensa ha conseguido un aplazamiento.
Courtenay Griffiths, letrado jefe, alega que se le impide representar adecuadamente al antiguo mandatario africano. El pasado martes, el Tribunal rechazó sus conclusiones escritas, que llegaron con tres semanas de retraso, y Griffiths apeló su decisión. En una sesión relámpago, los mismos jueces han aceptado ahora esperar a que la Sala de Apelación resuelva el uso que debe darse al polémico documento. Como no se sabe cuándo será resuelta la reclamación, han levantado la sesión sin fecha para la reanudación del proceso.
La suspensión deja en el aire el futuro de Charles Taylor, presidente de Liberia entre 1997 y 2003, y acusado de haber financiado al Frente Unido Revolucionario sierraleonés para desestabilizar el país vecino. Según la fiscalía del Tribunal, los rebeldes fueron armados por Taylor a cambio de diamantes y actuaron a sus órdenes. En la guerra civil de Sierra Leona hubo 50.000 muertos. Otras 100.000 personas perdieron a sus familias y su hogar. Después de tres años de juicio y cien testigos, la principal acusadora, Brenda Hollis, señaló a Taylor como "el responsable de las mutilaciones de civiles perpetradas por los rebeldes con machetes". La defensa debía refutar dicho argumento, pero el abogado Griffiths tenía otros planes.
El martes abandonó la sala y los jueces le advirtieron que podría ser disciplinado por desacato. Hoy esperaban que se disculpara, pero no lo ha hecho. El próximo 25 de febrero se sabrá si le sancionan. Lo que sí ha logrado con su actitud, y con su recurso para que se acepten los 600 folios de conclusiones, es demorar el proceso. Es decir, ganar tiempo sabiendo que la justicia internacional es la más visible de todas y no puede haber dudas sobre su imparcialidad. Así que, de momento, Charles Taylor seguirá esperando la sentencia en la cárcel que el Tribunal para Sierra Leona (auspiciado por la ONU) tiene en La Haya.
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