Uno de los soldados británicos acusados de torturar a iraquíes asegura que obedeció órdenes
Blair: "La gran mayoría de esos 65.000 militares británicos que han servido en Irak lo han hecho con distinción y valentía"
El escalofrío de las torturas perpetradas por militares estadounidenses y británicos en Irak estremece de nuevo al Reino Unido y amenaza con dar vida a la controversia sobre este conflicto militar a pocos meses de las elecciones generales. El primer ministro, Tony Blair, ha hecho referencia en el Parlamento a las imágenes hechas públicas esta semana en las que se muestra a soldados británicos abusando de civiles iraquíes, fotografías que ha calificado de "impactantes". Blair ha salido en defensa de sus Fuerzas Armadas: "La gran mayoría de esos 65.000 soldados británicos que han servido en Irak lo han hecho con distinción y valentía, y honrando a este país".
Una corte marcial británica ha iniciado esta semana en Osnabruck (Alemania) el consejo de guerra contra tres soldados pertenecientes al Regimiento Real de Fusileros por un supuesto delito de abusos cometidos contra civiles en Basora,al sur de Irak. Entre los hechos que se imputa a Darren Larkin, de 30 años, Daniel Kenyon, de 33, y Mark Cooley, de 25, sobresalen: haber forzado a detenidos iraquíes a desnudarse frente a sus compatriotas y a simular actos sexuales mientras eran fotografiados.
El Ejército y el Gobierno británicos han tratado de transmitir la idea de que se trata de tres manzanas podridas aisladas, y que en ningún caso se puede comparar este escándalo con el de la prisión de Abu Ghraib, en el que están implicados soldados estadounidenses. En cualquier caso, durante la vista de hoy Kenyon ha señalado que habían tratado así a los civiles siguiendo órdenes.
Blair ha afirmado que las circunstancias de los supuestos abusos están siendo investigadas, y ha insistido: "Así que al tiempo que, de forma conjunta, expresamos nuestro rechazo ante estas imágenes, espero que no dejemos que se ensucie el buen nombre que de forma tan bien merecida tiene el Ejército británico". "La diferencia entre la democracias y los regímenes tiranos no es que en la democracia no pasan cosas malas sino que en la democracia se conocen y que las personas que comenten estos actos pagan por ello", ha añadido Blair.
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