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CRISIS INTERNACIONAL

Corea del Norte admite que tiene un programa de armas nucleares

El Gobierno de Pyongyang ha reconocido estas investigaciones después de que EE UU le mostrase pruebas de su existencia

Las evidencias en poder de EE UU y la aceptación de Corea del Norte de que desarrolló durante años un programa secreto de armas nucleares que aún permanece activo han creado una nueva tensión entre Washington y este país asiático.

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Si esta mañana un portavoz de la Casa Blanca, Sean McCormack, ha señalado que las revelaciones constituyen "una grave violación de los acuerdos" de 1994, en los que Pyongyang se comprometió a congelar sus programas nucleares a cambio de asistencia estadounidense para su desarrollo energético, esta tarde, el presidente, George W. Bush, ha considerado que la noticia es "preocupante y aleccionadora", según un portavoz oficial, aunque ha considerado distinta la situación de Corea del Norte frente a la de Irak, por lo que se intentará buscar una solución negociada.

Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, ha señalado que tras los últimos acontecimientos no será posible llevar a cabo la oferta estadounidense de nueva ayuda económica a Corea del Norte.

Boucher ha añadido que el subsecretario de Estado, John Bolton, han viajado ya hacia la región junto otros funcionarios para intercambiar puntos de vista con los países firmantes del paco -Japón y Corea del Sur- sobre la noticia. En este sentido, el Gobierno surcoreano se ha apresurado a instar a su vecino a respetar el acuerdo nuclear de Ginebra, así como el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, por boca del viceministro de Relaciones Exteriores, Lee Tae-Sik.

Parte del 'eje del Mal'

Estas revelaciones de producen cuando todo parecía indicar un acercamiento entre Washington y el régimen de Pyongyang que, junto a Irak e Irán forma parte de los países "peligrosos" que el presidente de EE UU, George W. Bush, ha calificado como Eje del mal por su presunto respaldo a los grupos terroristas y por su fabricación de armas de destrucción masiva.

Según la Casa Blanca, el Gobierno norcoreano ha admitido que cuenta con un programa nuclear durante una visita oficial de alto nivel que realizó a ese país del 3 al 5 de octubre una delegación estadounidense encabezada por el secretario de Estado adjunto para asuntos asiáticos de EE UU, James Kelly. Kelly, asistente de Colin Powell, presentó a las autoridades de Pyongyang la documentación obtenida por el espionaje de EE UU sobre las actividades nucleares de Corea del Norte: un programa basado en uranio y que cuenta con suficiente plutonio como para construir al menos dos armas nucleares.

La asistencia de EE UU a Corea del Norte, estipulada en los acuerdos de 1994, se centraba en facilitar dos reactores nucleares para la generación de energía. Una ayuda energética adicional, con la participación de Japón y Corea del Sur, se había fijado en alrededor de 5.000 millones de dólares, al margen de los envíos de combustible por EE UU. Independiente de esta cooperación, el Gobierno de Washington envío toneladas de alimentos a los norcoreanos ante la hambruna que sufrían varias provincias de ese país. El acuerdo incluía un permiso para que inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) observasen los proyectos nucleares de ese país, una actividad que todavía no se ha puesto en práctica.

En los últimos años, representantes de EE UU y de Corea del Norte han celebrado reuniones de forma periódica en Nueva York, tanto sobre la asistencia estadounidense para los programas energéticos nucleares civiles, como para que el acercamiento con Corea del Sur, en cuyo territorio el Pentágono mantiene 37.000 soldados. Expertos de EE UU opinan que existe la posibilidad de que, a estas alturas, y después de varios años de trabajo, Corea del Norte posea ya una o dos bombas nucleares.

Ceremonia inaugural del programa nuclear civil norcoreano, fruto del compromiso de este país para no desarrollar estas tecnologías con fines militares.
Ceremonia inaugural del programa nuclear civil norcoreano, fruto del compromiso de este país para no desarrollar estas tecnologías con fines militares.REUTERS

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