Las exigencias del líder de la Alianza bloquean las negociaciones sobre el nuevo Gobierno

A pesar de que se preveía un acuerdo sobre el futuro Gobierno de Afganistán para hoy o mañana, las negociaciones que se llevan a cabo en Bonn han quedado bloqueadas por la actitud del líder de la Alianza del Norte, Burhanudin Rabani, que no ha dado el visto bueno a la lista de candidatos a formar parte del Gobierno provisional, según ha declarado el representante estadounidense para Afganistán, James Dobbins.

El diplomático ha explicado que las conversaciones no pueden seguir adelante porque la delegación que representa a la Alianza del Norte todavía no ha recibido el visto bueno de Kabul (es decir, del presidente Burhanudin Rabani) a la lista de candidatos.

Al parecer, se ha acordado dar un plazo de 24 horas a la espera de una respuesta de Kabul. La Alianza había pedido una prórroga de 10 días, pero la ONU se ha negado a dársela.

Rabanni ya había criticado hoy los acuerdos alcanzados ayer y había vuelto a poner de manifiesto la polémica sobre la fuerza de paz de la ONU que debe supervisar la transición afgana. Rabani no cree que sea necesaria la presencia de más de 200 cascos azules y opina que el Gobierno provisional debe ser sustituido por uno electo en un plazo de dos meses, cuando los asistentes a la conferencia se han dado al menos dos años.

200 cascos azules

El tema de la presencia de una fuerza multinacional de paz sigue siendo uno de los escollos más importantes a la hora de alcanzar un acuerdo. La Alianza del Norte se ha opuesto a este despliegue desde el inicio el lunes de la reunión, pero ayer cedió y anunció su disposición a la supervisión de los cascos azules de la ONU.

En este sentido, Rabani ha declarado hoy que "quienes quieren la fuerza internacional podrían tener 100 ó 200 o un poco más que eso; eso es práctico, pero algo mayor no creo que sea necesario", ha dicho Rabani en conferencia de prensa en el Palacio Presidencial.

Además, Rabani ha expuesto su opinión contraria a alguno de los otros acuerdos alcanzados ayer. Los cuatro grupos afganos que negocian el lunes anunciaron ayer la creación de un Gobierno Provisional de entre 15 y 25 miembros y la de un Consejo Supremo (Parlamento) que regirá los destinos del país hasta la celebración de la Loya Jirga (asamblea tradicional), en un plazo de seis meses. Esta asamblea debería dar su visto bueno al proceso hasta la celebración de elecciones en un plazo de dos años.

Rabani se ha mostrado contrario a los acuerdos alcanzados en Bonn sobre la formación inmediata de un gobierno y un órgano legislativo interinos. "El consejo de líderes (especie de legislativo) y los miembros del gobierno deberían ser elegidos por el voto popular; otra cosa no sería aceptable", ha señalado Rabani. Además, y haciendo gala de poco realismo, Rabani cree que sería factible organizar elecciones en dos meses o incluso menos.

Sin embargo, parece difícil que puedan organizarse los comicios legislativos en un país sin conexiones telefónicas, sin tribunales que legitimen los resultados y con carreteras en muchos casos inutilizables, aunque solo fuera por la cantidad de minas aún sin desactivar.

Por último, Rabani se ha manifestado en contra del restablecimiento de la monarquía en Afganistán. "La monarquía está siendo abolida en todo el mundo, ¿por qué restaurarla en Afganistán?", ha dicho. "Si el rey fuera elegido, lo respetaría", pero ha dicho que "el sistema tradicional (monárquico) no era práctico".

El presidente del gobierno en el poder en Kabul se refería así a la idea de una vuelta del rey depuesto Zahir Shah, que abandonó el país en 1973 y cuya figura es reclamada por muchos afganos como un símbolo que puede unificar el país.

A pesar de los desacuerdos de Rabani, el clima que se respiraba entre los delegados de los grupos afganos presentes en Bonn es favorable al acuerdo. Incluso Ahmad Fawzi, portavoz de la ONU en las conversaciones anunciaba que "esperamos poder tener un acuerdo de principio hoy mismo, a las 21.00 (22.00 hora peninsular española), después de una reunión entre los ocho representantes de los cuatro grupos. El bloqueo a la lista de componentes del Gobierno ha dado al traste con el optimismo reinante.

Deserción en el bando pastún

Otro de los obstáculos con que se ha encontrado la conferencia de Bonn ha sido la deserción de Haji Abdul Qadir, una figura clave de la etnia pastún, que abandonó anoche la Conferencia de Bonn sobre Afganistán tras los desacuerdos surgidos en el seno de la delegación de la Alianza del Norte a la que pertenece, según han informado fuentes cercanas a la negociación. El abandono se produce en el momento más delicado de la negociación de una administración transitoria para Afganistán.

Qadir, gobernador de la provincia de Nangahar, en el este de Afganistán, "se marchó ayer", ha explicado Ahmed Fawzi, portavoz del representante especial de la ONU para Afganistán, Lajdar Brahimi.

Según una fuente diplomática que se expresaba bajo el anonimato, Qadir tenía "importantes diferencias" con los demás miembros de su delegación, una formación heterogénea de etnias y facciones afganas. "No estaba muy contento de la composición de su propio grupo", ha añadido la fuente.