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EL FUTURO DE AFGANISTÁN

La Alianza aceptará la presencia del ex rey Zahir Sha en el gobierno postalibán

La ONU advierte de que la conferencia de Bonn puede cerrarse sin acuerdo

En medio de una creciente presión occidental para lograr avances en la conferencia interafgana de Bonn, la Alianza del Norte ha dado su visto bueno a que el ex rey Zahir Sha tenga un papel en el futuro de Afganistán si la Loya Jirga (asamblea tradicional) le da su aprobación, según ha señalado Yunis Qanuni, jefe de la delegación de la Alianza y ministro de Interior.

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Momentos antes, el representante adjunto de la ONU para Afganistán, el español Francesc Vendrell, se ha mostrado cauteloso sobre la presencia del rey en el futuro régimen afgano. "El ex rey goza de un amplio respeto, casi unánime, en la población afgana", ha declarado, para precisar que "esta opinión no es compartida por todos los que detentan el poder".

Por su parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha afirmado que la conferencia ha tenido un "buen comienzo". Annan, que ha hecho estas declaraciones durante un encuentro con el presidente estadounidense, George W. Bush, ha añadido que las facciones afganas "parecen querer un gobierno dotado de una amplia base".

Sin embargo, la ONU, que apadrina la conferencia sobre Afganistán, se ha mostrado pesimista respecto a las posibilidades del envío de una fuerza internacional de paz que garantice el proceso de transición.

"Honestamente, no deberíais esperar un acuerdo inmediato sobre este asunto", ha declarado esta mañana en Bonn el español Francesc Vendrell, adjunto al representante especial de la ONU para este castigado país de Asia Central.

En este sentido, Qanuni ha reiterado a la prensa que "por el momento" no se necesita una fuerza internacional en Afganistán. Sin embargo, Qanuni ha dejado entrever su disposición a aceptar la llegada de tropas "en el marco de una solución de paz global" negociada posteriormente en Kabul. Hasta ahora, la Alianza había rechazado esta posibilidad, que la ONU señala como la opción "más viable".

Por su parte, un suplente de la delegación de la Alianza en Bonn, Ahmad Wali Masud, hermano del jefe militar del movimiento, Ahmed Sha Masud -asesinado el 9 de septiembre-, ha indicado que se está estudiando la cuestión. "Este tema no tiene que ser un obstáculo" en las negociaciones. El Consejo Supremo [parlamento que tiene que ser creado en Bonn] podría decidirlo".

Una cuestión espinosa

Los dirigentes de la Alianza del Norte, que tienen en su poder la capital afgana, Kabul, se oponen a toda presencia militar extranjera, mientras que los otros tres grupos afganos que participan en la conferencia son favorables a una fuerza multinacional, formada por tropas de países musulmanes como ha ideado la ONU, para restablecer la seguridad tras la desaparición del régimen talibán.

En Bonn, los delegados de las diferentes etnias y facciones políticas afganas se han reunido hoy para tratar de poner en pie una administración provisional encargada de dirigir

Afganistán durante los próximos seis meses. Ayer, al término de la primera jornada de esta reunión histórica, las facciones se habían comprometido a lograr un acuerdo de aquí al final de la semana.

La administración provisional tendrá la misión de preparar la convocatoria de una Loya Jirga, asamblea tradicional afgana, que será la encargada de formar un gobierno y un parlamento de transición por un periodo de unos dos años, hasta la adopción de una constitución y la organización de elecciones democráticas.

La Alianza del Norte, coalición de minorías étnicas, en particular tayika, uzbeka y hazara, no está dispuesta a ceder sin garantías el poder del que goza actualmente en Kabul. Teme que los pastunes, la etnia mayoritaria de la que forman parte los talibán y los realistas partidarios del ex soberano, se repartan los mejores puestos a su costa.

Por su parte, la comunidad internacional presiona para lograr resultados. "Sin seguridad, no habrá ayuda económica. Ningún país enviará gente para reconstruir Afganistán si no tiene la garantía de que no va a ser asesinada", explicó ayer una fuente diplomática occidental.

Francesc Vendrell, junto a Ahmad Fawzi, portavoz del representante de la ONU en Afganistán, durante la rueda de prensa en Koenigswinter.
Francesc Vendrell, junto a Ahmad Fawzi, portavoz del representante de la ONU en Afganistán, durante la rueda de prensa en Koenigswinter.AP
Petersberg, antigua casa de invistados del gobierno alemán cerca de Bonn, donde se celebran las conversaciones.
Petersberg, antigua casa de invistados del gobierno alemán cerca de Bonn, donde se celebran las conversaciones.AP

El papel de la mujer

Las cinco únicas mujeres que participan en la conferencia han hecho hoy frente común para asegurarse que los derechos elementales de la mujer y de la niña afgana, arrebatados brutalmente por los talibán, quedan debidamente reconocidos en la futura constelación política de ese país musulmán.

"Vamos a luchar para que las mujeres afganas vuelvan a oler, ver y respirar, para que las niñas puedan ir al colegio y determinar su futuro, para que la condición de mujer equivalga a dignidad", ha afirmado Sima Wali, miembro de la delegación del ex rey Zahir Shah.

Esa delegación incluye, aunque en calidad de asesora, a Rona Mansuri, hija del ex primer ministro del rey y principal artífice de la Constitución de 1964, Mohamed Yusuf.

Al inaugurar la reunión, el enviado especial de la ONU, Lakhdar Brahimi, y el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, recordaron que la comunidad internacional considera "esencial" que los derechos de la mujer sean recogidos en la constitución de la era postalibán.

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