El Gobierno frena que Cataluña pueda endeudarse si no controla su déficit

El Gobierno comienza a tomar las riendas de los desequilibrios fiscales en las comunidades. La urgencia que imponen los mercados y los organismos internacionales para reducir el déficit ha provocado que el Ejecutivo endurezca el uso de sus herramientas para controlar a las autonomías. Tras las advertencias que lanzó el lunes el presidente del Gobierno sobre el ajuste del gasto autonómico, Hacienda dejó ayer claro que Cataluña, ahora gobernada por CiU tras la experiencia del tripartito encabezado por el PSC, no podrá endeudarse a corto plazo. La prohibición del Gobierno se producirá en cuanto se demuestre que esa comunidad ha rebasado con creces el déficit autorizado (el 2,4% del PIB: 4.694 millones) para 2010, "como parece el caso", explicó ayer el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña.

Con ese veto al endeudamiento, Cataluña se convertirá en la primera Administración autonómica de peso que ve cerrado el grifo del endeudamiento por sus excesivos desequilibrios. Pese a ser una potestad avalada por ley, la decisión del Ejecutivo amenaza con acrecentar el malestar de la Generalitat de Cataluña, que ya protestó el lunes por el toque de atención de José Luis Rodríguez Zapatero a las autonomías en el diario Financial Times. Ese freno a la deuda, en este caso municipal, provocó también a finales de año la indignación del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que tampoco puede pedir más dinero prestado y debe casi 7.200 millones.

El desliz catalán demuestra hasta qué punto resultan poco significativos los datos de ejecución presupuestaria de las comunidades suministrados por primera vez a finales de 2010. Este esfuerzo de transparencia permitió, con datos hasta septiembre, clasificar a las comunidades según sus riesgos de incumplimiento del déficit. Sorprendentemente, Cataluña figuraba entre las que se atenían a lo previsto, lo que siembra dudas sobre las demás. Los datos de déficit de 2010, claves en la valoración que hacen los mercados de la solvencia española, se divulgarán en unos días. En la foto fija relativa a septiembre, solo Castilla-La Mancha y Murcia superaban ampliamente los márgenes autorizados, por lo que también tienen ya denegadas las emisiones de deuda.

Uno de los primeros movimientos del nuevo Ejecutivo autonómico de CiU consistió en atribuirle al anterior equipo del tripartito un déficit público muy superior al autorizado. La Generalitat calcula un desequilibrio de unos 7.000 millones de euros, el 3,6% del PIB, frente a la meta del 2,4%. El exceso de déficit catalán pone en entredicho la meta del 2,4% que todas las comunidades se habían comprometido a cumplir. Cataluña es el territorio con mayor peso sobre la economía española (aporta un 18,6% del total) y una alteración como la que se ha producido arrastra el dato conjunto. Sin querer aclarar si ese 2,4% se logrará igualmente, Ocaña sí garantizó que el objetivo conjunto del 9,3% para todas las administraciones se alcanzará "con holgura". Lo más probable es que el mejor desempeño de la Administración central compense posibles desviaciones en el resto. El responsable de Hacienda hizo estas declaraciones tras la inauguración de un seminario sobre Novedades fiscales para 2011, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).

La cura de austeridad aplicada durante el año pasado no culmina con la presentación de los resultados de déficit. "Quedan dos años de ajustes", vaticinó el secretario de Estado. Ocaña aludía así a los esfuerzos adicionales que se requieren para cerrar 2011 con un déficit del 6% y 2012, del 3%.