Castilla-La Mancha presenta un ambicioso plan de ajuste con nuevos impuestos

Castilla-La Mancha quiere dejar de ser la comunidad con mayores desequilibrios fiscales. Para lograrlo aplicará un ambicioso plan de choque que permitirá arañar unos 1.000 millones de euros al año (el presupuesto de 2011 ronda los 9.000). El proyecto, anunciado ayer por el presidente autonómico, José María Barreda, se ha elaborado con la colaboración del Ministerio de Economía y bajo la presión de intentar reconducir un déficit que, con datos hasta septiembre, rozaba ya el 4,7% del PIB, el doble de lo autorizado. Este plan llega a cuatro meses de unas complicadas elecciones autonómicas, con la batalla entre Barreda y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Esa tensión, unida a los apuros electorales que supone que la lista de incumplimientos fiscales esté encabezada por comunidades socialistas -junto con Murcia, bastión del PP- ha culminado en un proyecto centrado en el recorte del gasto público, pero poco traumático y con una mirada hacia la izquierda.

El Ejecutivo regional pretende ahorrar 800 millones al año con medidas de racionalización, como cerrar los edificios públicos -salvo los educativos y sanitarios- a partir de las cinco de la tarde para ahorrar en aire acondicionado y calefacción. También se vigilará más el absentismo laboral y se dejará de usar el papel.

Por el lado de los ingresos, esta comunidad espera recaudar 200 millones más con un nuevo canon a los molinos de viento de energía eólica por su impacto visual. Además, subirán tres tasas medioambientales en vigor: sobre la producción nuclear de energía eléctrica, el almacenamiento de residuos radiactivos (se oponen allí a la instalación del ATC) y las emisiones contaminantes.

"No hay que tocar lo más mínimo ningún gasto en relación con la sanidad, la educación y los servicios sociales", aseguró Barreda en la presentación de este plan en Madrid para distanciarse de lo hecho por el Gobierno murciano del PP. La vicepresidenta y consejera de Economía, María Luisa Araújo, explicó que para elaborar el plan ha mantenido reuniones con responsables del ministerio: "Nuestro objetivo es ajustarnos al límite de déficit del 1,3% para 2011. Es un voto de confianza para que, si lo consideran correcto, nos sigan autorizando la deuda".