Vivienda, seis años del cielo al infierno
Corredor seguirá al frente de las políticas de vivienda como secretaria de Estado
Nació en épocas de bonanza, cuando el acceso a la vivienda era uno de problemas que más preocupaban a los ciudadanos, y muere cuando los dos grandes efectos de la crisis -el paro desbordado y el agujero en las cuentas públicas- han desplazado del foco de atención al resto de asuntos. El recién nombrado presidente José Luis Rodríguez Zapatero se inventó en 2004 el el Ministerio de Vivienda como un guiño a los jóvenes, que veían cómo cada vez se les hacía más difícil acceder a un bien básico cuyo precio crecía entonces a un ritmo del 18% anual.
Para ello llamó a María Antonia Trujillo, una desconocida consejera extremeña, que tuvo que poner en marcha un ministerio de la nada. Entre patinazos en los medios de comunicación como la presentación de las kelifinder -unas zapatillas que el ministerio regalaba para que los jóvenes pudieran recorrerse la ciudad a la búsqueda de piso con un calzado cómodo- o la polémica en torno a los minipisos, Trujillo logró aprobar una Ley del Suelo que pretendía luchar con la especulación que en esos días se había convertido en la norma habitual en el mercado inmobiliario. Además de los retrasos y la falta de interés político en sacar adelante esta norma, la nueva ley se dio de bruces contra la realidad: nació como instrumento para luchar contra los excesos de un sector boyante y al poco tiempo de entrar en vigor se encontró con una de las peores crisis que recuerda el mercado inmobiliario y de la que todavía no ha salido. Así que su efecto ha sido muy limitado.
Carme Chacón sustituyó a Trujillo en 2007. El presidente quería dar un impulso político al ministerio que aún entonces era uno de sus emblemas. En el año escaso que Chacón ocupó la cartera aprobó la Renta Básica de Emancipación, la ayuda de 210 euros para los jóvenes inquilinos con ingresos inferiores a 22.000 euros anuales. Con más de 250.000 beneficiarios hasta ahora, esta prestación es probablemente la medida del ministerio con un impacto más directo.
Tras el paso de Chacón a Defensa en 2008, le sustituye Beatriz Corredor, registradora de la propiedad y en ese momento concejal en el Ayuntamiento de Madrid. Con un perfil más técnico que político, durante su paso por el Ministerio se ha esforzado por dar una salida al stock de viviendas que acumulan los promotores y ha aprobado un Plan de Vivienda 2009-2012 que incluye por primera vez las ayudas al alquiler como opción a compra. En los últimos meses de su mandato ha tenido que lidiar con unos recortes presupuestarios, entre los que se cuentan la eliminación de la ayuda directa a la entrada para pisos protegidos, que en verano pusieron en pie de guerra a las comunidades autónomas.
Uno de los grandes avances que ha logrado el ministerio en sus seis años de existencia es tratar por primera vez en igualdad de condiciones la compra y el alquiler, tanto en ayudas directas como fiscales. Entre los grandes fiascos, la Sociedad Pública de Alquiler, que se creó para ser el gran impulsor a una bolsa de viviendas de alquiler, y que ha suscrito desde su creación menos de 15.000 contratos.
Es irónico comprobar cómo la crisis ha forzado al Gobierno a eliminar la desgravación fiscal por la vivienda, medida que ya propuso en su día Trujillo, y a la que se opuso el entonces vicepresidente Pedro Solbes. Y es triste confirmar que el "aterrizaje suave" que vaticinaba Chacón se ha convertido en un desplome sin motor. Y que si hoy la vivienda en propiedad es más accesible no se debe a las políticas del ministerio, sino a que el desplome de la demanda ha forzado a promotores y vendedores privados a reducir unos precios que estaban inflados.
A partir de ahora, Corredor se despide del cargo de ministra, pero no de las políticas de vivienda. Seguirá al frente de estos asuntos como secretaria de Estado en Fomento. La crisis también provoca estas extrañas carambolas: que un ministro pase a secretario de Estado de un día para otro.
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