"Estoy decepcionada. Igualdad era la apuesta de Zapatero"
Decepción e indiferencia entre los funcionarios de los dos ministerios eliminados en el cambio, Vivienda e Igualdad
Esta mañana, antes de las 12.00, en el número 37 de la calle de Alcalá, sede del hasta ahora Ministerio de Igualdad, nada parecía indicar que Zapatero acababa de dar al traste con una de sus apuestas personales, que ha defendido a capa y espada hasta prácticamente hoy mismo. Con la excepción de algún corrillo aquí y allá, el ambiente a pesar de la noticia era el de un día más. Entre sus funcionarios reinaba una mezcla de frialdad, decepción y de "esto es lo que hay". Y cierto desconcierto. Todos los entrevistados excepto uno, alertado por su jefe directo, habían tenido conocimiento de la noticia a través de la prensa digital y la radio. A la pregunta de, ¿y ahora qué?, un rápido movimiento de hombros y distintas respuestas: "Pues como cuando se creó. Nos cambian de lugar y ya está". "Eso nos gustaría saber, o nos gasean o nos reubican".
"Sentía que en Igualdad estaba aportando mi granito de arena para la Historia", dice una funcionaria
"Con tal de que me paguen a fin de mes..."
Silvia Illana, una funcionaria que pidió el cambio a este ministerio en 2008, cuando se creó, se mostraba más apenada. "No me ha parecido bien, me siento decepcionada. Era una apuesta personal del presidente y yo sentía que estaba aportando mi granito de arena para la Historia. No me lo esperaba. A ver qué pasa ahora. La realidad es que entre tanto cambio se acaban disipando competencias y hay cuestiones que lleva este ministerio, como los temas laborales tales como la brecha salarial, que no son competencia de Sanidad, ministerio en el se supone que nos integran. Oficialmente ningún alto cargo se ha dirigido a nosotros todavía". Daniela Mañares, interina del ministerio, se mostraba más escéptica: "Se intuía que iba a pasar. Hacía tiempo que se rumorea que para octubre habría cambios". "Nos iremos a Sanidad, a Exteriores o donde nos manden", comentaron dos administrativos a punto de entrar en el puesto de Lotería de la esquina. "Yo con tal de que me paguen a fin de mes...".
"Algún día tenía que pasar"
Unos tres kilómetros al norte, en el Paseo de la Castellana 112, sede del ministerio de Vivienda, el ambiente rozaba la indiferencia y el "a mí, plin". "Ahora cambiaremos los membretes, cruzaremos la calle y ya está", decía a modo de resumen un técnico del departamento de Rehabilitación del patrimonio. A la vez que hablaba señalaba en dirección al Ministerio de Fomento, que se encuentra al otro lado de la Castellana, sede que la mayoría de los funcionarios del extinto ministerio de Vivienda conocen bien: allí trabajaban hasta 2004, cuando Zapatero le dio entidad ministerial. Esta mañana, la gran duda de los funcionarios de Vivienda, era ¿Tendremos que volver a hacer cajas y mudarnos o nos quedaremos aquí? "Nos lo han dicho tantas veces... Pero parece que esta vez va en serio. Algún día tenía que ser. Pero no estamos preocupados: nos conviertan en Dirección General o Secretaría de Estado seguiremos haciendo lo mismo", comentaba María, administrativo. "Se veía venir. Si hay que ahorrar y es por el bien del país...", decía otro. "Mientras me paguen, me da igual", un tercero.
Excepto a altos cargos, ningún funcionario perderá su empleo con la eliminación de estos dos ministerios. De entre los entrevistados sólo dos se mostraron algo preocupados: Gloria, la médico que atiende a los empleados del ministerio de Vivienda de 9.30 a 11.30, que no es funcionaria y se preguntaba si se mantendrá su puesto ("si nos mudan seguramente estará duplicado..."), y Mercedes, una de las empleadas del servicio de atención al ciudadano de Vivienda, de una subcontrata: "Por ahora nos lo hemos tomado con tranquilidad. Esperamos no quedarnos en la calle".
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