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LA LUCHA CONTRA ETA

ETA posee armas procedentes del Este y 1.000 kilos de la dinamita robada en Francia

Mandos de la lucha antiterrorista creen que la organización sufre "una crisis sin precedentes"

Los servicios de información del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil coinciden en que la organización terrorista ETA sufre en la actualidad una "crisis sin precedentes", si bien todavía posee dinero, armas procedentes del Este de Europa, adquiridas recientemente en el mercado negro, y unos 1.000 kilos de la dinamita robada en Francia. El principal problema de la banda, según los servicios antiterroristas, se centra en el capítulo de personal. Las numerosas detenciones practicadas en los últimos tiempos han provocado en la dirección de ETA una "preocupación obsesiva" por su propia seguridad. "Se sienten infiltrados", explica un alto mando, "y para evitarlo están aumentando y compartimentando cada uno de sus aparatos, incluyendo el desdoblamiento -o la dupli-cación- de los más importantes".

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La última vez que ETA consiguió asesinar fue el pasado 30 de mayo, hace ya más de ocho meses. Desde entonces, la organización terrorista ha sido más noticia por las detenciones sufridas, tanto en Francia como en España, que por los crímenes cometidos. La inactividad de los terroristas, o más bien su falta de eficacia, ha puesto sobre la mesa la cuestión inevitable de si ETA no mata porque no quiere o porque no puede.

Según los servicios antiterroristas, la respuesta está clara. "En el periodo 2002-2003", explica un mando de la Guardia Civil, "ETA realizó un proceso de debate, con cierta participación de la militancia de base, presos incluidos, cuyas conclusiones se pueden resumir en la vigencia de la violencia como método eficaz de lucha. ETA va a seguir matando y cualquier declaración de tregua será sólo un instrumento más de lucha".

Resuelta esa incógnita -al menos desde el punto de vista policial-, la siguiente pregunta obligada es si ETA puede o tiene capacidad para atentar actualmente. Además de las armas procedentes del mercado negro y de los 1.000 kilos de dinamita francesa, los servicios antiterroristas han advertido una "evolución técnica en la confección de artefactos explosivos, mandos a distancia y trampas", así como en la falsificación de carnés de identidad y pasaportes.

Amonal y amosal

Por si fuera poco, "ETA se plantea el retorno a los explosivos tradicionalmente utilizados en los años ochenta (amonal y amosal)". En cuanto a la información sobre los posibles objetivos, los investigadores están convencidos de que ETA dispone de una gran base de datos, una especie de ordenador central, en el que almacena la información sobre sus potenciales víctimas para poder atentar contra ellas en un futuro. Todo lo anterior es posible, según los servicios de Información, porque la banda posee "una capacidad económica suficiente debido a la eficacia de la extorsión, que continúa siendo el principal origen de sus fondos".

Así pues, donde la banda tiene su principal agujero es en el componente humano. La sensación de estar siendo vigilados alcanza tanto a la cúpula como a la base y está envenenando las relaciones entre unos y otros, cargándolas de desconfianza y precauciones. La primera consecuencia, según los expertos antiterroristas, es que la cúpula se está alejando progresivamente de la frontera hispano-francesa, llegando incluso a escoger otros países europeos como retaguardia o sede más segura. Aunque elaborados cada uno en función de sus fuentes, los análisis del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil coinciden curiosamente en un aspecto muy concreto: ETA está reorganizando su estructura interna para intentar protegerse. Según los mandos de la Policía, "se está observando el relevo paulatino y precipitado de protagonismo entre los llamados aparatos militar y logístico, que van asumiendo de forma alterna y periódica la dirección de diferentes áreas: formación de militantes, paso de material y personas de un lado a otro de la frontera...".

Según los expertos de la Guardia Civil, la reestructuración interna de los aparatos de ETA incluye "el desdoblamiento de los más importantes, lo que trae consigo una mayor burocratización, incluso un cierto retardo de la actividad operativa".

Por si fuera poco, los dirigentes veteranos cada vez se fían menos de las nuevas hornadas, ante el peligro cierto de que puedan estar contaminadas por la policía. "Y esto", relata un agente de Información, "repercute de forma directa en temas tan importantes para ellos como la formación y adiestramiento de los nuevos terroristas. Si la preparación consistía antes en un curso completo, de varios días de duración, sobre manejo de armas y explosivos, robo de coches, etcétera, ahora todo se resuelve con un cursillo de unas horas o incluso con la entrega de un manual de instrucciones".

Hay un ejemplo muy gráfico de todo lo expuesto aquí: voluntad de matar, etarras vigilados por la policía, preparación chapucera... No es otro que lo acontecido el pasado 24 de diciembre, la última vez que ETA intentó un gran atentado colocando dos maletas con explosivos en el talgo Irún-Madrid. Los terroristas fueron capturados con las manos en la masa. Y el magnetófono con el que pretendían avisar de la colocación de las bombas tenía las pilas gastadas.

El etarra  Eugenio Etxebeste saluda puño en alto con el bastón de mando que le entregó Periko Solabarria.
El etarra Eugenio Etxebeste saluda puño en alto con el bastón de mando que le entregó Periko Solabarria.JESÚS URIARTE

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