Los inversores saudíes retiran 200.000 millones de dólares de sus cuentas en EE UU
Arabia Saudí reacciona ante el empeoramiento progresivo de sus relaciones con Washington
El dinero saudí huye de Estados Unidos. Entre 100.000 y 200.000 millones de petrodólares han sido retirados del sistema financiero estadounidense en los últimos meses como consecuencia del progresivo empeoramiento de las relaciones entre Washington y Riad desde los atentados del 11 de septiembre. Más de 700 familiares de víctimas del 11-S han demandado a siete banqueros saudíes y a otras instituciones y particulares de la misma nacionalidad como presuntos cómplices del terrorismo, y exigen una indemnización de un billón de dólares. Esa demanda parece haber acelerado la hemorragia de fondos.
Los dos gobiernos tratan de simular que la vieja alianza entre Estados Unidos y Arabia Saudí, en la que la hiperpotencia militar proporciona seguridad y el mayor productor mundial de petróleo aporta combustible a cambio, se mantiene firme. Pero el recelo es cada vez más profundo entre ambas sociedades.
Tanto Osama Bin Laden como 15 de los 19 secuestradores aéreos del 11-S son de origen saudí, y en Estados Unidos se extiende la impresión de que la monarquía wahabí es uno de los focos de inestabilidad en Oriente Próximo. En la cúpula del Departamento de Defensa se considera que derribar el régimen de los Al Saud es casi tan necesario como acabar con el presidente iraquí, Sadam Husein.
Los reproches son mutuos. Los saudíes se sienten injustamente tratados. Cualquier súbdito del país entre los 12 y los 70 años debe hacer 10 o más horas de cola ante un consulado estadounidense, y esperar al menos cinco semanas, para conseguir un visado que antes gestionaban en minutos las agencias de viajes. 'Es repulsivo; los saudíes son castigados colectivamente por las acciones de unos pocos', declaró el pasado lunes a la agencia Associated Press el piloto Sultán al Duweilhi, que llevaba horas a la puerta de la Embajada de EE UU en Riad, bajo una temperatura de 42 grados.
'La gente interpreta esas colas como un mensaje que dice: os odiamos, sospechamos de vosotros, no os queremos en nuestro país', dijo a la misma agencia Jaled Batarfi, director del diario Al Madina y licenciado en periodismo por la Universidad de Oregón.
La retirada de fondos, revelada ayer por el diario londinense Financial Times, se estima entre 100.000 y 200.000 millones, según distintas fuentes. Arabia Saudí tenía entre 400.000 y 600.000 millones invertidos en Estados Unidos antes del 11 de septiembre.
Un banquero de Bahrein consultado ayer por la agencia de información financiera Dow Jones estimó que el total de las inversiones saudíes en el exterior ronda los 750.000 millones de dólares. El mismo banquero indicó que los petrodólares no habían sido repatriados a Arabia Saudí, donde el volumen de fondos de inversiones locales se mantiene estable en torno a los 13.500 millones de dólares, sino al Reino Unido, Suiza y, en menor medida, Francia.
El empresario Abdul Rahman al Zamil, presidente del grupo Al Zamil (un enorme conglomerado industrial y financiero asociado con corporaciones estadounidenses, como IBM), presidente del Consejo Saudí de Exportaciones y miembro del Consejo de Negocios Estados Unidos-Arabia Saudí, hizo el pasado lunes un llamamiento a sus compatriotas para que retiraran todo el dinero colocado en el mercado estadounidense.
La prensa saudí ofrece desde hace semanas información sobre universidades en China, Chequia, Rumania, Malaisia y varios países árabes como alternativas a las universidades de EE UU.
Las dificultades con que topan los saudíes para entrar en territorio estadounidense se mezclan con las divergencias políticas (el Gobierno de Riad se queja de que Washington es demasiado favorable a Israel y no ha prestado atención al plan de paz saudí para Oriente Próximo, y se niega a permitir que el Pentágono utilice sus bases en Arabia Saudí para atacar Irak) en una enemistad creciente.
'Arabia Saudí aún no ha decidido entre velar por sus propios intereses, estrechar sus relaciones con Washington y dejar que los palestinos se las arreglen con la ONU, o apoyar abiertamente a los palestinos y sacrificar sus relaciones con Estados Unidos', explicó ayer Dawood al Shirian, director del diario Al Hayat.
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