El Pentágono prepara sus bases para un ataque a Irak
El Pentágono ha empezado a ampliar sus arsenales e instalaciones militares en el golfo Pérsico, para preparar una campaña contra Irak. Tanques, helicópteros y munición han iniciado viaje hacia la base británico-americana de Diego García, en el océano Índico, y hacia la base de Al Udeid, en Qatar.
Al mismo tiempo, las compañías petroleras estadounidenses, hasta hace unos meses las principales compradoras de petróleo iraquí, han recortado de forma drástica sus importaciones de crudo procedente de Irak y optan por otros productores. La retirada de las petroleras refleja la creciente convicción de los mercados energéticos de que EE UU atacará en los próximos meses, y encaja con los planes de George W. Bush, que desea endurecer la presión económica sobre el régimen de Sadam Husein.
El Departamento de Defensa de EE UU ha alquilado dos buques mercantes de gran tamaño, capaces de transportar helicópteros y vehículos blindados, y ocho barcos de la naviera Maersk Line para enviar tanques y munición. Fuentes del Pentágono explicaron a The New York Times que conviene hacer los preparativos bélicos con tiempo, por dos razones: para tenerlo todo a punto llegado el momento y jugar con la sorpresa acerca del día elegido para atacar, y para mostrar el poderío bélico estadounidense tanto a los sectores iraquíes menos entusiastas con Sadam Husein como a los aliados reticentes a prestar su apoyo a una nueva guerra.
'No será un paseo'
Desplegar una fuerza militar suficiente en torno a Irak, para el caso de que Bush ordene la invasión, implica grandes dificultades logísticas. Soldados y material deben recorrer unos 11.000 kilómetros por aire o 19.000 por mar, partiendo desde la Costa Este de EE UU. 'No será un paseo, llevará tiempo', dijo el general Gus Pagonis, que fue responsable de la logística en la guerra del Golfo de 1991. Aquella campaña supuso la movilización de 500.000 soldados, que consumieron 36 millones de litros de agua cada día, utilizaron 112.000 vehículos y gastaron 5.000 millones de litros de combustible.
Actualmente, EE UU dispone de 115 tanques M-1A1 Abrams, 60 blindados de combate M-2A2 Bradley y un centenar de vehículos blindados para transporte en sus bases de Kuwait y Qatar, con unos 9.000 soldados. Otros 9.000 efectivos están a bordo de los buques desplazados a la zona. Una posible invasión requeriría una fuerza mucho mayor, estimada en unos 250.000 soldados, y una base aérea con pistas capaces de recibir aviones de gran tamaño y superbombarderos. Esa base será, probablemente, la de Al Udeid, en Qatar, que ya se utilizó durante los bombardeos contra Afganistán.
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