Decenas de oficiales iraquíes se reúnen en Londres para conspirar contra Sadam
Diplomáticos británicos y estadounidenses asisten al encuentro de 200 exiliados
Casi 200 iraquíes en el exilio, incluidos entre 70 y 90 altos militares, empezaron ayer en Londres una reunión de tres días para complotar contra Sadam Husein. La reunión, bajo la atenta aunque silenciosa mirada de diplomáticos británicos y estadounidenses -y quizá también no pocos espías de Sadam- quiere poner su granito de arena en la caída del dictador. El objetivo de EE UU de derrocar a Sadam, plasmado en los últimos días en los planes de ataque publicados por la prensa norteamericana, hace pensar a estos altos oficiales que la hora del retorno se acerca.
'La respuesta ha sido increíble. Ha venido gente de todo el mundo para participar en la reunión. Damos la bienvenida a cualquier iraquí que quiera contribuir', declaró al diario The Times uno de los organizadores del encuentro, el general Tawfiq Yassiri, miembro del Consejo Nacional Iraquí, el heterodoxo paraguas que agrupa a la fragmentada oposición al régimen de Sadam y que apoya el encuentro de Londres. Según el sitio del CNI en Internet, 'el mandato de Sadam Husein ha sido una tragedia nacional sin precedentes para Irak y su pueblo. La dictadura de Sadam ha destruido la sociedad civil en Irak y ha llevado al país al borde de la destrucción'.
El encuentro se celebra a iniciativa de la Alianza Militar Iraquí, según ha puntualizado el ex general Saad Obeidi, quien ha admitido que la caída de Sadam puede producir un baño de sangre 'dados los 40 años de represión' que lleva ya su país bajo la bota del dictador.
Pero en el encuentro habrá también notables ausencias militares. El general Nizar Kharzaji, considerado una de las más prominentes figuras del exilio iraquí, ha preferido quedarse en su casa en Dinamarca a pesar de que ha dejado claro en el pasado su interés en participar en una junta militar que tomara el poder en el país tras una eventual caída del régimen. Según algunos no ha viajado a Londres porque, acusado como está de haber cometido crímenes de guerra por utilizar armas químicas contra civiles kurdos durante la guerra Irán-Irak, prefiere evitar cualquier problema con la justicia británica.
Futuro político
Según otros, Kharzaji no está en los salones del Ayuntamiento de Kensington porque ninguno de los asistentes al encuentro de Londres puede tener algún futuro político en Irak, tampoco en un Irak sin Sadam Husein. Ésa es la opinión de Scott Rider, antiguo inspector de Naciones Unidas encargado de controlar las instalaciones iraquíes. 'Si Sadam Husein cae, ninguno de los que se han reunido en Kensington tiene ninguna posibilidad de futuro, ninguna esperanza de mantenerse con vida en cuanto las tropas americanas se hayan retirado' de Irak, ha declarado a la televisión británica Channel Four.
Sí asiste el general Najib al Salí, que mostró su optimismo antes de volar a Londres desde Washington, donde reside ahora, y que está convencido de que habrá una intervención estadounidense en su país. 'Las filtraciones nos hacen pensar que el periodo de octubre a enero próximo será decisivo, la operación podría desencadenarse en cualquier momento', declaró a la agencia France Press.
Pocos dudan de que Estados Unidos está detrás de la reunión de Kensington, aunque la diplomacia norteamericana ha intentado poner distancias. 'No es una conferencia que cuente con nuestro patrocinio financiero, pero estamos a favor de una reunión como ésta a la que asisten tantos representantes del Ejército', ha declarado Richard Boucher, portavoz del secretario de Estado.
Los británicos, más discretos, se han limitado a puntualizar que se trata de una reunión privada. Y aunque admiten que a la misma asistirá un diplomático británico, puntualizan que lo hará sin voz y que sólo estará presente en la sesión inaugural.
El objetivo de la reunión es intentar catalizar un movimiento que permita utilizar contra Sadam la dispersa y confusa pléyade de exiliados, que no siempre cuentan con un historial a prueba de exámenes de democracia. Quizá por eso uno de los objetivos es que del encuentro salga una declaración a favor de un Irak democrático, un texto en el que se contemple el firme compromiso de los militares en el exilio de no intentar tomar el poder para sustituir a un dictador por otro, sino transformar la dictadura en una democracia que refleje la diversidad étnica del país y relegue a los militares a cuidar de la defensa nacional. Aunque algunos en Washington creen que lo mejor es que a Sadam le suceda un líder fuerte y aliado con Occidente.
El periódico Financial Times señalaba ayer que la decisión británica de retirar la mayor parte de sus 2.400 soldados de Kosovo ha incrementado los rumores sobre la posibilidad de que Londres se prepare para prestar apoyo a un ataque estadounidense, informa Efe.
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