El apoyo popular a los talibanes se desinfla en Pakistán
Las manifestaciones decaen estrepitosamente mientras se desmorona el régimen
Ayer, como todos los viernes a las dos de la tarde desde los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, los musulmanes de la ciudad de Quetta fueron convocados a la manifestación semanal en apoyo a los talibanes. A diferencia de la del último viernes, la de ayer contaba con todos los permisos legales. Sin embargo, no acudieron más de 1.500 personas a la cita, en una ciudad de un millón y medio de habitantes.
'Hay que atacar a la Alianza, porque puede peligrar la libertad de nuestros líderes'
'Nos llevará un tiempo, pero destruiremos a Estados Unidos'
A pesar de que el Gobierno paquistaní del general Pervez Musharraf había sacado a la calle a 2.000 policías en previsión de cualquier altercado, el número de manifestantes no ha hecho otra cosa que disminuir desde el día de los ataques terroristas atribuidos al multimillonario saudí Osama Bin Laden.
Los gritos de 'Afganistán será la tumba de Estados Unidos' y los insultos contra el presidente norteamericano George W. Bush y el general Musharraf se vieron atemperados cuando uno de los cabecillas de la manifestación llamó a capítulo a otros cuantos y les dijo: 'Sólo hay que atacar a la Alianza del Norte, porque puede peligrar la libertad de nuestros líderes espirituales, que, según nos han dicho, hoy iban a levantarles el arresto domiciliario'.
Entre los más de 20 oradores que se dieron cita en el estadio de la ciudad, destacó el niño de ocho años Kudrat Ullah, que, sin micrófono ni papeles, pronunció un discurso de más de 10 minutos, bien hilvanado y estructurado, en el que destacaba el siguiente comentario: 'Todos los países musulmanes se están enfrentando a un solo país musulmán. Las mujeres están perdiendo a sus hijos y hermanos. Y yo le pregunto a Estados Unidos ¿qué va a conseguir de Afganistán, aparte de la muerte de los inocentes? Vamos a vengar a nuestros hermanos. Y no va a haber ningún sitio en esta tierra para el presidente Musharraf, porque ha entregado todo el país a Estados Unidos'.
Los discursos se iban radicalizando a medida que subían al estrado líderes provinciales del partido integrista Juniat Ulema Islam como el mulá Muhammad Rashid, quien dijo: 'Los americanos han venido y no habrá vuelta atrás para ellos. Nos llevará un tiempo, pero destruiremos Estados Unidos. Los países extranjeros pueden pensar que los musulmanes somos terroristas. Pero están equivocados. Prueba de que creemos en la justicia es que los talibanes soltaron ayer a los cooperantes internacionales'.
Otro de los que intervinieron en la manifestación fue el mulá Anwar Ul Haq, que gritó: 'Hasta el último aliento apoyaremos a los talibanes, gobiernen o no gobiernen en Afganistán. Mandaremos cadáveres de americanos a su país como ya mandamos a los rusos. Y la yihad [guerra santa] se extenderá a todo el mundo'.
Otros líderes espirituales como Sayed Wali Jan Khnobh, arengaban contra la Alianza del Norte: 'El Gobierno de Pakistán no sabe en el lío que se ha metido al apoyar a los americanos. Ahora tenemos dos enemigos en vez de uno: tenemos a India y a la Alianza del Norte. Y no se puede luchar contra dos enemigos a la vez. Nuestros aliados son y han sido siempre nuestros hermanos los talibanes'.
Hace tres viernes, todos los manifestantes a los que se les preguntaba estaban dispuestos a luchar en Afganistán. Ayer también. Cuando se le preguntó al joven Mahmood Jan, propietario de una tienda de teléfonos móviles y dirigente local del partido integrista, que por qué no se había ido ya a luchar, respondió: 'Ya me fui hace tres días a Kandahar. Pero los talibanes me dijeron que, de momento, no era necesaria mi presencia. Están en mayoría. Cuando hagamos falta, allí estaremos'.
A las cinco de la tarde, tres horas después del comienzo, el mitin se disolvió sin ningún incidente.
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