Bush exige a Israel que se retire de los territorios palestinos
Sharon rechaza la advertencia y dice que su ataque es similar al de EE UU en Afganistán
Preocupado por las repercusiones en el mundo árabe de la escalada de violencia del conflicto palestino-israelí, EE UU exigió ayer a Israel, por segundo día consecutivo, la retirada de sus fuerzas de las seis ciudades palestinas ocupadas en Cisjordania. Las exigencias de Washington fueron rechazadas por el primer ministro Ariel Sharon, para quien las acciones israelíes constituyen 'un acto de autodefensa' similar al que EE UU lleva a cabo en Afganistán. Sharon reiteró que sus tropas no se retirarán hasta que la Autoridad Palestina entregue a los autores del asesinato del ministro de Turismo.
La preocupación estadounidense por el efecto negativo que las acciones israelíes tienen en las capitales árabes fue trasladada personalmente por el presidente George W. Bush al ministro israelí de Asuntos Exteriores, Simón Peres, en la Casa Blanca. Bush interrumpió una entrevista que Peres mantenía con la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, para trasladar la exigencia estadounidense al ministro israelí.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, manifestó que Bush trasladó a Peres su pésame por el asesinato del ministro Zeevi, pero que, al mismo tiempo, le pidió 'la retirada de Israel de las zonas bajo control palestino'. Aunque de momento no se conoce la reacción de Peres, fuentes diplomáticas no creían que fuera distinta de la expresada por el jefe de la diplomacia israelí en sus dos días de estancia en la capital de Estados Unidos.
La posición de Peres, que se ha entrevistado con el vicepresidente Richard Cheney y los secretarios de Estado y de Defensa, Colin Powell y Donald Rumsfeld, es que Israel se retirará tan pronto como los palestinos entreguen a los asesinos de Zeevi. 'No pretendemos ocupar permanentemente ningún territorio bajo control palestino', manifestó Peres el lunes en el club de prensa de Washington, para añadir que Arafat tenía que 'arriesgarse' a tomar decisiones difíciles, como la entrega de los terroristas. La posición del ministro laborista expresada repetidamente en sus varias intervenciones en la capital federal es que las fuerzas de seguridad palestinas, con unos efectivos de 60.000 hombres, tienen la suficiente capacidad para, si quieren, detener y extraditar a los terroristas a Israel.
La admonición de Bush se produce 24 horas después de que el Departamento de Estado manifestara públicamente su disgusto por las acciones israelíes, que se han recrudecido de forma alarmante en la última semana, colocando al conflicto en una situación insostenible y que puede afectar severamente a las relaciones diplomáticas con el mundo árabe.
En una de las declaraciones más fuertes que se recuerdan en las relaciones entre los dos países, el portavoz del Departamento de Estado, Philip Reeker, manifestó que la Administración estadounidense 'lamenta y deplora profundamente las acciones de las fuerzas de defensa israelíes que han producido numerosas bajas civiles palestinas durante el fin de semana'. 'Las muertes de esos civiles inocentes son inaceptables', añadió. Para el Departamento de Estado no hay duda de quién tiene la culpa de la escalada de violencia en la zona. 'Las incursiones israelíes en las zonas bajo control palestino han contribuido a una significativa escalada de la tensión y la violencia... Las fuerzas israelíes deben retirarse inmediatamente de todas las zonas bajo control palestino y abstenerse de realizar nuevas incursiones'.
No obstante, Bush rebajó el tono de su exigencia y prometió anoche a Peres ejercer una 'firme presión' sobre la Autoridad Palestina para que también frene la violencia en su bando.
Reeker también subrayó que Yasir Arafat y la Autoridad Palestina 'deben proceder inmediatamente a la detención de los responsables del asesinato del ministro Zeevi y actuar de forma decisiva contra los que planifican y llevan a cabo otros actos de terror'. El portavoz calificó de 'positiva' la ilegalización por parte de Arafat de la rama militar del Frente Popular de Liberación de Palestina, pero subrayó que lo que la situación requería eran 'hechos y no sólo palabras'.
En sus trece
A pesar de la firmeza de las protestas de Washington, Ariel Sharon seguía ayer en sus trece. Un comunicado hecho público por su oficina en Jerusalén reafirmó su intención de no retirar sus fuerzas de las seis ciudades bajo control palestino hasta que Arafat no detenga y entregue a Israel a los asesinos de su ministro. Según el comunicado, 'Israel no tiene ninguna intención de hacerse con el control de las zonas bajo soberanía palestina, pero el asesinato de Zeevi ha colmado el vaso e Israel, como cualquier país democrático, no hace sino ejercer su derecho a la autodefensa'. La posición de Sharon estuvo respaldada en Jerusalén el pasado lunes por una masiva manifestación en demanda de acciones todavía más contundentes contra los palestinos. Por su parte, el ex senador George Mitchell, autor del único plan de paz en la actualidad en la mesa, expresó ayer su pesimismo por el deterioro de la situación. 'Lo realmente alarmante es que la cultura de paz, cuidadosamente alimentada durante la pasada década, ha sido destrozada y ahora nadie confía en nadie en ninguna de las dos partes', declaró en una entrevista televisiva.
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