El terrorista fue detenido hace un año por vínculos con los talibanes
La inteligencia afgana llegó a desarmar al asesino de los tres españoles
Ghulam Sakhi, el policía que mató a tiros a tres españoles el miércoles en la antigua base española de Qala-i-Naw, fue detenido hace un año porque la inteligencia afgana sospechaba que tenía vínculos con la insurgencia. "Había muchos informes que apuntaban a que tenía conexiones con los talibanes y por eso fue detenido. Llegaron a quitarle su arma, pero entonces también llegaron informes que garantizaban que estaba haciendo un buen trabajo en la policía y finalmente fue liberado", explicó a EL PAÍS Delbar Jan Arman, el gobernador de la provincia de Bagdhis, cuya capital es Qala-i-Naw.
Sakhi, que fue abatido a tiros por los compañeros de los dos guardias civiles a los que asesinó el miércoles, llevaba tres años trabajando en la policía nacional afgana. Era cuñado del principal comandante talibán en la provincia de Bagdhis, pero había pasado los exámenes de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF en sus siglas en inglés), que investiga el entorno familiar de todos los aspirantes a policía. Sakhi logró engañar entonces a la inteligencia militar, y volvió a hacerlo hace un año, cuando logró reunir más informes en su favor de los que se habían recabado en su contra. "En Afganistán es difícil encontrar personas que no tengan familiares, más o menos cercanos, relacionados con los talibanes", explican fuentes militares. Por eso, quizá, aquellos informes que señalaban la conexión de Ghulam Sakhi con la insurgencia no asustaron lo suficiente a las fuerzas de seguridad afganas.
Ghulam Sakhi logró recuperar su puesto pese a los informes en su contra
Zapatero informó ayer al Rey de la investigación sobre el atentado
El cuerpo del terrorista, que el miércoles reclamó la turba de unas 200 personas que intentó asaltar la base española, fue entregado ayer a su familia, según informó el gobernador.
Mientras, la investigación abierta por las autoridades de la provincia continúa. Dos de las 19 personas que fueron detenidas por participar en los disturbios que se produjeron inmediatamente después del ataque mortal en la base española, mientras los guardias civiles asesinados inscribían a los aspirantes a policía, han sido puestas en libertad sin cargos. La policía afgana está interrogando al resto y buscando entre ellos a los organizadores de las revueltas, quienes pudieron expandir el rumor de que los españoles estaban matando afganos en la base. "Qala-i-Naw es una ciudad pequeña y los rumores se extienden pronto. Seguimos investigando lo ocurrido y va a haber más detenciones", advirtió el gobernador de Bagdhis. La policía afgana está realizando patrullas con fotografías de los disturbios intentando identificar a más implicados para arrestarlos.
A Qala-i-Naw, donde viven unos 12.000 habitantes, han llegado 150 policías enviados en helicópteros de la ISAF para reforzar la seguridad. "Están patrullando las calles, vigilando, realizando registros y buscando a más implicados en las revueltas", explicó Delbar Jan Arman. Qala-i-Naw había sido un lugar relativamente tranquilo hasta ahora. Stephen Cole, portavoz de ISAF, asegura que la Fuerza Internacional no está especialmente preocupada por una posible escalada de la tensión en la zona y resta importancia a las revueltas que sucedieron al tiroteo en la base española. "No es la primera vez que hay manifestaciones de este tipo frente a instalaciones militares, ni el primer caso de infiltrados en la policía, pero son incidentes aislados. Sabemos que la población de Bagdhis está muy contenta con las tropas españolas, están haciendo un gran trabajo", señaló.
El presidente Zapatero informó ayer al Rey de las investigaciones sobre el atentado en Afganistán durante su encuentro en el Palacio de Marivent, en Mallorca, el segundo de este verano, informa Manu Menéndez. También despacharon sobre la liberación de los dos cooperantes secuestrados por Al Qaeda y las perspectivas económicas de los próximos meses.
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