Mediaset incorpora a su código ético un protocolo para los ‘realities’

Mediaset España ha actualizado su código ético para incluir un protocolo de actuación aplicable a los programas de telerrealidad. De esta forma, el grupo de comunicación continúa la renovación de sus normas internas que ya comenzó con las incorporaciones que afectaban a los programas de entretenimiento y que incluían, entre otras, la prohibición de emitir comentarios de corte ideológico en esos espacios. Las normas que Mediaset ha anunciado este viernes afectan a los realities que conllevan aislamiento y convivencia grupal durante prolongados periodos de tiempo y que, en algunos casos, se desarrollan en entornos complejos, como serían Supervivientes, Pesadilla en el paraíso o las variantes de Gran Hermano.

El protocolo se compone de 10 normas básicas que distribuyen en tres apartados. El primero se centra en el proceso de selección de los participantes, que deben ajustarse al perfil del programa y cuya lista final “deberá ser aprobada expresamente por Mediaset, que tendrá capacidad de veto con base en motivos objetivos y razonables”, según dice el nuevo protocolo. A los participantes se les hará un examen médico (físico y psicológico) y una investigación de su entorno familiar, profesional o social. “Serán descartados todos aquellos aspirantes con antecedentes acreditados de violencia de cualquier índole en los cinco años anteriores al proceso de selección”.

La segunda sección se centra en el establecimiento de entornos seguros para los participantes “con el objetivo de evitar que se vean expuestos a situaciones no controladas que pongan en peligro su salud física o psicológica”. En este apartado se prevé prolongar la asistencia psicológica a los concursantes durante al menos dos meses después de terminar el programa. El cumplimiento de estos deberes siempre recaerá en la productora del programa.

La tercera sección describe los comportamientos y actitudes “prohibidos o reprobables”. Entre ellos se encuentran el acoso o abuso sexual, bullying, discriminación por razón de género, raza, nacionalidad, creencia o religión, el consumo de drogas, la violencia física o verbal, el consumo inmoderado de alcohol y la utilización de imágenes de los concursantes bajo la influencia de este y cualquier otro acto que merezca reprobación. “La productora se obliga a disponer de un equipo humano suficiente en número y preparación que, dividido al menos en dos turnos (diario y nocturno) y dotado de la infraestructura tecnológica necesaria, pueda hacer un seguimiento continuo y preciso de los participantes con el fin de que sean cumplidas las recomendaciones de bienestar y asistencia y detectar cualquier comportamiento prohibido o reprobable y reaccionar de forma inmediata ante el mismo para evitar o atajarlo”. El código ético recuerda que Mediaset dispone de un canal de denuncias anónimo que podrá utilizar la productora del programa y que está accesible en este enlace.

El anuncio de esta actualización del código ético que afecta a los realities llega pocas semanas después de que Supervivientes decidiese expulsar a una de sus concursantes por su comportamiento agresivo de forma reiterada contra otros participantes. En abril, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid condenó a 15 meses de cárcel a José María López Pérez, exconcursante de Gran Hermano Revolution, por los abusos sexuales a los que sometió a otra concursante del programa en noviembre de 2017 durante una fiesta en el reality. El fallo aún puede ser recurrido. Lo ocurrido entonces llevó a la productora Zeppelin a presentar un protocolo de actuación ante delitos sexuales.

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