‘¡Allá tú!’ y ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?’ se apuntan a la fiebre por las resurrecciones de programas

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Una mezcla de nostalgia, miedo al fracaso y cierta pereza parece haber convencido a la televisión de que todo tiempo pasado fue mejor. Primero fueron las series de ficción. Volvieron desde Twin Peaks, Expediente X y Las chicas Gilmore en Estados Unidos hasta Los hombres de Paco, El internado, Los protegidos, Física o Química o, la última, Un paso adelante, en España. Esa explosión nostálgica se ha trasladado al entretenimiento y se acumulan los proyectos que suponen regresos del pasado.

Los dos últimos en anunciarse correrán a cargo de Mediaset. Ya calienta motores la vuelta del concurso ¡Allá tú!, otra pieza en la renovación de la parrilla que está llevando a cabo Telecinco. El programa, que emitió el canal entre 2004 y 2008 y que pasó en 2011 a Cuatro, regresa a su origen con Jesús Vázquez al frente y ya busca participantes. Esta semana, el grupo de comunicación también ha anunciado que Cuatro está preparando la vuelta del programa de citas ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, que Luján Argüelles presentó entre 2012-2017 y con el que nació la televisión tróspida, llena de personajes pintorescos y situaciones rocambolescas y surrealistas remarcados por la edición del programa y que tanto éxito tuvo en las redes sociales en su estreno.

Uno de los anuncios de regreso más sonados de las últimas semanas ha sido el de Operación Triunfo. Desde 2001 se han emitido 11 entregas y ahora prepara su traslado a las plataformas de pago con su decimosegunda edición. Antes de que termine 2023, Amazon Prime Video estrenará su versión del programa. Todavía está por ver cómo será finalmente la adaptación, pero sí está confirmado que habrá galas semanales en directo en Prime Video y canal 24 horas en YouTube.

Hace menos de un mes, TVE confirmaba que este verano regresará otro de los formatos más solicitados y recordados en redes sociales, El Grand Prix del verano. Lo hará sin vaquillas. Sí seguirán las pruebas físicas, algunas de siempre, otras nuevas, que enfrentarán a los habitantes de dos pueblos. El programa se estrenó en 1995 y se emitió cada verano hasta 2005 en La 1. Después saltó a los canales autonómicos entre 2007 y 2009.

Otro concurso que regresará en breve es Password, esta vez con cambio de cadena. El formato, que presentó Luján Argüelles entre 2008 y 2010 en Cuatro, salta a Antena 3 con Cristina Pedroche como presentadora. También cambia de canal Me resbala, espacio de humor que entre 2013 y 2021 emitió Antena 3 y que llega a Telecinco con Lara Álvarez como conductora.

La televisión tradicional no es la única que está apostando por regresos de programas de entretenimiento. Las plataformas se apuntan a esta pesca en el pasado. Además de recuperar OT, Prime Video también es el responsable del renacer del clásico Humor amarillo, ahora con el nombre de El castillo de Takeshi. Las pruebas físicas más locas vuelven a ser las protagonistas de un programa que se estrenó a finales de los ochenta y que en España se vio en diferentes etapas a partir de los noventa en Telecinco y Cuatro. La nueva entrega de El castillo de Takeshi, grabada en Japón, será reeditada y doblada en España con los comentarios de Jorge Ponce, Eva Soriano y Dani Rovira.

Incluso vuelve el Un, dos, tres. Alejandro Ibáñez, hijo de Chicho Ibáñez Serrador, será el director del proyecto para Twitch (plataforma de vídeos en directo de Amazon), que tendrá como presentador a TheGrefg, uno de los creadores de contenido más conocidos de la red. El formato original es un clásico de la televisión que se emitió entre 1972 y 1994 en diferentes etapas y que volvió en 2004 sin demasiado éxito.

Este no es un fenómeno nuevo, porque en los últimos meses han regresado a la parrilla concursos como Atrapa un millón, ¿Quién quiere ser millonario? o El precio justo dentro de la tendencia mundial que apuesta por recuperar los programas de preguntas y respuestas para atraer a audiencias amplias y de una franja de edad muy ancha.

¿Por qué esta mirada al pasado en busca de revitalizar la televisión del presente? Diferentes voces de la industria audiovisual apuntan a varios motivos. Por un lado, este tipo de formatos, conocidos en el entorno televisivo como killer formats (programas capaces de convertirse en acontecimientos que reúnan a grandes audiencias y se hable de ellos al día siguiente, dando visibilidad al canal), no aparecen cada año, y es normal que las cadenas se aferren a ellos cuando surgen. Por otro lado, la televisión en abierto se amarra a lo que sabe hacer bien y que todavía atrae al público que ve la televisión tradicional. Al mismo tiempo, la nueva televisión, las plataformas digitales, necesitan público y conseguir relevancia y que se hable de ellos. Además, son formatos que vienen avalados por el éxito del pasado, y que ya son conocidos por el público, con lo que eso supone de ahorro en comunicación.

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