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José Luis Crespo: “En YouTube hay más educación que gatitos”

En su canal, QuantumFracture, atesora casi tres millones de suscriptores deseosos de una divulgación científica dinámica que no rehúye la complejidad

El creador de contenido Jose Luis Crespo, fundador de QuantumFracture, en su domicilio, el pasado 30 de agosto.
El creador de contenido Jose Luis Crespo, fundador de QuantumFracture, en su domicilio, el pasado 30 de agosto.Víctor Sainz
Sergio C. Fanjul

José Luis Crespo (Valdepeñas, 28 años) es capaz de explicarte en unos minutos el Big Bang (con ayuda de una botella de agua), hacia dónde se expande el Universo o por qué no encajan la Mecánica Cuántica y la Teoría de la Relatividad. Se enganchó a la divulgación científica por internet hace 10 años, al descubrir que la ciencia se podía contar de manera dinámica y abordando temáticas de mayor complejidad. Y creó su propio canal, QuantumFracture, siendo solo un estudiante universitario de Física. Crespo tiene ahora una empresa, cerca de tres millones de suscriptores y un equipo de varias personas con el que realiza videos semanales. Ha hecho de YouTube su forma de vida.

Pregunta. Muchos, cuando piensan en youtubers, piensan en videojuegos y un humor incomprensible.

Respuesta. Es cierto que en los primeros tiempos los popes de YouTube eran gamers. Yo estuve, por ejemplo, entre los 3.000 primeros suscriptores de El Rubius, que ahora tiene millones.

P. Luego la cosa se fue especializando.

R. Siempre ha habido diversidad, pero con el tiempo han surgido nichos, figuras que se especializan en diferentes temas. Jaime Altozano en música o Antonio García Villarán en arte, por poner dos ejemplos. Se ven muchos más videos formativos y educativos que vídeos de gatitos, contra lo que se pueda pensar.

P. ¿Qué le provoca la visión de sus primeros vídeos?

R. Mucho cringe [grima o vergüenza ajena]. Publiqué mi primer vídeo en 2013, estando en primero de carrera, sobre la paradoja del hotel infinito que planteó el matemático David Hilbert. Si lo ves ahora es cutrillo a más no poder, pero sigue funcionando, supongo que por el contenido.

Yo empecé haciéndolo todo, como un hombre orquesta. ¡Y todo lo aprendí en tutoriales del propio YouTube! Pero el canal creció mucho y ahora en un vídeo pueden estar implicadas hasta ocho personas del equipo

P. ¿Se han planteado borrar esos vídeos viejos?

R. Noooo, está feo borrar el pasado. Una de las cosas bonitas de YouTube es que tu audiencia te permite mejorar. Si el contenido es interesante, no tiene tan en cuenta los aspectos técnicos y te permite ir mejorando poco a poco. Yo he aprendido mucho de diseño gráfico, producción de sonido, animación, guion…

P. ¿YouTube da de comer?

R. Sí. Yo empecé haciéndolo todo, como un hombre orquesta. ¡Y todo lo aprendí en tutoriales del propio YouTube! Pero el canal creció mucho y ahora en un vídeo pueden estar implicadas hasta ocho personas del equipo.

P. ¿La Física es infinita?

R. No es infinita, pero sí enorme. Es cierto que hay unos temas que son muy demandados: los agujeros negros, los viajes en el tiempo, el gato de Schrödinger. Pero cuando tienes una audiencia fiel puedes permitirte explorar otros. Para mí es un reto elegir una cuestión de física muy compleja y explicarla de forma didáctica. La maestría en la divulgación es coger un tema por el que nadie da un duro y hacerlo interesante.

P. También se han salido a veces del carril.

R. Sí, no estamos cerrados a tratar temas fuera de la Física si nos generan mucha curiosidad. Hemos tratado el asunto de si las criptomonedas contaminan. También una serie que intenta explicar el sistema eléctrico español, ya que los precios de la energía están tan altos. Ya que nos dedicamos a explicar cosas, qué menos que atacar estas temáticas que tienen implicaciones sociales.

P. Al divulgar siempre hay que simplificar la ciencia en cierta medida. ¿Cuánto rigor se puede sacrificar?

R. Nosotros siempre tratamos de ser lo más rigurosos posible, aunque es sabido que divulgar es como contar mentiras a los niños [lie-to-children, explicar conceptos complejos de forma simplificada]. Hacer vídeos con centros de investigación científica, como el CERN de Ginebra o el Instituto de Física Teórica, nos ayuda a mantenernos ahí. Los grandes científicos, como Einstein, siempre han sabido transitar entre el lenguaje matemático y el lenguaje conceptual.

P. ¿La ciencia cada vez interesa más?

R. Sí. Creo que hay cosas que propician el interés en la Física. Series como The Big Bang Theory o ciertas noticias como el descubrimiento del bosón de Higgs, las ondas gravitacionales o el lanzamiento del telescopio James Webb. También hay épocas en las que baja el interés. Internet, por supuesto, es fundamental porque permite acceder a muchas maneras diferentes de hablar de ciencia.

P. ¿Redunda en las vocaciones?

R. Hay más demanda: yo, ahora mismo, no hubiera podido entrar en la carrera, porque la nota de corte ha subido. Además de las personas más vocacionales, otras han descubierto que la Física tiene muchas salidas, porque se busca a gente que pueda resolver problemas en general, más allá de entender los grandes problemas del Universo.

P. Pero también faltan vocaciones femeninas en las carreras más técnicas. ¿Por qué?

R. Buena pregunta. No lo sé. Lo hemos hablado mucho, porque el público de los canales de ciencia en YouTube también es mayoritariamente masculino. El hecho de que los que hacemos los canales seamos mayoritariamente hombres tiene su influencia.

P. Paralelamente, vuelve el interés por la astrología, el terraplanismo y otras pseudociencias.

R. Son cosas diferentes. El interés por la astrología es una cosa posmoderna, que no se toma demasiado en serio. Es como un juego. El terraplanismo es más sutil. Todos los locos que creen que la Tierra es plana ahora pueden comunicarse por internet, eso lo refuerza.

P. Usted debate con terraplanistas. ¿El hecho de hacerlo no les legitima?

R. Me lo han dicho muchos y no les falta razón: deberíamos prestarles menos atención. La persona que es terraplanista es difícil que cambie, es dogmática, ha comprado un paquete que no va a soltar. Es como intentar convencer a un taurino. Muy difícil. Pero a las personas indecisas sí se les pueden dar razones. Por otro lado, es una oportunidad de hablar de ciencia. Por ejemplo, de que el cielo gira.

P. Los terraplanistas son duros de roer.

R. Una persona que sepa mucho de pseudociencias las puede defender muy bien. Sus argumentos tienen puntos débiles, pero son difíciles de ver por el profano.

P. ¿Nos podemos fiar de internet?

R. Depende. Para saber si las cosas son verdad o no, si no está seguro, uno siempre puede acudir a primeras fuentes. En la vida real casi nadie acude a primeras fuentes, hay instituciones o personas en las que confiamos. O te fías de una autoridad o te conviertes en una. Hay que elegir cuidadosamente las autoridades en las que confías.

P. ¿Imaginaba que iba a acabar haciendo vídeos de ciencia?

R. Entré en Física sin planes, solo por interés. Me hubiera gustado ser investigador, para aprender más. Pero me di cuenta de que quizás no era suficientemente bueno resolviendo problemas. Al final encontré mi camino en la comunicación científica.

P. Si no hubiera existido YouTube, ¿qué hubiera hecho usted?

R. No tengo ni la más remota idea.

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Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

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