Cinco horas en Glastonbury y nueve actuaciones memorables de 2022
El festival inglés vuelve para 210.000 elegidos, que guardaban sus entradas desde antes de la peste, y para la posteridad de las pantallas. Más diverso, más festivo y más teatral, estos fueron sus mejores momentos
El festival de Glastonbury no pudo celebrar su medio siglo de historia por la pandemia, pero en su regreso vuelve a ser un acontecimiento en Inglaterra y más allá. Por su cartel, cada vez más ecléctico; por su ambiente festivo, más notable esta vez; por su magia. Y en gran medida por el apoyo de la BBC, constante desde hace dos décadas: la cadena emite en directo y diferido conciertos enteros, aunque se ocupa de que esa señal no sea accesible para los que no vivimos allí ni pagamos la tasa que financia al ente público británico. Nos queda una generosa selección en YouTube y la serie Glastonbury 2022, cinco capítulos de casi una hora muy bien producidos por la BBC, ya ha llegado a Movistar Plus+ a primeros de agosto.
Glasto hace desfilar a una legión de artistas por casi un centenar de escenarios: hay para todos los paladares. La diversidad es estilística, de género (muchísimas mujeres al frente de las nuevas bandas) y de identidad sexual, no tanto geográfica porque manda lo anglosajón. El festival cuida el presente y honra el pasado: reúne a estrellas de hoy como Billie Eilish, Kendrick Lamar, Lorde, Olivia Rodrigo o Sam Fender con iconos para la nostalgia: Paul McCartney, Diana Ross o Pet Shop Boys.
Cada edición queda para la posteridad en las pantallas. Eso invita a la teatralidad: la de los músicos, que se esmeran en coreografías, vestidos, peinados imposibles y efectos visuales, y la del público, que se maquilla, se adorna y se disfraza, que enarbola altas banderas (de países conocidos o no, de emojis, de los LGTBI+, el rostro de Zelenski, mensajes chocantes como “orgías aquí”). Los 210.000 elegidos (por sorteo entre más de un millón de peticiones) guardaban su entrada desde antes de la peste. Los cantantes los invitan a corear sus estribillos y se dejan la garganta. Todos se saben protagonistas.
Nueve momentos memorables de Glastonbury 2022
Billie Eilish, la más joven en lo más alto. A sus 20 años, la inclasificable artista californiana se convirtió en la primera solista femenina en ser cabeza de cartel desde Adele, en 2016, y la más joven en la historia del festival. Cerró las actuaciones en el escenario principal, la Pirámide, la primera noche grande, la del viernes 24 de junio.
Paul McCartney, bien acompañado. El beatle compartió escenario con Bruce Springsteen (para interpretar Glory Days y I Wanna Be Your Man), y con Dave Grohl (con quien cantó Band on the Run). Pero el momento más emotivo llegó cuando hizo aparecer en las pantallas a John Lennon para interpretar a dos voces I Got a Feeling, gracias al material grabado de 1969 que le facilitó Peter Jackson, procedente de la edición del documental Get Back.
Jack White y su himno por sorpresa. El guitarrista no estaba anunciado en el cartel, pero apareció para interpretar temas de su carrera en solitario y la canción más emblemática de su dúo The White Stripes: Seven Nation Army. Ese o-o-o-o-o-o-o que se corea en estadios del todo el mundo, y que él siempre interpreta con una vieja guitarra de sonido tan imperfecto como reconocible.
Diana Ross es joven para siempre. La mítica cantante de The Supremes, icono de la Motown y reina de la música disco de los setenta ofreció un espectáculo glamuroso y bailable. A sus 78 años, bromeaba al público: “Si yo puedo mover así mi cuerpo a mis 48 años... Bueno, es que en realidad yo me siento de 48 años”.
Olivia Rodrigo tira dardos al Supremo de EE UU. La cantante californiana, de 19 años, se hizo acompañar por la inglesa Lily Allen, de 37, para interpretar la canción F*** You (Jódete, en una traducción sin censura), dedicada a “los cinco miembros del Tribunal Supremo que nos han demostrado que, al final, realmente no les importa una mierda la libertad”, en referencia a la sentencia en que derogaron la doctrina Roe vs Wade que protegía el derecho al aborto.
Las mágicas armonías de Lorde. La estrella neozelandesa, de 25 años, se acompañó de la cantautora británica Arlo Parks y de la estadounidense Clairo para interpretar este Stoned at the Nail Salon que ella define como “el himno de los perdedores”. Y las tres voces encajaron a la perfección.
Primal Scream: recuerdos del hedonismo del Britpop. La duradera banda de Glasgow revivió ese tiempo frívolo y arrogante de la Cool Britania que gobernaba Tony Blair en los años noventa, también una época dorada para Glastonbury. Eran (y son) capaces de unir rock, música de baile electrónica y coros de góspel con brillantez. Como en este Moving On Up.
Lo más coreado: ‘Don’t Look Back in Anger’. Y hablando de Britpop, allí estaba Noel Gallagher, el cerebro de Oasis, para interpretar su repertorio en solitario y algunas joyas de la recordada banda de Mánchester, por encima de todas este himno (reaparecido en las manifestaciones por los atentados en esa ciudad de 2017) que el público cantó con entusiasmo. La BBC no lo tiene disponible en YouTube, así que solo contamos con esta toma parcial.
La corona de espinas de Kendrick Lamar. El rapero era el cabeza de cartel del domingo, es decir, el encargado de echar el telón. Cubrió su cabeza con una corona de espinas (de 137 quilates, diseñada por Tiffany), la misma que luce en la portada de su último álbum. En su canción Savoir, con la que terminó su espectáculo, dijo: “Te juzgan, juzgan a Cristo. Buena suerte para los derechos de las mujeres”.
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