Las plataformas de ‘streaming’ propician una nueva era de series de animación
‘The Liberator’ se une a ‘BoJack Horseman’ y ‘Midnight Gospel’ en el repertorio de Netflix de un género cada vez más diverso y variado
Netflix estrenaba hace poco la serie The Liberator, un drama sobre un equipo de soldados estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial y su más reciente apuesta en el pequeño pero colorido mundo de las series animadas para adultos. El gran éxito de público y crítica que fue BoJack Horseman, su mayor fenónemo de dibujos, terminó su emisión este año, pero la plataforma ha seguido impulsando producciones originales. Principalmente comedias (Tuca y Bertie), pero también hay experimentos psicodélicos como Midnight Gospel, anime de terror como Castlevania y hasta una antología de ciencia ficción Love, Death & Robots.
Otras plataformas han buscado también hacerse su espacio en un mercado visto no hace mucho como limitado. El año pasado Amazon Prime Video estrenó el drama Undone, que tuvo un gran recibimiento de la crítica. HBO Max agarró la comedia Close Enough de J. G. Quintel, creador de Historias corrientes para Cartoon Network, después que el canal de cable TBS cancelara sus planes de una franja de animación para adultos.
Aunque sin fecha aún para su llegada a España, la plataforma estadounidense Hulu estrenó la semana pasada un reboot de Animaniacs, aquellos dibujos de Warner producidos por Steven Spielberg de los priemros noventas. Si bien es apto para todo público, entre los guiños y chistes más maduros —la caricatura original tenía parodias de Apocalypse Now y Uno de los nuestros— el atractivo para enganchar al público milenial nostálgico es palpable. Harley Quinn y Star Trek: Lower Decks, emitidos en EE UU en las plataformas DC Universe y CBS All Access, son spin-offs de franquicias multimillonarias que dejan en manifiesto que estos conglomerados ven que hay negocio en lo que antes era un espacio dominado por unos pocos gigantes y llena de producciones efímeras.
Nuevos adultos, nuevas caricaturas
El mundo de las series animadas para adultos han visto grandes cambios en los últimos 20 años. Cuando Cartoon Network lanzó en el año 2001 su franja de Adult Swim, el mercado estaba dominado por las producciones de Fox (Los Simpson, Futurama, King of the Hill y Padre de familia) y las excepciones, como South Park, Daria o Dr. Katz eran contadas o tenían una vida efímera, principalmente por carecer la audiencia que justificara los costes de producción. Las primeras producciones de Adult Swim, por ejemplo, duraban 15 minutos y eran de bajo presupuesto, muy distante de Rick y Morty, la caricatura más exitosa que ha surgido del bloque.
Detrás de este fenómeno está, en parte, la tecnología, que hace más dinámica y accesible la producción de una serie animada, así como la distribución de contenido. Pero también existe un factor generacional, donde la idea de caricaturas pensadas para un público adulto deja de ser una novedad. Los mayores de esta audiencia han vivido toda su vida con los Simpson o los habitantes de South Park, Colorado. Los más jóvenes, mientras tanto, han crecido con Hora de Aventuras, Steven Universe y Gravity Falls, animaciones supuestamente infantiles pero que han redefinido esquemas de temática, narrativa y tipos de audiencia y son ejemplo que lo maduro no necesariamente tiene que ser solo para mayores de edad.
Una ventaja reciente es que industria de la animación en general, a diferencia de las producciones actuadas, no ha tenido que detener la marcha ante la pandemia de la covid-19. Variety informó en mayo que el equipo de producción de Los Simpson ya estaba teletrabajando una semana antes de que California decretara oficialmente una cuarentena. El reportaje señala que, como los equipos de animación ya están acostumbrados a organizarse en grupos pequeños e independientes, el principal reto era la conexión a Internet y mantener la calidad de los actores de doblaje.
A pesar de este crecimiento, la vida de estas series no deja de ser tan precaria, y los caprichos de los canales y plataformas, tan impredecibles, como con el resto de las series. A Close Enough, que se emite en TNT España, se le cortaron los capítulos de 24 a 12 minutos por solicitud de HBO Max. La parodia de espías Archer, creada por Adam Reed, debía terminar en su temporada 10 (en Netflix) pero volvió en septiembre al canal estadounidense FXX sin su creador al mando. Tuca & Bertie, que tenía a figuras importantes del antiguo equipo de BoJack Horseman detrás, fue cancelada por Netflix solo para revivir en Adult Swim.
Netflix anunció hace unas semanas una alianza con cuatro estudios de animación en Asia. Queda la amenaza de llegar a un punto de saturación en el mundillo de series animadas para adultos -como de las series en general, realmente- . O peor: si en otro tiempo los canales estadounidenses andaban en la búsqueda del próximo éxito comparable a Los Simpson, que las plataformas degeneren intentando encontrar al próximo BoJack.
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