Y Liam Gallagher resucitó (pero no tanto)
Una historia de superación: la voz de Oasis cuenta en un documental cómo se rehizo tras el fin de la banda. Su relato es franco, pero se exagera su éxito y se recogen halagos desmedidos
Ocuparían muchos tomos todas las páginas que los tabloides británicos han dedicado a los hermanos Gallagher, Noel y Liam, a sus triunfos (Oasis, banda esencial de los noventa) y a sus miserias (peleas, divorcios, excesos). Ambos dieron carnaza a esos medios que lo mismo aúpan a las estrellas que las vapulean sin piedad.
La película Liam Gallagher (originalmente As It Was, en Movistar +) es la crónica autorizada de la redención del hermano menor, desde el abrupto fin de Oasis en 2009 (una trifulca en el camerino antes del concierto que nunca fue) hasta el despegue de su carrera en solitario (cuyo éxito, ejem, se exagera).
“Yo no he matado a nadie”. Liam —arrogante, tuitero impulsivo, dice fuck en cada frase— cuenta con franqueza cómo tocó fondo, que era un marido horrible, el fiasco de su banda Beady Eye, su retiro etílico en Mallorca, que se vio sin futuro porque él cantaba pero no sabía componer como Noel.
“Mi voz aguanta. Teniendo en cuenta lo que he bebido y me he metido por la nariz...”. Aquí la historia de superación: lo vemos rehacerse con su nueva novia, salir a correr al amanecer por San Francisco en vez de colocarse de madrugada... y entrar al estudio a crear canciones dignas que, sí, remiten a Oasis. Regresa a Glastonbury, siente el subidón de las masas, lo que no ha vuelto a lograr Noel. No se dice que los conciertos de Liam se apoyan en buena parte en aquellos himnos que escribió su hermano (quien impidió su uso en esta película).
“Si viera a Noel no sabría si pegarle o abrazarle”. Llevan 11 años lanzándose dardos a distancia. Liam no disimula que anhela una reunión de Oasis. Es dudoso que saliera tan fértil como el regreso de Blur, el eterno rival, en 2015, pero es seguro que les devolvería fama y dinero.
”Oasis no eran tan buenos”. No suena sincero. Ni ayudan nada a Liam los halagos desmedidos de sus colaboradores y familiares (incluida la sufrida madre) que se recogen en el documental. ¿La mejor voz de la historia del rock? ¿En serio? Nunca hemos sabido cuándo los Gallagher hablaban en serio.
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