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La emisión de una serie con diálogos en castellano y catalán en TV3 provoca una agria polémica en redes

“A veces veo demasiado castellano en la cadena″, ha protestado la consejera de Cultura, Mariàngela Vilallonga

Una imagen promocional de la serie 'Drama' de TV3. En vídeo, el tráiler de 'Drama'.Vídeo: RTVE
Tomàs Delclós

“Me he sentido la persona más odiada de Cataluña. Ha sido guapísimo. ¿Ahora qué hago sin que me insultéis? De guionista a genocida en un día”. Dani Amor, creador y guionista de Drama, ha escrito estas palabras en Twitter después de ver la avalancha de agrios tuits que han colgado telespectadores de TV3 porque la emisora ha programado esta serie de seis episodios donde se alternan diálogos en catalán y castellano.

El conductor del Telenotícies Toni Cruanyes también ha recibido palos por publicar un tuit en catalán diciendo que en casa no paraban de reír viendo el primer capítulo y “al margen de la lengua, no nos escandalizamos por ver lo que vamos a buscar en Netflix”. Este “al margen de la lengua” ha provocado réplicas donde le pedían que se fuera de TV3 o lo trataban de españolito y de más cosas irreproducibles. Determinados tuits podían tipificarse, sin necesidad de hacer piruetas jurídicas, como delito de odio.

Al debate, sin mencionar Drama, se ha añadido este martes por la mañana, también desde Twitter, la consejera de Cultura, Mariàngela Vilallonga, señalando que “el uso social de la lengua tiene que empezar por la televisión pública de Cataluña”. En declaraciones a SER Cataluña ha añadido: “A veces veo demasiado castellano en TV3″. Una salida a la palestra que no se sabe muy bien qué quiere decir –¿monolingüismo militante?–, pero que ha parecido tan “cuqui” como insuficiente a los polemistas más encendidos. La propia TV3, en el Telenotícies migdia del lunes, presentó la serie aludiendo a la existencia del bilingüismo en los diálogos. Lo explicaba llanamente Dani Amor: “Es la realidad que conozco. Yo hablo castellano con mi padre y catalán con mi hermano”.

Pocas horas después, en una entrevista en Ser Catalunya, la consejera despejaba las posibles incógnitas sobre su tuit. Lamentó que, a veces, se escuchara demasiado castellano en TV3 y aseguró que había dado un “toque de atención” al director del canal, Vicent Sanchis, y a la presidenta en funciones de la corporación audiovisual catalana, Núria Llorach, por el contenido de estos últimos días en TV3. Vilallonga recordó que la Generalitat “ha dado” seis millones de euros a la corporación para que se inviertan en proyectos en catalán. Su “toque de atención” se interpretó como un reconocimiento de intromisión política en TV3 por parte, además, de un departamento que no tiene la competencia sobre los medios públicos catalanes. Pocas horas después, la consejera de Presidencia, departamento competente en la materia, y portavoz del Gobierno catalán, Meritxell Budó, evitaba pronunciarse sobre la serie, pero corregía a su colega. “El Gobierno no está para controlar los contenidos de la televisión”, afirmó. “Siempre hemos dicho que TV3 es una televisión pública y libre y el Gobierno no controla ni decide sus contenidos”. Budó recordó que TV3 es la televisión líder en Cataluña, “lo que significa que es bien recibida por la población” y admitió que la obligación de la Generalitat es dotarla de los recursos suficientes para que “pueda ir bien”.

Las reacciones a las declaraciones de Vilallonga prosiguieron. La portavoz del grupo de Catalunya en Comú Podem en el Parlament, Susana Segovia, le reclamó que trabajara para la reconstrucción de su sector y le recordó que TV3 “debe ser la televisión pública de todos”, una televisión que “refleje la diversidad de la población catalana”. El presidente de Ciudadanos en el Parlament, Carlos Carrizosa, calificó a Vilallonga de “extremista, supremacista y talibán”. Para Carrizosa, es “penoso” que la consejera rechace que en una serie que emite TV3 se hable catalán y castellano como pasa en la sociedad catalana. Carrizosa pedirá información para conocer si ha habido algún tipo de presión sobre TV3 por parte de la consejera. “No vamos a permitir que se apropien del idioma catalán los nacionalistas extremistas que quieren expulsar de la vida cotidiana a los catalanes”.

A la polémica se añade que en el reparto figura episódicamente el humorista canario Ignatius Farray que en más de una ocasión ha tratado a los nacionalistas de “fachas”. También ha tenido su propio repertorio de tuits en contra.

La temperatura de esta polémica sorprende. Hace quince días, TV3, que emite en catalán, ofrecía un reportaje de ETB, la televisión pública vasca, titulado El virus de la corona. Un programa de cerca de una hora emitido íntegramente en el castellano original sin ningún alboroto notable en las redes sociales. Por qué? Quizás porque el tema gustaba a la clientela ahora movilizada (los business de Juan Carlos I) y no se cuestionaba la lengua de emisión.

Drama es una producción de RTVE, encargada a El Terrat, que la emisora programó en su canal de internet Playz orientado al público juvenil. TVE la colgó para todo su mercado digital español subtitulando los diálogos que estaban en catalán. Esta iniciativa, que lamentablemente escasea, podía ser vista entonces como una normalización mediática de la realidad lingüística en Cataluña, donde no todo el mundo habla castellano. Entonces no hubo quejas. Las quejas aparecen cuando esta serie la programa TV3 y muestra una Cataluña bilingüe y, a ratos, malhablada.

Según TV3, la polémica emisión de Drama en TV3 fue líder de audiencia en su franja horaria en Cataluña. El primer capítulo alcanzó un 13,2% de audiencia, convirtiéndose en la tercera emisión más vista del día en TV3, y el segundo, 10,5%.

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