'Caronte’, un ejemplo más del auge de las series

En mayo de 1955, en las llamadas Conversaciones de Salamanca, se concluyó que "el cine español es: 'Políticamente ineficaz. Socialmente falso. Intelectualmente ínfimo. Estéticamente nulo. Industrialmente raquítico”. 65 años después algo ha cambiado: más libertad y, sobre todo, más series televisivas. También más poder decisorio para las empresas de televisión, pública o privadas, y una importante ayuda de las plataformas de streaming. Entre 2015 y 2018, según el estudio de PwC La oportunidad de los contenidos de ficción en España, la producción de series aumentó un 52,6%, y la inversión en obras audiovisuales aumentó un 187%. Siguiendo esta tendencia, la consultora predice que en 2022 se producirán 72 series y 18.443 empleos cualificados. El cine, por su parte, se ha estancado.

Son datos que valoran la producción de series sin magnificar la situación pero conscientes de que forman ya parte de una industria menos raquítica y socialmente más auténtica. Uno de los últimos ejemplos es Caronte, una serie producida por BigBang para Mediaset que sin embargo ha estrenado Amazon Prime Video pues, al parecer, no acababa de encontrar hueco en Telecinco. 13 capítulos de algo más de una hora en los que un expolicía y expresidiario aprovechó su estancia en la cárcel, por un crimen que no cometió, para convertirse en abogado penalista y defensor de los indefensos.

Roberto Álamo, protagonista absoluto, está arropado por Carlos Hipólito, Belén López y Miriam Giovanelli, entre otros, en una ficción que contrarresta las algo más de 13 horas de su primera temporada con la autonomía de cada capítulo. Cuando Telecinco encuentre un hueco entre realities y minucias del bajo vientre podrá comprobarse la aceptación popular de esta correcta serie que no rehúye los temas de actualidad: codicia y corrupción.