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Milena Roveda, presidenta de la EFA: “Ha llegado el momento de construir una planta de fusión nuclear para generar energía”

Gauss Fusion afirma que están en disposición de empezar a levantar el primer generador que imita al Sol con Vandellós como posible sede

Milena Roveda, directora general de Gauss Fusion y presidenta de la Asociación Europea de Fusión.
Milena Roveda, directora general de Gauss Fusion y presidenta de la Asociación Europea de Fusión.G. F.
Raúl Limón

Hace 70 años que la humanidad busca imitar al Sol para alcanzar el sueño de disponer de una fuente de energía limpia, segura y casi ilimitada con la fusión nuclear. El ITER, considerado el proyecto más avanzado y ubicado en Francia, espera entrar en fase de pruebas la próxima década. El Laboratorio Nacional Lawrence Livermore en Estados Unidos ha conseguido experimentalmente generar más energía que la requerida para formar un núcleo atómico a partir de dos más ligeros. Pero este ámbito de investigación mantiene un ritmo que las empresas privadas consideran que se puede acelerar, que ya se puede empezar a construir un reactor que genere energía en los próximos 15 o 20 años. El pasado octubre nació la Asociación Europea de Fusión (EFA), impulsada por varias empresas con el objetivo de representar los intereses de la comunidad industrial y de investigación de la fusión en Europa y fomentar la colaboración y el desarrollo de esta tecnología como piedra angular del futuro abastecimiento energético de Europa.

Al frente de esta nueva agrupación está Milena Roveda, una limeña de 56 años que es directora general de Gauss Fusion, una de las empresas de tecnología energética fundadora de la EFA, nacida en 2022 y que cuenta con capital español a través de IDOM.

Pregunta. ¿En qué momento se encuentra la fusión nuclear?

Respuesta. Desde hace cuatro o cinco años, todo el mundo habla de fusión. Están pasando muchas cosas en este ámbito y hay muchas iniciativas privadas y públicas, pero hasta ahora no ha habido una entidad en Europa que coordine y potencie todos los esfuerzos de los diversos actores en el sector.

P. ¿Por qué nace la Asociación Europea de Fusión?

R. Porque la industria ha cambiado su papel en esta historia. La fusión ha estado este tiempo en el ámbito científico y la industria era solamente proveedora de componentes y servicios. Ahora ha cambiado el foco y la industria está asumiendo el liderazgo y construirá plantas de fusión generadora de energía. Necesitamos una representación, una asociación que hable con una sola voz por toda la industria europea.

P. ¿Están preparados para construir una planta generadora de energía a partir de la fusión?

R. Las empresas que forman la EFA han decidido que ha llegado el momento de construir una planta de fusión para generar energía de carga base [satisfacer la demanda en una red eléctrica durante un período de tiempo]. Algunas empresas forman parte de la cadena de abastecimiento mientras otras, como Gauss Fusion, están diseñando y construirán las plantas eléctricas. Por ejemplo, en Gauss Fusion estamos ahora en la etapa conceptual, en el diseño de qué vamos a hacer, y hemos encargado a la Universidad Técnica de Múnich un estudio de posibles emplazamientos, entre los que se encuentra Vandellós [Tarragona, España].

P. ¿Qué inversión precisa Gauss Fusion?

R. En este momento hablamos de 20.000 millones de euros. No es una suma extraordinaria; es lo que costaban los primeros reactores de fisión.

P. ¿La tecnología está madura?

R. Mi opinión es que, si la industria se hubiera metido a programar una planta de fusión hace 15 o 20 años, ya estaría para entrar en operación. La ciencia tiene que hacer investigación, pero la industria tiene otra forma de afrontar los retos. No se ha llegado al 100% de investigación, pero sí a un nivel con el que se puede ir hacia delante. Nosotros decimos: tomemos la ciencia que ya está y pongámosla en marcha. Ahora mismo es ya más un reto para los ingenieros que para los físicos. Porque la física se entiende, pero es el momento de poner los materiales, de concretarla. El control del plasma [estado de la materia resultante de la fusión en forma de gas caliente y dotado de carga cuyas fluctuaciones pueden comprometer el funcionamiento del reactor] no nos preocupa tanto; tenemos experiencia y la investigación está avanzada, aunque hay algunas cosas por analizar, pero lo estamos consiguiendo con confinamiento magnético. Lo que realmente nos preocupa es el tritio [un isótopo del hidrógeno que se utiliza para la fusión con el deuterio]. Es muy escaso en la naturaleza y hay que producirlo. Se sabe cómo en el papel, pero no se ha hecho nunca. Esto es vital. El existente a nivel mundial suma unos 30 kilogramos y para hacer funcionar el primer reactor de un gigavatio eléctrico durante un año necesitamos 150 kilogramos.

No se ha llegado al 100% de investigación, pero sí a un nivel con el que se puede ir hacia delante. Nosotros decimos, tomemos la ciencia que ya está y pongámosla en marcha

P. ¿Cuándo estaría la primera planta de fusión?

R. Hay diversas iniciativas en un rango de 10 a 25 años. Estamos hablando de plantas que serían las primeras de su clase. Es como el primer teléfono móvil, que había que llevarlo en una maleta. En Gauss Fusion tenemos pensado tener la planta lista a principios de 2040 y con ganancia neta de energía [capaz de generar más energía que la que precisa] y conectada a la red, a mitad de esa década.

P. ¿Para 2040 tendremos energía ilimitada, soberanía energética?

R. En unos 20 años sí. Hay una empresa estadounidense que dice que será en 2028. Agua [fuente de deuterio] hay en todas partes, así que, cuando consigamos producir tritio, puedes poner una central de fusión en medio de África y aportará la energía que necesitan.

P. ¿Y cuál sería el beneficio de las empresas implicadas?

R. Según Bloomberg, el mercado de la fusión podría alcanzar una valoración de 40 billones de dólares. Europa pierde la industria automotriz y hemos perdido la tecnológica. No podemos permitir que esto pase con la fusión porque esta puede generar un nuevo renacimiento industrial para nuestro continente. Tenemos una oportunidad única de figurar otra vez en una carrera en la que destacan ahora China y Estados Unidos. Estamos muy interesados en poner a Europa en el mapa de la fusión. Pero hablar ahora del modelo de negocio en 20 años es prematuro. Estamos hablando de cientos de plantas, de construcción, de mantenimiento, de desarrollo tecnológico.

Europa pierde la industria automotriz y hemos perdido la tecnológica. No podemos permitir que esto pase con la fusión porque esta puede generar un nuevo renacimiento industrial para nuestro continente

P. ¿Cuántas plantas?

R. Nuestros cálculos, que ya nos han dicho que son conservadores, son de entre 100 y 200 plantas en Europa capaces de generar un gigavatio eléctrico, suficiente para abastecer a una ciudad media: no como Londres, pero sí más grande que Sevilla. Algunos componentes de las plantas no tendrán una vida útil de 50 o 70 años, pero nuestro planteamiento es construirlas de forma modular para poder cambiar elementos sin tener que pararlas más de lo necesario.

P. ¿Cuentan con financiación pública?

R. Es uno de los temas que tenemos que trabajar. No necesitamos que Gobiernos y entidades públicas pongan los miles de millones, pero tienen que poner unos cuántos cientos para que el capital privado los siga. En estos momentos hay una inversión de 7.000 millones en iniciativas privadas.

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Sobre la firma

Raúl Limón
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, máster en Periodismo Digital por la Universidad Autónoma de Madrid y con formación en EEUU, es redactor de la sección de Ciencia. Colabora en televisión, ha escrito dos libros (uno de ellos Premio Lorca) y fue distinguido con el galardón a la Difusión en la Era Digital.
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