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PRUEBA DE PRODUCTO

Una semana con el OnePlus 7 Pro

El mejor teléfono que ha desarrollado la firma china hasta la fecha saldrá a la venta oficialmente este martes

Laura Pajuelo
Una usuaria toma una imagen con el nuevo móvil de OnePlus.
Una usuaria toma una imagen con el nuevo móvil de OnePlus.

Si hablamos de un smartphone con procesador Qualcomm Snapdragon 855, hasta 12 GB de memoria RAM, pantalla infinita con tecnología AMOLED, carga rápida… ¿Qué modelos o marcas vienen a la cabeza? Posiblemente, los de gama alta de Samsung, Huawei e, incluso, Apple; líderes del sector. Es lo más lógico, ya que se trata de un conjunto de especificaciones reservado para los mejores móviles del mercado. Pero el protagonista de nuestro análisis no es ninguno de ellos, sino el último terminal de OnePlus, una firma china que llegó durante el pasado año de forma oficial a España y cuya filosofía es ofrecer dispositivos con las prestaciones de los tope de gama a un precio moderado. En esta ocasión, con el OnePlus 7 Pro, se acerca más que nunca a ellos, también en el precio: parte de 709 euros en su versión más básica en cuanto a almacenamiento y memoria RAM.

La más veloz

Entre sus características más interesantes se encuentra su pantalla, con nada menos que 6,67 pulgadas. Con este tamaño, se convierte en uno de los tope de gama más grandes y, también, más pesados. Cuenta con tecnología AMOLED (el panel ha sido desarrollado con la ayuda de Samsung) y resolución QHD+ y la experiencia de visualización la coloca directamente entre las mejores. En este sentido, es obligatorio hacer referencia a su tasa de refresco: lo normal es que las pantallas de los teléfonos móviles —con la excepción de algunos modelos específicos diseñados para gaming— las muestren a 60 Hz, es decir, que se refresquen 60 veces por segundo. En este caso, eleva esa cifra hasta los 90 Hz. Y se percibe en todo, desde la visualización de vídeos hasta al hacer scroll: al desplazarnos por una noticia llena de texto, por ejemplo, las letras no se muestran borrosas en ningún momento.

Como ya vimos en el OnePlus 6T, es la propia pantalla la que incorpora el lector de huellas. La tecnología que hay detrás no es demasiado extravagante: bajo el panel hay un sensor óptico capaz de captar la huella y contrastarla con la información guardada en el móvil durante el proceso de configuración. Si la pantalla está bloqueada no hay rastro alguno del lector, y es al encenderse cuando aparece la silueta de una huella en la zona inferior de la misma. Su funcionamiento es rápido (0,21 segundos según OnePlus) y prácticamente no hemos experimentado errores durante las pruebas.

Se complementa con un sistema de reconocimiento de rostro facial sencillo, de los basados en la imagen del rostro. Por eso, aunque funciona bien, tiene sus limitaciones en cuanto a seguridad y uso (no funciona a oscuras, por ejemplo). Pero, ¿dónde está la cámara frontal si la pantalla no tiene notch y tampoco está perforada?

Se esconde

Para conseguir una superficie de visualización más limpia y unos marcos que se ajustan hasta los bordes, OnePlus ha optado por incorporar una cámara frontal retráctil que aparece sólo cuando está habilitado el sistema de reconocimiento facial o al hacer selfies. El mecanismo está bien conseguido y tiene apariencia de resistente. De hecho, la china afirma que es capaz de sobrevivir a 300.000 aperturas, lo que podría corresponderse con 150 usos al día durante unos 5 años.

Autorretrato con la cámara extraíble.
Autorretrato con la cámara extraíble.

Se agradecen, eso sí, un par de medidas de seguridad para garantizar la integridad de este componente. Por ejemplo, que el propio teléfono sea capaz de saber si está dentro de un bolso o bolsillo, evitando su activación por accidente; y también que se cierre automáticamente cuando detecta una caída.

La fluidez de funcionamiento de este sistema es un claro reflejo de lo bien que funciona el 7 Pro en el día a día. Además de la configuración que avanzamos al principio de este análisis, cuenta con memoria UFS 3.0: se trata de un nuevo tipo de almacenamiento con velocidades de lectura y escritura más altas de lo que estamos acostumbrados (los móviles actuales suelen emplear sistemas UFS 2.1). Por otro lado, el terminal funciona con OxygenOS, la capa de personalización que emplea OnePlus sobre Android 9 Pie. Su interfaz es sencilla y con pocos añadidos; los que hay se centran mucho en la personalización: selección del tipo de letra del sistema, configurar distintos perfiles de audio, navegación con barra de botones o gestos…

A mejorar

A la altura de los mejores del mercado en muchos aspectos, tiene margen de mejora todavía en otros. Por ejemplo, en lo que se refiere a la fotografía. Y es que, si bien es cierto que ofrece resultados muy positivos, sigue un escalón por debajo de Apple, Samsung o Huawei. En este caso, incorpora tres cámaras traseras combinadas con un triple sistema de enfoque automático: un sensor de 48 megapíxeles dotado de estabilizador óptico (OIS); un teleobjetivo de 78 mm con 8 megapíxeles, apertura focal de f/2.4, un tamaño de 1µm pixel y OIS; y una lente gran angular de 117º, 16 megapíxeles y f/2.4.

Gracias a ellos, se consiguen imágenes llamativas, nítidas y con los colores algo saturados en entornos con mucha luz; retratos con fondo desenfocado en los que los bordes están perfectamente definidos; y buena gestión de contraluces. Al empeorar las condiciones lumínicas el ruido hace acto de presencia, incluso cuando se emplea un modo nocturno específico.

Por último, echamos en falta una de las últimas tendencias de los terminales de esta gama: la carga inalámbrica. Sí incorpora carga rápida, consiguiendo un 50% de la batería en unos 20 minutos. La autonomía se extiende durante la jornada completa sin problema.

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