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¿Qué tienen en común perros y gatos cuando son cachorros?

Una correcta alimentación y cuidados son claves para conseguir que desarrollen su sistema inmunitario desde los primeros días de vida

En sus primeros meses, los dos animales más frecuentes en el hogar coinciden en diferentes necesidades para garantizar su salud y bienestar.
En sus primeros meses, los dos animales más frecuentes en el hogar coinciden en diferentes necesidades para garantizar su salud y bienestar.

En Europa viven 110 millones de gatos y 90 millones de perros, según el último informe de la Federación Europea de Alimentación para Animales de Compañía (Fediaf). En concreto, en España son más de seis millones de perros y casi cuatro millones de gatos que están haciendo alguna travesura en su casa ahora mismo. Cifras que han experimentado un aumento, sobre todo durante y después de la pandemia.

Diversos estudios realizados en los últimos años confirman algo que sus compañeros humanos ya sabían: perros y gatos alivian los síntomas de soledad, depresión y estrés, entre otros beneficios para la salud mental, que compensan (con creces) los sofás arañados y los calcetines mordidos. Sin embargo, todavía son muchos los hogares que afrontan por primera vez la llegada de un cachorro a casa. ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para garantizar la salud y el bienestar del nuevo miembro de la familia? Curiosamente, en su primera etapa, perros y gatos tienen más en común de lo que parece.

Los lactantes

Lo más recomendable es que estos animales permanezcan junto a su madre y resto de la camada durante las primeras ocho semanas de vida. Pero si, por el motivo que sea, un cachorro ha sido destetado antes de tiempo y no dispone de los cuidados y atenciones de su madre, tanto en perros como en gatos es importante cubrir sus necesidades.

En ambos casos debemos crear un entorno seguro donde pasarán las primeras horas, como una caja de cartón con toallas o mantas acolchadas. Perros y gatos nacen sordos, ciegos, totalmente dependientes e incapaces de regular su temperatura. Para evitar la hipotermia, en las primeras seis semanas de vida es recomendable mantener la climatización del lugar en el que se encuentren entre 29 y 32 grados, con un calefactor o bolsas de agua envueltas en mantas, que se irán retirando a medida que van cumpliendo semanas.

El calostro maternal contiene anticuerpos que estimulan su sistema inmunitario, y no puede ser sustituido en ningún caso por leche de vaca, oveja o cabra. Durante su primer mes, los cachorros huérfanos solo pueden alimentarse de leche maternizada artificial, especialmente diseñada para animales recién nacidos, que toman con ayuda de un biberón o jeringuilla.

Los veterinarios recuerdan que en la primera semana de vida, los perros y gatos bebés deben comer en intervalos de dos a cuatro horas. A medida que pasan las semanas, se puede espaciar las tomas cada cuatro o seis horas. Estos cachorros lactantes también tienen en común que no pueden regular su tránsito intestinal por sí mismos: hay que ayudarles a evacuar 15 minutos después de cada toma, estimulando el área anogenital con una toallita o gasa húmeda.

Nutrición y sistema inmune

A partir de la tercera o cuarta semana, los cachorros y gatitos desarrollan los dientes de leche, por lo que ya se puede ir introduciendo la alimentación sólida. En un primer momento se recomienda la combinación entre la toma de biberones y pienso como Advance Puppy para perros o Advance Kitten para gatos, desde los dos hasta los 12 meses de edad. Este tipo de alimento sólido, que se puede mezclar con la leche maternizada para facilitar su masticación, está específicamente suplementado con inmunoglobulinas y nucleótidos que ayudan a reforzar las defensas y las barreras naturales del cachorro o del gatito. La fórmula, a partir de pollo y arroz como ingredientes principales, cubre las necesidades nutricionales de proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales, que con el paso de los meses favorecen el desarrollo del sistema inmunitario.

Los veterinarios recuerdan que en la primera semana de vida los perros y gatos bebés deben comer en intervalos de dos a cuatro horas y, a medida que pasan las semanas, se puede espaciar las tomas cada cuatro o seis horas.
Los veterinarios recuerdan que en la primera semana de vida los perros y gatos bebés deben comer en intervalos de dos a cuatro horas y, a medida que pasan las semanas, se puede espaciar las tomas cada cuatro o seis horas.

A partir de la octava semana en el caso de los gatos y de la semana 12 en el caso de los perros empieza el calendario de vacunación, que guiará el veterinario. En España no existen vacunas obligatorias para los gatos –salvo la rabia, que será imperativa en caso de viajar al extranjero‒, aunque es recomendable la vacuna trivalente felina, que previene la panleucopenia, el calicivirus y la rinotraqueítis. Los perros deberán ser vacunados contra enfermedades como la rabia, el parvovirus, el moquillo y la hepatitis canina y no se recomienda su salida fuera de casa hasta que esta primera pauta vacunal esté completa. Por ese motivo, los perros deberán aprender primero a hacer sus necesidades en un empapador antes de salir a la calle y los gatos usarán el arenero de forma natural al primer mes.

En la visita al veterinario también se procede a la desparasitación interna y externa, que garantizará la salud de los compañeros peludos y que deberá repetirse periódicamente.

Por último, y antes de volver a casa, una correcta identificación de los cachorros mediante microchip, que coloca vía intradérmica el veterinario, permitirá su localización y recuperación en caso de que el cachorro se pierda.

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