El autoconsumo energético remoto es ya una realidad
La aparición de parques fotovoltaicos con modelos de autoconsumo remoto permite a cualquier persona disponer de paneles solares, independientemente de donde viva
Cuando Albert Escoms, un comercial de 44 años, y su mujer, Lizeth Sánchez, logopeda de 42, compraron sobre plano el ático en el que viven en Picaña (Valencia), tenían muy claro el tipo de vivienda que quería tener: sostenible, moderna y eficiente. Y por eso, desde un principio, planearon instalar paneles solares en su tejado; pero cuando fueron a pedir permiso, al tratarse de una zona común, se dieron cuenta de que a otros también les interesaba, pero que no había espacio para todos. Así que, cuando entraron a vivir, optaron por la posibilidad que les brindaba Comunidad Solar: adquirir paneles solares en remoto para su autoconsumo: en lugar de en su tejado, estarían en un parque fotovoltaico situado en Fuente Álamo (Murcia), pero la energía generada se descontaría de su factura.
La historia de Albert y Lizeth es cada vez más común: la de personas interesadas en beneficiarse de un autoconsumo energético y sostenible, pero que carecen de un espacio propio para poder instalar los paneles fotovoltaicos que necesitan. Una historia similar a la de Santiago Jiménez, un delineante de 48 años que vive en la madrileña localidad de Pinto, con su familia de cuatro: en la comunidad donde vive llevan tiempo intentando instalar paneles para autoconsumo, pero los vecinos no consiguen ponerse de acuerdo. Hasta que se encontró con Comunidad Solar: “En un país donde el 78% de la población vive en pisos, el sueño de la independencia energética mediante paneles solares puede parecer inalcanzable para muchos españoles, pero no lo es”, explica Eugenio García-Calderón, su cofundador. “El autoconsumo remoto es una idea simple pero revolucionaria a la vez”.
El funcionamiento es sencillo: tras pasar por un proceso de asesoramiento, los usuarios interesados adquieren la titularidad, durante 30 años, de un mix energético sostenible que, hoy por hoy, proviene de parques fotovoltaicos e hidráulicos remotos, en Murcia y Palencia. Cada panel solar tiene un coste financiable de 1.200 euros y produce, a lo largo de su vida útil, unos 30.000 kWh, que se aplicarán al consumo de su hogar. Se trata de un modelo cuyas ventajas van más allá del no necesitar un tejado donde instalarlos; es que esa energía generada les seguirá incluso en el caso de que se muden a otro domicilio, que quieran dividirla entre viviendas diferentes o, incluso, cederla a otros usuarios (e incluso a sus herederos).
“Es importante aclarar que los miembros de Comunidad Solar seguirán pagando los costes fijos, peajes, etcétera, a través de su factura de luz. Sin embargo, la energía que produzcan los paneles remotos de Comunidad Solar les costará 0 € el kWh durante 30 años”, añade García-Calderón. “Con una inversión promedio de 4.800 € para comprar 4 paneles solares remotos, los miembros pueden ahorrar hasta un 70% en su factura de luz”.
La energía solar sigue creciendo
El futuro de las energías renovables parece tan brillante como el sol del que se nutren los paneles solares cada vez más frecuentes en la geografía europea. De hecho, se prevé que, en 2025, estas sean ya capaces de generar más electricidad que el carbón, según un informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA). Una evolución en la que la energía solar y las iniciativas de autoconsumo jugarán un papel fundamental, a juzgar por el desarrollo experimentado en los últimos años: en 2022, la Unión Europea instaló un total de 41,4 GW de energía solar, frente a los 28,1 instalados en 2021. Por países, tan solo Alemania se coloca por delante de España en energía solar instalada (7,9 GW de la primera por 7,5 de la segunda), seguidos por Polonia (4,9), Países Bajos (4) y Francia (2,7).
Los datos tampoco hacen pensar en que vaya a producirse una desaceleración: en solo un año, el total de energía solar generada en la UE aumentó un 25 % (de 167,5 GW en 2021 a 208,9 en 2022), y se espera, además, que España sume 51,2 GW más de energía solar en los próximos cuatro años.
Ahorrar no es la única motivación
Reducir la cuantía económica de la factura eléctrica es, sin duda, la principal motivación de muchos de quienes optan por el autoconsumo energético, pero no es la única: también está la preocupación medioambiental y el sentimiento de pertenencia a un proyecto que, para Escoms, “contribuye a democratizar la energía y hacer posible que cualquier persona, en cualquier punto de España, pueda tener su energía renovable”. Como Escoms, el resto de usuarios de Comunidad Solar destaca también la cercanía y profesionalidad de su equipo humano.
Tras calcular que, en su nuevo ático, su consumo rondaría los 5.500 kW anuales, adquirieron cinco packs energéticos (de solar e hidráulico), en teoría suficientes para reducir considerablemente una factura que, en los meses de invierno, se situaba entre los 120 y los 150 euros. “Nosotros estamos convencidos de que todos podemos poner nuestro granito de arena para paliar los efectos del cambio climático, en la medida de lo posible. Y el autoconsumo es una de las herramientas más eficaces de las que disponen las familias”, explica, desde Villena (Alicante), Antonio Molina, encargado de personal en una empresa de fertilizantes.
“Otra de las cosas que me gustaron mucho [de Comunidad Solar] es el hecho de que no solo estás comprando paneles solares; también adquieres una participación en una pequeña hidráulica, lo que la hace mucho más interesante, pues generas energía incluso por la noche”. En su caso, vive solo con su pareja; no tienen hijos y por eso solo necesitaron adquirir tres packs con los que esperan reducir su factura en un 80 %.
Con alrededor de 2.500 horas de sol anuales, España es uno de los países más soleados de Europa, solamente superada por Italia, Grecia, Francia, Portugal y Turquía. Por eso, el fuerte crecimiento de este tipo de energía es una consecuencia perfectamente lógica, como reconoce Antonio Munera, un licenciado en Físicas jubilado en Nuevo Baztán (Madrid): “Siempre me había parecido que, en un país como el nuestro, con un promedio de horas de sol muy superior a otros países europeos, había pocos paneles solares. Y la existencia de subvenciones que prometen cubrir hasta el 45 % del desembolso hace que la inversión en renovables sea más que asequible”.
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