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El movimiento Me Too sigue vivo en los tribunales cinco años después de romper el silencio

Una serie de juicios, entre ellos los de Harvey Weinstein y Kevin Spacey, coloca bajo los focos las reivindicaciones de las víctimas de abusos sexuales en Hollywood

Luis Pablo Beauregard
Movimiento MeToo
Harvey Weinstein, el pasado martes en un tribunal de Los Ángeles.POOL (REUTERS)

Este lunes, cuando comience en Los Ángeles un nuevo juicio contra Harvey Weinstein, mucho habrá cambiado para quien fue el todopoderoso productor de cine. Nada es lo mismo para el cineasta desde el 5 de octubre de 2017, cuando las periodistas Jodi Kantor y Megan Twohey publicaron en The New York Times la investigación que rompió el silencio y quebró el muro de impunidad que rodeaba a quien reinó en Hollywood durante décadas. Con 70 años y una condena de 23 años de prisión por violación y otros delitos sexuales, Weinstein comienza un nuevo proceso judicial en California. De ser hallado culpable de las acusaciones que le hacen cinco mujeres, podría enfrentarse hasta a 140 años de cárcel.

Un lustro después del nacimiento del movimiento Me Too, el de Weinstein es solo uno entre los varios procesos donde las víctimas buscan justicia. En el mismo tribunal donde será juzgado el fundador de Miramax, comenzará con apenas días de diferencia el juicio contra Danny Masterson, la estrella de la serie televisiva That 70′s Show, que encara tres acusaciones por violación, que él niega. En Nueva York, también se sientan en el banquillo el actor Kevin Spacey y el director Paul Haggis.

Weinstein arribó a la costa oeste en julio de 2021 después de haber sido extraditado desde Nueva York, donde recibió la que ha sido considerada una sentencia ejemplar durante el proceso que marcó el nacimiento del movimiento Me Too. Y que ayudó a transformar el sistema judicial del Estado de Nueva York. El próximo mes entrará en vigor la ley para supervivientes adultos de abuso, que crea una ventana de un año para iniciar un proceso en contra del violador o acosador sin importar cuándo haya sucedido el delito. En 2019, además, tanto California como Nueva York ampliaron a 20 años el tiempo de prescripción de una serie de crímenes de este tipo.

El lunes comienza la selección del jurado, una tarea difícil para la defensa del hombre que se ha convertido en el rostro de la depredación sexual moderna junto a Bill Cosby (cuya condena fue revocada por un error procesal). Más de 90 mujeres acusaron a Weinstein de abusos durante un proceso que culminó en febrero de 2020. Entre ellas estuvieron Mira Sorvino, Ashley Judd, Cara Delvingne o Patricia Arquette. La sentencia fue confirmada por cinco jueces en junio.

El jurado es uno de los objetivos de ataque de los abogados defensores. A pesar de la decisión de los jueces, los letrados acudieron al más alto tribunal de apelaciones neoyorquino con la esperanza de anular la condena. Argumentan supuestos prejuicios contra su cliente de un miembro del jurado y un juez, quien permitió testificar a tres mujeres que no fueron víctimas del productor.

La condena que pesa sobre Weinstein fue porque la Fiscalía logró probar los abusos sufridos por Mimi Haley, una asistente de producción, y Jessica Mann, una aspirante a actriz. Lauren Young, otra de las mujeres que subieron al estrado en Nueva York, repetirá su testimonio en los tribunales de Los Ángeles. Ella afirma que la pesadilla que vivió se originó, como muchos otros casos, en supuestas reuniones de trabajo en hoteles de lujo donde se produjeron los abusos.

Este lunes, Los Ángeles Times ha dado a conocer que otra de las mujeres que subirán al estrado es Jennifer Siebel Newsom, la esposa del gobernador de California, Gavin Newsom. “Ella pretende testificar para obtener justicia para las sobrevivientes y como parte de su trabajo para mejorar la vida de las mujeres”, ha señalado en un comunicado Elizabeth Fegan, abogada de Siebel Newsom, una actriz y documentalista de 48 años. De acuerdo con la letrada, el productor acosó sexualmente a su cliente en una de esas supuestas reuniones para hablar de negocios “que resultó ser una trampa”.

Un grupo de actrices y mujeres que rompieron el silencio para señalar a Harvey Weinstein posan juntas en febrero de 2020, tras conocerse el veredicto en Nueva York.
Un grupo de actrices y mujeres que rompieron el silencio para señalar a Harvey Weinstein posan juntas en febrero de 2020, tras conocerse el veredicto en Nueva York.FREDERIC J. BROWN (AFP)

Weinstein se enfrenta en Los Ángeles, la ciudad en la que reinó, a 11 cargos de violación, acoso sexual, copulación forzosa y penetración con uso de la fuerza contra cinco mujeres. Unos casos que habrían ocurrido a lo largo de casi una década, entre 2004 y 2013. Cuatro de las 11 acusaciones habrían sucedido en la semana previa a los Oscar de 2013, una de las citas más importantes de Hollywood. El 24 de febrero, dos cintas producidas por él triunfaron en la gala de aquella noche. Jennifer Lawrence ganó el premio de actuación por El lado bueno de las cosas y Quentin Tarantino logró su segunda estatuilla, por Django desencadenado.

Esta temporada de los Oscar también tiene a Weinstein como protagonista accidental. Una de las apuestas de Universal para la época de premios es She Said, la adaptación cinematográfica del libro escrito por Kantor y Twohey que explica el largo proceso que llevó a las víctimas del productor y otros depredadores a dar un paso adelante y alzar la voz, lo que inició el movimiento Me Too. La cinta cuenta entre el reparto con algunas de las supervivientes de abusos del exproductor.

Young afirma que Weinstein entró a su habitación en el exclusivo hotel Montage de Beverly Hills (hoy conocido como Maybourne) después de una junta y le agarró los senos mientras se masturbaba. Los hechos ocurrieron supuestamente el 19 de febrero de 2013. Weinstein, al igual que hizo con los señalamientos de Nueva York, niega las acusaciones. Además de ella, otras cuatro mujeres expondrán ante el jurado sus casos. Otra víctima fue supuestamente violada un día antes que Young. Según la acusación formulada por la fiscal de distrito de Los Ángeles, una mujer cuyo nombre no se ha hecho público vio cómo el productor entró a la fuerza a su habitación después de haber acudido a una proyección con Weinstein. Después de discutir brevemente, él la obligó a practicarle sexo oral y después la violó.

Tres de las cinco víctimas tienen como abogada a Gloria Allred, una activista del feminismo que ha logrado sentencias en los juicios contra otros depredadores sexuales como el millonario pederasta Jeffrey Epstein, Cosby y, más recientemente, el rapero R. Kelly. Allred tendrá dentro del tribunal apoyo de testigos que ayudarán a establecer antecedentes de malas conductas. Estos, que se han llegado a conocer como testigos del Me Too, pueden ayudar a la Fiscalía a subrayar un patrón prolongado de abusos por parte del acusado, sin que estos testimonios se hayan concretado en acusaciones en este juicio porque o han prescrito o la Fiscalía considera que son más difíciles de probar.

Con casi un centenar de mujeres entre las víctimas de Weinstein, la Fiscalía pidió que 16 subieran al estrado a testificar bajo esa figura. La jueza Lisa Lench se negó y aceptó solo cuatro. Entre las que han quedado fuera están las actrices Rose McGowan, una de las primeras en señalar a Weinstein, y Daryl Hannah. Los abogados del exproductor rechazan estos testimonios porque consideran que violan los derechos a la defensa de Weinstein.

Otros acusados

Al otro lado del país, en Nueva York, el director y dos veces ganador del Oscar Paul Haggis afronta este martes un proceso civil por haber supuestamente violado a una publicista en enero de 2013. El también productor rechaza las acusaciones asegurando que es víctima de una extorsión. En junio, Haggis fue detenido en Italia durante dos semanas hasta que un juez desechó la acusación que había hecho contra él una británica de 28 años que afirmaba haber sido violada dos días seguidos por el director de Crash. El juez determinó que no había elementos para juzgar los hechos y que la defensa del director probó que la mujer mentía.

Kevin Spacey ocupa desde esta semana el banquillo de los acusados en Nueva York. Frente a él tiene a Anthony Rapp, quien acusa al protagonista de House of Cards, de 63 años, de haberle acosado en 1986, cuando tenía 14 años. “Era un niño y no tenía ningún deseo de vivir una experiencia como esta en mi vida… Tuve mucho miedo y fue muy alarmante”, dijo Rapp el viernes durante el inicio del proceso, en el que pide 40 millones de dólares como compensación.

La defensa de Spacey rechaza las acusaciones, que califica de mentiras fabricadas para elevar el perfil de Rapp, quien hoy es parte del elenco de un musical en Broadway. El martes, el actor responderá las preguntas de la defensa de Spacey, a quien 20 hombres han señalado como autor de abusos sexuales. En 2023, el actor de American Beauty se enfrentará en Londres a cinco acusaciones de acoso, supuestamente cometidas entre 2005 y 2013.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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