El Gobierno se inclina por no dejar que Madrid pase a la fase 1

Madrid tiene muchas papeletas para seguir en la fase 0 de la desescalada, la más dura, al menos una semana más. Según ha tuiteado la presidenta de esta comunidad, Isabel Díaz Ayuso, “el Ministerio de Sanidad no parece estar dispuesto a que Madrid pase a la fase 1, pero no da razones técnicas”. “Nos emplazan a otra reunión mañana. Madrid cumple todos los criterios: ha aumentado su capacidad de camas y PCR, menor índice contagios...”, continúa el tuit. Fuentes gubernamentales han confirmado que esa es la intención del ministerio. Sería la segunda vez que el equipo técnico de Sanidad rechaza la solicitud del Gobierno de Díaz Ayuso, igual que ya hiciera la semana pasada. Entonces la solicitud del Ejecutivo regional fue una sorpresa y desató una tormenta interna que acabó con la dimisión de la entonces directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes, quien no quiso firmar la petición porque consideraba que Madrid no cumplía los criterios. Al final, el informe correspondiente fue remitido sin su firma, pero con la del consejero, Enrique Ruiz Escudero.

Aunque Sanidad no ha hecho públicos los informes que justifican la decisión, ni la de hace una semana ni la de ahora, entonces, en una comparecencia parlamentaria, el ministro, Salvador Illa, indicó que si bien la comunidad cumplía con los requisitos de poder ampliar las camas de agudos y las de intensivos (en la primera semana de abril llegó a habilitar más de 1.500 unidades, más del doble de las que tenía antes de la crisis sanitaria), en cambio, la región no estaba preparada para efectuar las pruebas PCR (las más precisas y complicadas) en los centros de salud a todos los casos sospechosos, un cambio importante, ya que hasta entonces solo se hacían los análisis en hospitales y residencias. De hecho, según confirman los sindicatos sanitarios, el material para llevar a cabo esas pruebas no empezó a llegar a los centros de salud hasta el martes de esta semana, y todavía en muchos casos el diagnóstico se comunica con cuatro o más días, cuando según el protocolo del ministerio debería estar en 24 horas.

El miércoles, el vicepresidente de la comunidad, Ignacio Aguado (de Ciudadanos, que gobierna en coalición con el PP y el apoyo de Vox), antes de presentar la documentación para pedir una nueva evaluación adelantada —en teoría las fases se actualizan cada dos semanas, pero el ministerio ha aceptado revisar las peticiones que reciba cada semana—, defendió su propuesta porque dijo que no había justificación técnica para rechazarla. Y añadió que Madrid reforzará el análisis de los contactos de los nuevos contagiados y el seguimiento a los pacientes, para lo que se incorporarán 685 profesionales de atención primaria y 400 técnicos en salud pública.

Además, el martes la comunidad comunicó su protocolo de atención primaria para poder cambiar de fase. En él establece el procedimiento para catalogar los casos sospechosos, los positivos confirmados y los contactos estrechos, obliga a entregar los resultados de laboratorio en un máximo de 48 horas. También establece que se reajusten las agendas de los profesionales con los calificados como “huecos TEL” para la atención telefónica a los pacientes, que deberá ser el mismo día que el paciente haya llamado. Con la reorganización de la atención debida al coronavirus se ha potenciado la atención a distancia de trámites como las recetas o las bajas y altas de las incapacidades permanentes.

El protocolo da las instrucciones para el triaje, la primera evaluación de las personas que acuden a ser atendidas, que ha de existir a la entrada de los centros, estipula que habrá circuitos separados para pacientes sospechosos de covid-19 y los de otras patologías: los pacientes sospechosos de esta infección deberán acudir con mascarilla obligatoria y serán citados en el centro “en las franjas horarias con menor afluencia de pacientes”.

En un documento del Gobierno regional filtrado la noche del jueves se desgranan algunos datos entre la fecha del pico máximo de la pandemia (del 31 de marzo al 1 de abril) hasta esta semana. Por ejemplo, la bajada de pacientes ingresados en las UCI, que ha descendido un 73% —llegó a haber 1.528 pacientes en una comunidad que entró a la crisis con 500 camas públicas y 141 privadas—; el número de pacientes en seguimiento domiciliario por atención primaria, que se ha reducido en “un 90%, pasando de 24.081 pacientes diarios a 2.244”; o la cifra de PCR positivas, que “llegó a alcanzar las 3.300 diarias; y en la última semana se sitúa en las 150 de media”, dice el documento.

Además, insisten en que han puesto en marcha el protocolo de detección y seguimiento de nuevos casos de coronavirus, que tendrá su eje en la atención primaria. Dicho protocolo fue enviado por correo electrónico el pasado domingo por la noche a los centros de salud, los profesionales lo conocieron el lunes pero, sin embargo, este viernes aún no se ha terminado de poner en marcha y los refuerzos que asegura la comunidad que ya se han hecho tampoco terminan de llegar.

Y, como tercera parte de su argumentario, está la política. “Sería un agravio comparativo respecto a otras comunidades”, se lee en el documento, que pone varios ejemplos de ese “agravio comparativo”. Por ejemplo, el de la incidencia acumulada: "El 8 de mayo, Madrid no pasó con una incidencia del 57,15 de casos acumulados por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Por el contrario, Navarra y La Rioja sí pasaron con una incidencia del 64,96 y del 63,76, respectivamente”. O el de la letalidad: "Comunidades o provincias en fase 1, como Navarra, Zaragoza, Gipuzkoa, Álava, Asturias, Bizkaia, Teruel, Cáceres o La Rioja superan a la Comunidad de Madrid”.

Aguado ha remachado este jueves un aspecto sobre el motivo para su solicitud, el económico, que ya había adelantado la presidenta para justificar su iniciativa: “Un criterio médico siempre es estar en la posición más precavida, pero para evitar cualquier repunte entonces nos tendríamos que quedar eternamente en casa”, dijo Ayuso hace una semana. Y añadió que veía incluso peligro de estallido social si no se reactiva la economía de la comunidad.

Madrid ha sufrido la crisis del coronavirus con focos en centros hospitalarios como el de Leganés y en las residencias de ancianos. Aunque para la atención hay estipuladas 11 áreas sanitarias, en la práctica funcionan todas como una sola, lo que dificulta que pidan el cambio de fase algunos territorios que pudieran estar menos afectados, como ha hecho Cataluña, que ha renunciado a proponer el cambio de fase para Barcelona. Además la misma capital se encuentra dividida entre varias de esas 11 áreas, lo que complica aún más una hipotética desescalada por zonas.

Además la Comunidad de Madrid es la que más afectada está por el coronavirus. Según la encuesta serológica cuyos primeros resultados se hicieron públicos el miércoles, más de un 11% de su población (más de 750.000 personas) ha estado ya en contacto con el virus, lo que la convierte en la región con mayor prevalencia de la infección. De esta encuesta se puede extraer otra conclusión: está por debajo de la media española en casos detectados mediante PCR.

En los datos que se dieron el jueves —y que Madrid continúa ajustando por sus problemas con el sistema de notificación—, la comunidad, que representa el 14% de la población española, supuso el 17% de los contagios de todo el país, el 32% de las hospitalizaciones, el 31% de los ingresos en UCI y el 8,7% de los fallecimientos, pero esta última cifra es irreal, ya que Cataluña ha reportado 131 casos, actualizando sus números. El miércoles, que no hubo esa distorsión, Madrid representó el 21,7%.

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