Un tío de la víctima de ‘la manada de Manresa’ intenta agredir a los acusados

Juicio suspendido, pero mucha tensión a las puertas del juzgado en Barcelona por el conocido como el caso de la manada de Manresa. El tribunal de la sección 22 de la Audiencia de Barcelona ha suspendido este miércoles la declaración de la menor que presuntamente fue agredida sexualmente por seis jóvenes por turnos en una fiesta en 2016 cuando ella –que entonces tenía 14 años- se encontraba borracha. Eso ha sido en el interior de la sala. Fuera, los Mossos d’Esquadra han tenido que intervenir cuando un tío de la joven, Paco, ha intentado abalanzarse sobre los acusados, derribando incluso a uno de los agentes que trataban de controlarlo. El tribunal ha suspendido la vista del caso después de que una letrada se ausentara por el fallecimiento de su madre. La víctima declarará el próximo lunes.

La Fiscalía de Barcelona imputa un delito de abuso sexual continuado a seis de los acusados por unos hechos que tuvieron lugar a las 23.30 del 29 de octubre de 2016 en una fábrica abandonada de Manresa. Allí se estaba celebrando una fiesta en la que varios jóvenes, algunos menores de edad, bebieron alcohol y fumaron, según varias declaraciones, gran cantidad de marihuana. La Fiscalía considera que uno de los acusados, Bryan Andrés M., aprovechando que la víctima se encontraba bajo los efectos del alcohol, se la llevó a una casa abandonada junto al lugar de la fiesta y la penetró. Después regresó e incitó a otro de los acusados, Walter Diego C.: “Va, te toca a ti, 15 minutos cada uno. Y no tardes”. La acusación pública sostiene que a partir de ahí entraron en la caseta y abusaron de la víctima, por turnos, un total de seis adultos mientras un séptimo contemplaba la escena y se masturbaba.

La Fiscalía, en su escrito provisional y a la espera de lo que declare la menor, imputa a seis de los acusados un delito de abusos sexuales y pide penas de 10 a 12 años. Para un séptimo acusado, que según la acusación se masturbó mientras contemplaba a sus compañeros, pide una multa de 4.320 euros por no impedir que violaran a la joven. El Ministerio público repite así lo ocurrido en el caso de la Manada de Pamplona, cuando les acusaron de abusos en lugar de agresión porque entendieron que no concurría ni violencia ni intimidación, porque la voluntad de la víctima estaba anulada por el consumo de alcohol o drogas. El Tribunal Supremo enmendó el pasado 22 de junio esa calificación en un fallo calificado de histórico.

En este caso, también la acusación particular, ejercida por la víctima, califica el ataque de agresión sexual, al entender que la menor fue intimidada y sometida mediante violencia, con lo que eleva la petición a una condena de 15 a 20 años de cárcel.  A primera hora de la mañana de este miércoles, una decena de personas, entre las que se encontraban familiares de la víctima y activistas feministas, se han concentrado ante las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña exigiendo, como ya pasara con el caso de la Manada, que se cambiara la calificación fiscal de “abuso a violación”.

Todos los acusados sabían que se trataba de una menor de 14 años y que se encontraba bajo los efectos del alcohol. Tras las violaciones, uno de los participantes, Marco Antonio R., exhibió una pistola de fogueo y advirtió a los que consideró que podían ser testigos que si contaban lo sucedido tendrían problemas. Horas más tarde, dos de los procesados volvieron a violar a la menor. Este martes, durante la primera sesión del juicio, los siete acusados negaron rotundamente los hechos.

Este jueves continuará la vista oral en la que declararan los peritos que han participado en la instrucción del caso.