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Seis años que cambiaron la televisión pública

Desde 2006, cuando Zapatero decidió una reforma radical del modelo, RTVE ha vivido crisis institucionales y la dimisión de sus dos presidentes

El anuncio de que Leopoldo González-Echenique será presidente de la corporación RTVE se produce después de seis años de profundas transformaciones, tanto en el modelo como en su modo de funcionamiento, con la pérdida de la publicidad comercial, que volvió al ente más dependiente de las subvenciones estatales.

Reforma histórica. En 2006, el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero propone una reforma radical en la televisión estatal: el presidente ya no sería designado por el Gobierno, como en los 50 años anteriores, sino por el Parlamento. Su mandato sería de seis años para no coincidir con los cambios de la legislatura (cuatro años).

Primer presidente. En noviembre de 2006, el nombramiento de Luis Fernández se recibe como el primer paso hacia la independencia y la profesionalización de la televisión. Era la primera vez que su responsable era avalado por los partidos mayoritarios en el Congreso (PSOE y PP). La elección por una mayoría cualificada fue una de las recomendaciones de los sabios que durante meses perfilaron la reforma del antiguo ente público.

Entran los sindicatos. Por primera vez, los sindicatos mayoritarios tienen representación en el Consejo de la radio y la televisión. UGT y CC OO designan a un consejero cada uno. Los otros 10 son propuestos por los grupos políticos representados en el Parlamento.

La llegada de Oliart. En noviembre de 2009, un centrista, Alberto Oliart, que fue ministro de Defensa con Adolfo Suárez, es nombrado nuevo presidente de la corporación pública. Cuenta con el apoyo consensuado de los dos grandes partidos. Tenía 81 años y sustituía a Luis Fernández, que dejó el mandato antes de tiempo.

Segunda dimisión. Tampoco Oliart acaba su mandato. En julio de 2011 anuncia su dimisión porque no quiere, explica entonces, que el asunto que le impele a cesar en el cargo se convierta en un culebrón de verano. Los medios publicaron la adjudicación de un contrato para la prestación de servicios técnicos de TVE a una empresa dirigida por uno de sus hijos.

Presidencia rotatoria. El Consejo de RTVE se sume en el desconcierto porque la salida de Oliart se produce meses antes de las elecciones y los dos partidos ya no son capaces de alcanzar acuerdo alguno. Los consejeros van rotando en el cargo de presidente, pero sus competencias no abarcan lo relacionado con la dirección ejecutiva de la compañía. De este modo, su papel se reduciría a convocar las sesiones del consejo, moderar los debates o autorizar las actas.

Cambio de Gobierno. La Llegada al poder de Mariano Rajoy deja entrever de inmediato cambios en el modelo de RTVE. El consenso de 2006 salta por los aires. El PP aprueba en abril un real decreto ley que echa abajo el requerimiento de dos tercios del Parlamento para nombrar director del ente. Los consejeros pasan de 12 a nueve. Los sindicatos ya no estarán representados. El Gobierno justifica la reforma legislativa por un “bloqueo” en las negociaciones y el PSOE lo califica de “golpe institucional”.

Renovación del Consejo. A la hora de proponer nuevos consejeros, el PP se ha reservado cinco plazas, deja tres al PSOE y cede una a CiU, que ha apoyado la reforma de la ley. Los socialistas renuncian a presentar candidatos. Argumentan que los populares han cambiado las reglas del juego. Este mes se renuevan cinco plazas y en enero de 2013 las cuatro restantes.

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