La fiesta del paladar
Una feria reúne en Bilbao por primera vez todas las marcas de calidad alimentaria de Euskadi - Los 23 puestos abrirán hasta mañana
La Plaza Nueva de Bilbao se convirtió ayer en el centro de la calidad gastronómica certificada. Nunca antes se había celebrado en Euskadi una feria que aglutinase todos los distintivos de calidad y origen existentes en la comunidad autónoma (Eusko Label, Denominación de Origen y Agricultura Ecológica). Degustaciones de pollo de caserío y pimientos de Gernika compartían espacio con talleres infantiles de plantación de tomates, mientras los 23 puestos instalados bajo una gran carpa exhibían la mejor carne de vacuno, huevos de gallina campera o miel de Getaria, entre otros productos.
El proceso para que un alimento sea distinguido con el Eusko Label resulta laborioso —son precisos varios informes previos—, aunque los 2.139 productores que cuentan con él, entre un 30% y un 40% de los existentes en el País Vasco dependiendo del sector, ven defendida su labor y se sienten respaldados por una marca de prestigio. También reciben ayudas para su promoción, que alcanzan un 20% del coste de ésta.
Los técnicos someten a los alimentos a estrictos controles periódicos
Más de 2.100 productores cuentan con el sello de garantía de Eusko Label
Los baserritarras ven sus productos sometidos a estrictos controles periódicos de los técnicos de Fundación Kalitatea, propietaria de la marca Eusko Label, fundada en 1989, e integrada por el Gobierno, las tres diputaciones y representantes del sector.
Begoña Lumbreras, propietaria de Momoitio Baserria, en Berango, donde cultiva sus pimientos, sostiene que los consumidores muchas veces no son conscientes del arduo y costoso proceso de producción que hay detrás de la marca. "Como está prohibido usar pesticidas o plaguicidas, cada 15 días echamos al cultivo una especie de pulguitas para que neutralicen la mosca blanca y otras amenazas", dice.
Los pollos de caserío con Eusko Label se diferencian de los demás en que su alimentación es 100% natural y su cría dura 81 días, frente a los 35 del resto. El coste del mantenimiento de las explotaciones resulta elevado, como ocurre con el sector de la miel, las hortalizas y los quesos. De ahí que en ocasiones, el precio de estos productos pueda llegar a superar entre un 20% y un 50% el de los alimentos sin distintivo.
El volumen de producción suele ser reducido. Por ejemplo, los 70.000 kilos anuales de miel de calidad certificada compiten con los 60.000 diarios de algunas marcas industriales. Por ello, Jabiertxo Martiarena, cuyos quesos de Idiazabal han ganado varias medallas de oro mundiales, advierte de que "nadie se hace rico" en este sector, que se nutre de la clientela fija. Los más de 2.100 productores con Eusko Label facturaron el año pasado 95 millones de euros.
La feria, que se prolongará hasta mañana e incluye catas de vino y degustaciones benéficas, fue inaugurada ayer por la directora de Turismo, Isabel Muela; la portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, y la consejera de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca, Pilar Unzalu.
