Giorgio Damiani: «Queremos que a las clientas les apetezca lucir nuestras joyas dentro de 10 años tanto como hoy»

Giorgio Damiani lleva la pasión por las joyas en su ADN. Sus abuelos crearon la firma de joyas Damiani en 1924 y desde entonces su familia no ha dejado de trabajar para llevar la excelencia de sus creaciones a todos los rincones del mundo. Orgulloso de las piezas de alta joyería que se exhiben estos días en la joyería Durán de la calle Goya de Madrid, nos recibe para contarnos de primera mano cómo se trabaja para que una marca de joyas tan emblemática y prestigiosa como Damiani siga creciendo e innovando con sus procesos de producción.

La exposición de joyas que podemos ver estos días en la Joyería Durán es impresionante. ¿Cuál es su pieza favorita?

Una pieza muy especial que tenemos aquí es la Boca de tiburón. Y la característica de esta pieza, aparte de ser única y fantástica, es que ha ganado un Diamond International Award, o lo que es lo mismo los Oscar de la de joyería, que son los premios que reconocen el mejor diseño de joyería con diamantes. Damiani tiene el récord mundial de premios Diamond International Award: tenemos 18 premios. Esta es una pieza fantástica que diseñó mi madre ya en 1978 y con la que ganó el primero de esos premios para Damiani. Es un pieza muy especial, que no está a la venta, y que la tenemos solo para exposición. Es una pieza de museo.

Sus abuelos fundaron Damiani, sus padres la convirtieron en una marca global y sus hermanos y usted continuan con el legado. ¿Cómo es crecer en una familia de joyeros?

Sí, todo empezó en 1924 con mis abuelos. Y ahora mis hermanos y yo somos la tercera generación. En realidad todo ha sido muy normal y natural. Nunca he pensando en dedicarme a otra cosa porque la joyería estaba metida en mi ADN. Nunca me sentí presionado por mis padres para dedicarme a ello, pero heredé su pasión por las joyas con mucha naturalidad. Les he visto trabajar con gran pasión y para mí ser parte de Damiani fue un transición muy sencilla.

En Damiani las joyas se hacen con un proceso complemente artesanal. ¿Por qué una apuesta tan clara por la artesanía?

No creemos que haya otra manera posible de alcanzar el nivel calidad que nosotros perseguimos si no es con las manos de los más expertos profesionales de la joyería. Nuestros procesos de producción no son en serie, nosotros producimos cada pieza a mano, con artesanos, que le dan a cada joya única su particularidad. Es tan importante para nosotros el proceso de creación a mano que hemos creado una escuela dentro de nuestro taller para formar a expertos profesionales. La excelencia que perseguimos es muy alta y solo formando a nuestros propios artesanos podemos lograrla. Nos encanta que tanto los clientes como los periodistas conozcáis cómo trabajamos y cómo se crean nuestras piezas.

¿Qué es para usted lo más importante de una joya?

Creo que lo más importe es lo que te hace sentir y también la comodidad que sientes al llevarla. A mí me gusta que las clientas se sientan muy cómodas con nuestras piezas y quieran llevarlas una y otra vez.

Los clientes de Damiani cuentan con seguro cuando compran su piezas. Debe dar mucha tranquilidad sentirse protegido ante los robos. 

Fuimos una marca pionera en obsequiar al cliente con el seguro de su pieza. No es algo que en lo que nos guste pensar, pero desgraciadamente los robos ocurren. Queremos estar cerca de nuestros clientes y que en el hipotético caso de eso ocurra tengan garantías y se sientan protegidos.

Hacia dónde cree que irán las tendencias de joyería en 2024.

En Damiani nos fijamos en las tendencias, por supuesto, y queremos ser siempre innovadores, pero la joyería no es como la moda, es algo más atemporal. Nosotros queremos que las piezas perduren y que dentro de 10 años las clientes tengan las mismas ganas de lucirlas que hoy. Que pasen de generación a generación porque tengan un significado que perdure en el tiempo.

La sostenibilidad y la transparencia son dos de los pilares en los que se basa la filosofía de Damiani. 

Nuestro modelo de trabajo es muy transparente. Trabajamos con el Sistema Kimberley, que monitoriza el diamante desde el momento mismo de la extracción hasta el último momento en el que nosotros lo engastamos. En realidad nuestro gremio, a pesar de las películas de Hollywood y que siempre hay manzanas podridas en todos los negocios, es un gremio muy limpio. Todo cumple sus normativas. En cuanto a la sostenibilidad, siempre hemos querido devolver a la tierra lo que nos da, que son estas piedras preciosas maravillosas. Por eso estamos comprometidos con varios proyectos medioambientales. Es muestro modo de mostrarle gratitud a la tierra que tanto nos da.

Grandes estrellas del mundo del cine y la música han lucido sus joyas. Cuénteme alguna anécdota con alguna de las celebrities con las que Damiani tiene una estrecha relación.

Estamos muy orgullosos, como empresa familiar que somos, de la relación tan bonita que hemos ido construyendo a lo largo de los años con muchas celebrities. Hay muchas historias y anécdotas, pero a mi favorita es cuando Sharon Stone vino a verme y me dijo: Giorgio tenemos que hacer algo en África, hay que devolverle a África todo lo que os ha dado en forma de piedras preciosas. Me contó cómo muchas madres con SIDA lograban dar a luz a niños que no portaban el virus pero los niños acaban muriendo de diarrea por falta de agua potable. Cómo era posible que después de conseguir librarse de una enfermedad tan devastadora murieran por una simple diarrea. Nos pusimos a trabajar con ella en un proyecto de pozos de agua potable y esa es una de esas historias que siempre recordarás porque esos pozos cambiaron inmediatamente la vida de la gente.