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Georgina Treviño, joyera: «Me gusta lo que la gente a veces da por feo»

La artista conjuga la estética Y2K con la cultura chicana de la que es heredera. Sus creaciones han conquistado a nombres como Rosalía, Beyoncé o Lady Gaga y a firmas como Bimba y Lola, para la que acaba de intervenir su flagship en Barcelona.

La artista Georgina Treviño.
La artista Georgina Treviño.dr
Patricia Rodríguez

Georgina Treviño (San Diego, California, 33 años) entiende la joyería como un arte total capaz de invadirlo todo. Sus joyas son piezas artesanales que en muchos casos crea con elementos que se encuentra por ahí, en mercadillos o tiendas de souvenirs. Una acepción del upcycling o suprarreciclaje que ella entiende como una coctelera en la que introducir todas sus referencias. “Yo crecí en la frontera, entre Tijuana y San Diego, y soy muy bicultural”, explica la artista desde Barcelona. “Me inspira estar en la calle, el chicano, toda esa cultura para mí es importante y la uso como punto de referencia”. Ella misma es fruto de esa mezcla: nacida en Estados Unidos, a 15 minutos de la frontera, su padre es de ciudad de México y su madre, de Tijuana.

Ha viajado a la Ciudad Condal para presentar una nueva alianza con Bimba y Lola, firma con la que ya colaboró en una de las tiendas de la capital mexicana, con una instalación de grandes dimensiones. “Mi trabajo siempre involucra el lenguaje de joyería”, defiende, pero aplica esa gramática personal tanto a un pendiente como a un sombrero, como el que creó para Bad Bunny, aderezándolo con cadenas de cristales o piezas metálicas con formas tribales. Rosalía, Beyoncé, Lady Gaga, Lizzo o Bella Hadid también han lucido ya sus diseños. “Ahorita me divierten los proyectos que me empujan a hacer otro tipo de cosas, en las que si no igual no pensaría. Ya estoy haciendo ropa o muebles”. Todo lleva su sello: “Mi inspiración es mi realidad, es como soy yo. Soy de 1989, así que soy muy Y2K, muy dosmiles, muy lo que está pasando ahora. Si pudiera sacudir a Georgina, caerían mis piezas”.

Una amalgama que reivindica pararse a admirar la cultura que está en los márgenes. Lo que se desprecia con la etiqueta de ‘vulgar’. La tipografía de las tortillerías, por ejemplo, le sirve como firma. “No me importa en realidad lo que vaya a decir la gente. De repente se me ocurre algo y voy a mi taller, corro, lo hago y nunca estoy preocupada por gustar”, alega. Precisamente ese desapego por las opiniones ajenas es lo que le permitió abrir su cartera de referencias: “Me gustan los dibujos como tackies [horteras], lo que la gente a veces da por feo pero es hermoso. Me gusta encontrar el bonito. Aunque esto pueda sonar medio loco para algunos, a mí me inspiran”.

A la izquierda, un bolso intervenido por Georgina Treviño en el escaparate de un local de Bimba y Lola en Barcelona. A la derecha, las manos de la artista sobre un bolso gigante al que colgó sus charms.
A la izquierda, un bolso intervenido por Georgina Treviño en el escaparate de un local de Bimba y Lola en Barcelona. A la derecha, las manos de la artista sobre un bolso gigante al que colgó sus charms.dr

Treviño se graduó en diseño aplicado en la Universidad de San Diego en 2014, tras haber pasado un año en la capital mexicana que cambió su forma de ver el mundo. Allí pensó por primera vez en crear su propia marca. “Cuando estaba estudiando me fui un año a vivir con mis tíos y ellos me influenciaron mucho. Mi tío es el arquitecto Mauricio Rocha y mi tía, Estela Treviño, es curadora y directora de fotografía”. Hasta que no terminó sus estudios no se lo tomó del todo en serio, pero desde entonces su crecimiento ha sido orgánico: “A partir de ahí tuve más tiempo, renté un estudio y todo fue poco a poco. Sigo aprendiendo y sigo creciendo, porque todavía no estoy dónde quiero, pero todo ha sido muy transparente”.

Su trabajo ha sido expuesto en el Racine Art Museum de Múnich o en Salón Cosa en México y ya forma parte de la colección permanente del neoyorquino Museum of Arts and Design. Aunque, como buena milenial, su canal de comunicación prioritario es Instagram. También le sirven de tarjeta de presentación las piezas que lucen los grandes nombres de la música, aunque con desiguales resultados: “Por ejemplo, con Lady Gaga tuve muchas ventas de esa pieza específica. Pero no siempre es así, con Beyoncé me pasó que tuve más following (gente siguiéndola) que ventas”.

Para Bimba y Lola en Barcelona ha intervenido su nueva flagship y ha impartido varios talleres: “La idea era hacer un takeover de la tienda con el tema de los lucky charms”, colgantes de la suerte que han decorado tanto el espacio como un bolso de peluche gigante o el propio escaparate. Carta blanca para plasmar su espíritu, durante unos días, en la nueva dirección de la marca en la ciudad (Passeig de Gràcia, 51).

La entrada de la nueva tienda de Bimba y Lola en Barcelona, intervenida por Georgina Treviño.
La entrada de la nueva tienda de Bimba y Lola en Barcelona, intervenida por Georgina Treviño.dr

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Sobre la firma

Patricia Rodríguez
Periodista de moda y belleza. En 2007 creó uno de los primeros blogs de moda en España y desde entonces ha desarrollado la mayor parte de su carrera en medios digitales. Forma parte del equipo de S Moda desde 2017.

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