Rosario Flores: «La ropa que he heredado de mi madre tiene luz»
Su armario es de mil colores, como su canción. Huye del estilo minimalista para apostar por el exotismo y las prendas con carácter. Una proyección de ella misma.
Con su cuerpo privilegiado, Rosario Flores puede echarse encima lo que quiera. La cantante, que se atreve con todo, presume de ser capaz de arreglar su propia ropa y de llenar todo su armario con piezas de moda a buen precio, pero siempre con un toque hippy chic.
¿En su armario hay ropa de Lola, su madre?
Sí. Tengo un montón, todo muy especial: pañuelos, trajes, collares… Mi madre era presumida, se compraba de todo. Pero también era generosa y le gustaba regalar cosas suyas a sus amigas, así que hay más gente que tiene recuerdos de Lola. Todo lo que ella usó está lleno de luz, porque Lola era una persona luminosa…
¿Hay algo de ella que use con frecuencia?
Un collar dorado, compuesto por una cadena y un colgante con un tigre, y un anillo vintage precioso que me pongo mucho para actuar. Todo de bisutería. Mi madre tenía joyas, pero elegía muy bien la bisutería.
¿Y qué le gustaría que conservasen de usted sus hijos?
Cualquier prenda que yo haya usado mucho… Algún traje que haya llevado sobre el escenario, por ejemplo.
¿Le gusta ir de compras?
Me encanta. Lo paso de miedo. Soy de mirar mucho, de probarme, de comparar precios. Y miro lo que me gasto, ¿eh? Pero comprar me divierte.
¿Es de las que llega a casa y hace acto de contrición?
A veces me llevo algo y luego me doy cuenta de que me he equivocado, pero no le doy más vueltas: lo regalo a alguna amiga y ya está. Como tampoco soy de hacerme con cosas carísimas… Invertir mucho dinero en ropa me da cierto cargo de conciencia.
Su última adquisición…
Una chaqueta de borreguillo con un punto canalla, que me va a venir muy bien para este
invierno. Ahora tengo que comprarme un buen abrigo, pero esa es una de esas compras que hay que pensar con cuidado.
¿Va de tiendas cuando viaja?
Siempre. Porque además me vuelve loca la ropa vintage, y en España no hay demasiadas tiendas. Tengo localizadas varias en ciudades a las que voy con frecuencia, como Londres, Nueva York o París.
¿Algún trofeo del que presumir en esa caza del tesoro?
Un bolso de Chanel que me compré en Los Ángeles. Es un clásico. Fue un poco caro, pero lo tomé como una inversión.
¿Sabe coser?
¡No veas! Mi abuela era costurera y heredé su habilidad. Me he hecho mucha ropa y, sobre todo, customizo las prendas para las actuaciones.
¿Le gustan los tacones?
Pues mira, sí, porque a las chicas nos va eso de sufrir. El zapato plano es comodísimo, pero el tacón es otra cosa, te da otra fuerza, otro aire… Yo uso bastante calzado de tacón cubano, que es lo mejor para actuar y moverte durante dos horas.
Hábleme de una prenda con la que haya dado el golpe.
Un vestido que perteneció a mi madre y que llevé a los Grammy. Es largo, atado al cuello, con la espalda al aire y un estampado de lunares de distintos tamaños y colores.
¿Y qué es lo que mejor le sienta?
La ropa con un toque sensual y los trajes de inspiración masculina pero con corte femenino.
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