FKA twigs denuncia al actor Shia LaBeouf por maltrato y abuso «incansable» en su relación
La artista interpone una demanda por agresión sexual, maltrato e imposición de angustia emocional y se suma al historial violento del intérprete con Mia Goth o Karolyn Pho.
«Un año de «abuso incansable». Esto es lo que desprende la demanda por agresión sexual, maltrato e imposición de angustia emocional que interpuso en Los Ángeles el pasado viernes la artista FKA twigs (nacida Tahliah Debrett Barnett) contra su expareja, el actor Shia LaBeouf. La denuncia, que ha trascendido a través de The New York Times (y un posterior comunicado de la artista a través de sus redes), también incluye declaraciones de otra expareja del actor, Karolyn Pho, que también denuncia agresiones recibidas, además de una admisión de los hechos por parte de LaBeouf («No tengo excusas para mi alcoholismo o comportamiento agresivo. He sido abusivo conmigo mismo y con todos los que me rodean durante años. Tengo un historial de lastimar a las personas más cercanas a mi persona. Me avergüenzo de esa historia y lo siento por aquellos a quienes lastimé. No hay nada más que pueda decir»).
Según desprende la demanda, La Beouf llegó a ahogar a la cantante en un viaje al desierto en San Valentín en 2019 mientras dormía, intentando asfixiarla. En ese mismo viaje, volviendo a Los Ángeles, el intérprete de Transformers condujo imprudentemente y a velocidad elevada, «quitándose el cinturón de seguridad y amenazando con estrellarse a menos que ella le profesara su amor». Después de que la cantante le suplicara poder salir del coche, él se detuvo en una gasolinera y ella sacó sus maletas, pero LaBeouf la siguió y la agredió, arrojándola contra el coche mientras le gritaba en la cara, según la demanda, para después obligarla a meterse en el coche de nuevo.
Según el relato de la artista, no fue un incidente aislado. La demanda recoge que LaBeouf, además de contagiarle una enfermedad de transmisión sexual con conocimiento de causa, le llegó a producir moratones durante su relación por agarrarla con fuerza o zarandearla. Twigs y el intérprete se conocieron en el rodaje de Honey Boy en 2018, la película autobiográfica que dirigió y escribió el actor, basada en una relación con su padre. Twigs explica en la demanda que LaBeouf se ganó su confianza por unos inicios de relación en los que él tenía «demostraciones exageradas de afecto» (conocida como la fase de la ‘luna de miel’ en las relaciones abusivas: esos recuerdos de los momentos felices dificultan atajar el maltrato después). Al poco tiempo, y según narra la artista en la demanda, el actor le recriminaba prácticamente todo: no le gustaba cómo miraba o hablaba con los camareros y ella incluso aprendió a bajar la mirada cuando otros hombres hablaban con ella. También alega que LaBeouf tenía reglas sobre cuántas veces tenía que tocarle y besarle a lo largo del día. También que llegó a aislarla de su círculo más íntimo: la convenció para que se mudara a Los Ángeles y no viviese en Londres, cerca de sus amigos y familiares.
Mientras convivían, la demanda indica que él mantuvo un arma cargada junto a la cama en todo momento y que ella tenía miedo de usar el baño por la noche para que no la confundiera con un intruso y le disparara. No la dejaba vestirse para irse a la cama, tenía que dormir desnuda, y convertía un desacuerdo insignificante (sobre un artista que le gustaba y a él no, por ejemplo) en una pelea que podía durar toda la noche, privándola del sueño.
«Pensaba que nadie me iba a creer»
Tras el incidente en la gasolinera (donde nadie acudió a ayudarla) y el intento de explicar lo que pasaba a un amigo, la artista decidió dar un paso adelante, pese a sus temores iniciales. «Pensaba que nadie me iba a creer», ha explicado a The New York Times, «no soy convencional. Soy una persona de color que es una mujer». Con ayuda de un terapeuta, Barnett terminó la relación en la primavera de 2019.
Dejarlo no fue fácil, según su testimonio fue «difícil y peligroso». LaBeouf se presentó sin previo aviso y la aterrorizó, según la declaración jurada de una testigo, una empleada de trabajo doméstico, llegando a agarrarla violentamente y encerrarla en otra habitación para gritarla y tratar de disuadirla. “Todo el tiempo que estuve con él, podría haberme comprado un billete de avión para volver a mi casa de cuatro pisos en Hackney, pero no lo hice”, cuenta la artista sobre cómo la desactivó moralmente y bloqueó su autoestima. “Me llevó tan bajo, por debajo de mí, que la idea de dejarlo y tener que trabajar de nuevo me parecía imposible”, cuenta la artista en la entrevista.
En su demanda, Barnett dice que planea donar una parte significativa de cualquier daño monetario a organizaciones benéficas de violencia de género, consciente de cómo el factor e independencia económica incide en poder dar el paso para abandonar relaciones abusivas. «En realidad, fue muy caro y necesité una gran cantidad de tiempo y recursos para salir», cuenta en The New York Times. «Lo que pasé con Shia fue lo peor por lo que he pasado en toda mi vida. No creo que la gente pensara nunca que me pasaría a mí. Pero creo que esa es la cuestión. Le puede pasar a cualquiera».
En sus redes sociales, la artista ha colgado una nota a propósito de que se haya hecho pública su demanda:
«Puede que te sorprenda saber que yo estaba en una relación de abuso emocional y físico. También fue difícil para mí procesarlo, durante y después. Nunca pensé que me pasaría algo como esto. Por eso he decidido que es importante hablar de ello y tratar de ayudar a la gente a entender que cuando estás bajo el control coercitivo de un abusador o en una relación violenta de pareja íntima, marcharte no se siente como una opción segura o factible. Espero que al compartir mi experiencia pueda realmente ayudar a otros a sentir que no están solos y arrojar algo de luz sobre cómo pueden ayudar a aquellos que están preocupados de que alguien que les importa pueda estar en una relación abusiva, porque entiendo que puede ser confuso y difícil de entender. Saber qué hacer.
Las estadísticas sobre las relaciones de violencia de pareja íntima y de abuso doméstico son impactantes y durante la covid he estado realmente ansiosa porque sé que muchas víctimas habrán quedado literalmente atrapadas con sus abusadores sin alivio ni forma de salir. Mi segunda peor pesadilla es verme obligada a compartir con el mundo que soy una superviviente de violencia doméstica. Mi primera peor pesadilla es no contárselo a nadie y saber que podría haber ayudado incluso a una sola persona al compartir mi historia».
Las ‘otras’ denuncias contra LaBeouf
FKA Twigs no es la única. LaBeouf arrastra un historial de comportamiento violento. Ha sido arrestado varias veces por cargos que han sido desestimados, incluidos agresión y alteración del orden público, según informes de periódicos y registros públicos. Además de las declaraciones de twigs y la estilita Karolyn Pho que aparecen en The New York Times, en 2015, unos desconocidos grabaron un video de él vejando a su novia en ese momento, la actriz Mia Goth, diciéndole: «Este es el tipo de cosas que hacen que una persona sea abusiva». Después de que los hombres que grababan al Sr. LaBeouf lo apartasen de Goth, él les dijo: «Si me hubiera quedado allí, la habría matado».
Pho, una estilista que es otra de las ex novias de LaBeouf, ha explicado experiencias igualmente turbadoras, algunas de las cuales también se describen en la demanda. Una vez, según la denuncia, él la inmovilizó borracho contra una cama y le dio un cabezazo, lo suficiente como para que sangrara.
Por su parte, el acusado también ha dicho al rotativo tras enviarle todas y cada una de las acusaciones que hay contra él en un correo electrónico que «muchas de esas acusaciones no son ciertas» pero que les debía a las mujeres «la oportunidad de airear sus declaraciones públicamente y aceptar la responsabilidad por las cosas que he hecho».
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