Cómo el verano más vergonzoso y humillante de Elizabeth Hurley dio pie a una amistad para toda la vida con Hugh Grant
Hoy el británico cumple 60 años. Recordamos cómo hace 25 años Hurley, su entonces pareja, tuvo que soportar el acoso de la prensa después de que a él lo cazaran con una prostituta en Los Ángeles. Pese a ello, su relación sigue siendo de lo más cercana.
No cabe duda de que Elizabeth Hurley sabe reponerse a las adversidades. La actriz, modelo y empresaria, así como embajadora de Estée Lauder, tuvo que hacer frente hace un cuarto de siglo al verano más complicado y mediáticamente vergonzoso de su vida. ¿La razón? Quien en aquel momento era su pareja, el actor Hugh Grant, que acaba de cumplir 60 años, el 27 de junio de 1995 fue pillado in fraganti por la policía de Los Ángeles mientras una prostituta llamada Divine Brown le practicaba una felación. Él iba con unas copas de más y, lejos de ser infiel a su novia de una forma digámosle discreta, no tuvo otra ocurrencia que dar rienda suelta a sus instintos más primarios dentro de un coche y, por si fuera poco, en medio de Sunset Boulevard.
De inmediato, la foto de su ficha policial se publicó en todos los medios habidos y por haber. Y, es más, la cazada se produjo escasos días antes de que el 12 de julio llegara a las pantallas de cine su primer gran papel en Hollywood, la comedia romántica Nueve Meses. El escándalo, como se pueden imaginar, eclipsó la maquinaria promocional de la cinta. “No hago más que leer teorías psicológicas sobre que estaba bajo presión, demasiado cansado, solitario, que me había caído por unas escaleras de pequeño… Sería una estupidez esconderme detrás de eso. Hice algo malo y ya está”, le dijo a Jay Leno en un The Tonight Show que batió récords de audiencia aquella noche.
Por entonces todo el mundo pensaba que su relación, la cual empezó en 1987 en el rodaje de la película española Remando al Viento de Gonzalo Suárez, estaba abocada al desastre. Sin embargo, contra todo pronóstico, se produjo un inesperado giro en el guion: la británica no dudó en acompañar al actor en el estreno de Nueve Meses. Aunque eso sí, esa première fue muy diferente a la de Cuatro Bodas y un Funeral a principios de 1994, la noche en la que ella eclipsó todos los flashes gracias al icónico vestido negro de Versace con imperdibles de oro que lució. Los paparazzis no daban crédito. ¿Realmente había sido capaz de perdonarle?
La réplica se hizo algo de rogar, aunque no mucho. El 4 de agosto de 1995 se emitió en la televisión estadounidense una entrevista que Hurley concedió a Barbara Walters. En aquella charla no solamente afirmó que cuando se enteró de la deslealtad tras recibir un telefonazo de su agente (segundos antes de que Grant se lo explicara de su propia boca) “sentí como si me hubieran disparado”, sino que “lo que me digo a mí misma es si en cambio de esa llamada me hubiesen dicho que él había muerto en un accidente de coche, lo cual es diez veces peor”. “No creo que sea una cuestión de comprensión. Perdonar … El perdón es un tema muy difícil, pero eso es algo que debe resolverse”, dijo también, no sin antes agregar que en el estreno de Nueve Meses “me sentí miserable” y que “no creo que deba machacar a alguien cuando está en un momento tan bajo. Nunca lo he pensado”. ¿Y ahora qué?, le preguntó la periodista. “No lo sé. Para ser honesta realmente no lo sé”, contestó. El rodaje durante siete semanas en Sudáfrica de Tierra de Odios, sin duda, fue su mejor vía de escape para sobrellevar la presión de la prensa.
Hurley y el actor siguieron unidos prácticamente cinco años más, hasta mayo del 2000. No obstante, según ella, el escándalo de Divine Brown no fue el motivo principal de su ruptura. Tres meses después de volver a la soltería narró en la revista New York que “no quiero que alguien vea deportes en la cama. Eso me vuelve loca. Solía hacer que Hugh los mirara con el sonido apagado. No me gustan los deportes, y mucho menos en la cama. Lo odio”. También comentó, por si resulta de interés, que “me encantaría que mi perro durmiera conmigo, pero Hugh realmente no podía soportarlo”.
Al final lo suyo terminó por motivos más banales de los que el resto podíamos llegar a imaginar. Sin ir más lejos, en 2015 nuestra protagonista aprovechó una visita al programa Watch What Happens Live para desvelar que “mis amigos solían llamar a Hugh Grumplestiltskin. Es muy gruñón. Es algo que encontraba entrañable, pero no las 24 horas del día. Él sigue siendo mi mejor amigo actualmente, pero… realmente era muy molesto. Le quiero, pero es muy molesto”. Del mismo modo, un año después, reconfirmando su buena sintonía, explicó en el matutino Lorraine que su ex es “prácticamente de la familia”. “Creo que las familias cambian. Pienso que antes eran más introspectivas, pero ahora los amigos son tan importantes como los miembros de tu familia. No tan cercanos, aunque tampoco como esos primos lejanos a los que nunca ves”, apostilló al respecto. Sí, pocas personas pueden presumir de gestionar una infidelidad y una ruptura con tanta clase y tan poco rencor como Elizabeth Hurley
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.