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Tasa de absorción de la piel o por qué una rutina de belleza larga puede ser contraproducente

Los expertos coinciden en que la capacidad de absorción de la piel no es ilimitada. Entonces, ¿tiene sentido realizar una rutina cosmética centrada en la superposición de capas? Dermatólogos nos aclaran las dudas

Una de las modelos del desfile de Philipp Plein Fall/Winter 2023/2024 en el 'backstage'.
Una de las modelos del desfile de Philipp Plein Fall/Winter 2023/2024 en el 'backstage'.Rosdiana Ciaravolo (Getty Images)

Muchos expertos se llevan las manos a la cabeza al ver tutoriales de cosmética en los que los pasos se acumulan. El motivo de la controversia está en la denominada tasa de absorción de la piel, un concepto que sirve para entender que por muchos cosméticos que usemos, la piel sólo es capaz de asimilar una cantidad limitada de ellos. ¿Es cierto? La Dra. Lía Fabiano, directora de LF Clinic, lo tiene claro “la piel no es una esponja que puede absorber todo lo que le pongas. Absorbe solo la cantidad de crema que necesita, ponerle más la satura y es contraproducente. Un exceso de producto favorece la obstrucción de los folículos pilosebáceos y la aparición de la piel asfíctica y del acné cosmético. Además, cuantos más productos uses, más probabilidades tienes de tener reacciones adversas o de combinar activos incompatibles. Los beneficios de los cosméticos no se multiplican, ni aplicando más cantidad de producto, ni un mayor número de ellos. Hay que cuidar la piel en función de lo que necesita con los pasos, productos y cantidades justas”. Lucía González, dermatóloga de GEDET y de la Clínica Dr. Morales Raya coincide “lo primero tenemos que tener en cuenta es que los cosméticos penetran a través de la epidermis, que es la primera capa de la piel. Algunos de ellos incluso pueden llegar a la dermis para actuar sobre el colágeno y la elastina, pero la realidad es que nunca penetran más allá de las capas superficiales. Por eso, aplicar capas y capas de productos que la piel no puede llegar a absorber provoca un efecto oclusivo que desencadena en brotes de acné y encarece la rutina cosmética”.

¿Qué determina que la piel ya no pueda absorber más?

La permeabilidad de la piel es la capacidad que tiene el tejido cutáneo para que penetren en él los diferentes activos cosméticos. “Cuanto más permeable sea, más eficaz será la rutina. Por eso, trabajar en mejorar su permeabilidad es fundamental. Esto no significa que su capacidad de absorción sea infinita, sino que se trata de fomentar la máxima permeabilidad que cada uno puede llegar a tener. Una piel preparada es más receptiva y tolera mejor la superposición de capas”, explica Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza. También es necesario entender cómo son los productos de utilizamos. “Si usamos texturas acuosas, la piel puede absorber mucho. Con las texturas oleosas se crea un efecto barrera que impermeabiliza la piel y no le permite asimilar más”, aclara Nieto.

Pieles impermeables: por qué los cosméticos no hacen efecto ¿Tu cosmético ha dejado de hacer efecto? Es importante desterrar el mito de que la piel se acostumbra a los cosméticos. “Eso no ocurre, es tu piel la que cambia. El estrés, por ejemplo, aumenta los niveles de cortisol y altera la epidermis. No es que se haya habituado al cosmético, sino que necesita otros activos o texturas que no le estamos dando. Aunque muchas veces los productos no hacen efecto por la impaciencia de las usuarias que pretenden, tras tres días de uso, obtener ya resultados en su piel.”, dice la Dra. Lía Fabiano.

Pero muchas personas cambian de rutina y no notan gran diferencia. “Puede ocurrir porque el producto nuevo tenga muy baja concentración de activos, o porque vengas de usar cosméticos más potentes y, uno más flojo no haga ningún efecto”, argumenta Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8. Aunque una de las causas principales por las que los productos no cumplen lo que prometen está en la permeabilidad de la piel. ¿Es tu piel impermeable? “Todas las pieles tienen algún grado de penetración. Las pieles impermeables están tan saturadas que los productos no pueden penetrar bien; buena parte de ellos se quedan en la superficie e incluso se evaporan sin poder cumplir con los objetivos para los que están formulados”, dice San Gregorio.

¿Podemos ampliar la tasa de absorción?

Es posible modificar la tasa de absorción, pero es importante saber que esto depende de múltiples factores. “Hay productos que penetran mejor que otros. Depende del tamaño de la molécula, de su concentración y de la textura. Por otro lado, utilizar productos que adelgacen la epidermis, como los hidroxiácidos, o la preparen para aumentar su permeabilidad, como los tónicos, es siempre una buena estrategia”, dice Lucía González. La Dra. Lía Fabiano insiste “la piel absorbe lo que necesita, nada más. Aunque hay determinados cuidados que facilitan la penetración de activos. Una piel limpia absorbe mejor los cosméticos y las exfoliaciones periódicas para eliminar las células muertas del estrato córneo son imprescindibles”.

5 formas de mejorar la permeabilidad de la piel

Sí ,PMejorar la receptividad de la epidermis es bueno para todas las pieles porque se nota una mejora considerable sin necesidad de cambiar de rutina. Los productos penetran mejor y cumplen lo que prometen. Varios expertos nos hablan de los aspectos a tener en cuenta:

1- Buena limpieza: La ausencia de una correcta higiene facial diaria impide una buena absorción cosmética. Si no lo hacemos, las impurezas se depositan en la superficie y dejan la piel apagada, saturada y con puntos negros. “Recomiendo una doble limpieza: empezar con un producto oleoso para retirar texturas pesadas, como el maquillaje o el SPF, y terminar con un gel para limpiar en profundidad. ¡Y ojo! Solo en la limpieza hay que invertir el orden, después siempre hay que seguir del más acuoso al más denso”, explica Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.

2- Exfoliación: No renovar la piel provoca una capa de células muertas que reduce la permeabilidad, deja el tono apagado y el aspecto de una piel maltratada. “Los ácidos exfolian de forma suave la capa superficial de la piel, aportan luminosidad, mejoran la textura y permiten la penetración de los activos porque encuentran menos obstáculos para llegar a las capas profundas. El ácido salicílico mejora las pieles acnéicas y el glicólico va bien para tratar signos de edad. Cada tipo de ácido reacciona de forma determinada y es importante el diagnóstico y el asesoramiento de un profesional”, afirma la Dra. Delia Vila de Regenera Clinic.

3- La regla de los 3 segundos: En Corea existe la regla de los tres segundos para aplicar sueros y humectantes. Consiste en dejar una ventana de tres segundos después de la limpieza para extender el sérum o la crema con la piel húmeda. “Tras lavar el rostro, los poros están más abiertos y, con la humedad de la piel, se mejora la permeabilidad de sueros y cremas de base acuosa. Además, cuando limpiamos el rostro, eliminamos el exceso de grasa de la piel. En el lapso de tiempo desde que esto ocurre hasta que ese sebo se vuelve a equilibrar, la barrera oleosa está menos fuerte, y permite la mejor penetración de los activos”, apostilla Raquel González, directora de educación de Perricone MD.

4- Orden de capas correcto: El motivo más habitual por el que los productos no penetran está en el orden de aplicación. “Los cosméticos se deben aplicar de más ligeros a más densos, partiendo de las fórmulas de base acuosa y terminando con productos de base oleosa. La barrera de la piel está compuesta de lípidos y, si empezamos la rutina con un producto oleoso, la reforzaremos, creando una película que impedirá que penetren otros cosméticos”, añade Raquel González. Siempre debemos ir de menor a mayor en la escala de lo acuoso a lo oleoso. “Los tónicos y los sueros humectantes ricos en ingredientes como el ácido hialurónico o la niacinamida siempre deben ir primero. Después, continuamos con productos con mayor peso molecular. En este sentido, nos podemos encontrar con determinados sueros de vitamina C, derivados del cobre o péptidos que sirven para atender preocupaciones concretas. Por último, todo aquello que sirva para retener la hidratación como la manteca de karité, el escualano o las ceramidas”, incide Isabel Reverte, directora técnica de Rosalique.

5- La cantidad justa: Usar demasiada crema hidratante puede dejar tu rostro con una sensación grasa y, potencialmente, provocar brotes. Para la Dra. Delia Vila “la crema hidratante se debe aplicar en cantidad suficiente, sin sobresaturar la piel y mejor con un ligero masaje que favorezca su total absorción”. ¿Y cuál es el tamaño suficiente? “Por lo general, sería el equivalente al de un guisante para la cara y una almendra si incluimos cuello y escote. A la hora de extenderla, es muy importante hacerlo con masajes suaves, sin estirar la piel porque este gesto repetitivo puede fomentar arrugas y flacidez de los tejidos. Debe hacerse de medio rostro hasta el mentón, de adentro hacia fuera con pequeños masajes. En la frente, de abajo hacia arriba y en el cuello, con movimientos ascendentes”, aclara la Dra. Lía Fabiano de LF Clinic.

Entonces ¿tienen sentido las rutinas con muchos pasos?

La rutina coreana con múltiples capas y productos se enfrenta a algunas de las tendencias actuales como el ayuno cosmético o el skinimalism. ¿Cómo podemos elegir la que mejor va con nuestra piel? “Depende del estilo de vida, del tipo de piel y de las necesidades puntuales. Si hay que resolver muchas preocupaciones las rutinas completas de muchos pasos son la mejor elección siempre que preparemos la piel para poderlos asimilar”, indica Raquel González. En cambio, las pieles saturadas porque aplican más producto del que necesitan “deben optar por la ley del menos es más. Aunque para acertar siempre es necesario ponerse en manos de un especialista que valore el estado de la piel”, concluye la Dra. Delia Vila.

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