Cómo poner bien la mesa: estas firmas fundadas por mujeres han convertido el ritual del mantel en un culto moderno
En días señalados, pero también a diario: disfrutar de un encuentro en casa es una tendencia al alza. Lo demuestra la creciente cantidad de firmas que enfatizan esta experiencia, con la heterogeneidad como norma y la artesanía como eje
Algunas son clásicas, otras recuperan tradiciones a punto de desaparecer, otras se inspiran en el surrealismo o toman el minimalismo como norma, pero lo que tienen en común todas estas firmas es una firme apuesta por la mesa como el centro de encuentros y celebraciones.
Gohar World: “Trabajamos con talleres familiares. Somos hermanas y nos gusta colaborar con esos negocios”
Las hermanas Nadia y Laila Gohar crearon Gohar World en 2020. Tres años después, su firma, que empezó vendiendo online, no ha dejado de crecer y ha llegado al mundo físico: este octubre inauguraron su primera tienda en el Soho de Nueva York —diseñada por Rafael Prieto, del estudio creativo Savvy—, a la que siguió la apertura en el barrio de Gangnam de Seúl en noviembre. Se han convertido en un referente de la sofisticación en la mesa: en 2022 lanzaron una colección cápsula con una vajilla para Gucci y Laila creó piezas (jarras, platos, servilletas) para la firma de diseño danesa Hay.
“Gohar World nació durante el confinamiento como un sueño de lo que nos gustaría compartir cuando pudiéramos volver a estar juntos”, precisa Laila, “tras salir de la pandemia queremos socializar más, y buscamos que las mesas que preparamos sean bonitas y personales”. Las hermanas nacieron en Egipto y se han dedicado al mundo del arte, que han trasladado también a sus objetos para la mesa, con el surrealismo como referencia y sus raíces muy presentes. “Nuestros textiles están hechos en Egipto, muchos salen del taller de la hermana de mi abuela, que confecciona uniformes escolares. Mi abuela era diseñadora de moda, sin ella no hubiéramos podido crear la marca”, subraya Laila. Artesanos de distintas generaciones de diferentes rincones del mundo son sus proveedores: “Trabajamos con talleres familiares. Somos hermanas y nos gusta colaborar con estos negocios. Laboratorio Paravicini, en Milán, hace la cerámica, y las cristalerías las crea Lobmeyr en Austria”.
Laetitia Rouget: “La cerámica tiene un aspecto terapéutico que disfruto, el de trabajar con las manos y estar en contacto con el medio que usas”
Laetitia Rouget empezó a adentrarse en el mundo de la cerámica hace seis años, cuando cumplió los 29. “Quería aprender sobre un nuevo medio, como un hobby, pero después de unos meses decidí dejar mi trabajo y tomarme un tiempo para descubrir a qué me quería dedicar, y fue entonces cuando decidí apostar de lleno por la cerámica”, explica desde Lisboa, donde se instaló hace dos años. Aunque es francesa, Rouget estudió arte e ilustración en la prestigiosa Central Saint Martins de Londres y trabajaba en moda antes de dejarlo todo para centrarse en la cerámica. “Tiene un aspecto terapéutico que disfruto, el de trabajar con las manos y estar en contacto con el medio que estás usando”, señala. Esa firma que nació de una afición se vende ahora en grandes almacenes como Harrods y también en plataformas multimarca de venta online como Anthropologie o Farfetch, algo que demuestra la popularidad y el alcance de los objetos pensados para la mesa que diseña, en los que manda el color y el acabado manual.
“Creo que las vajillas siempre han sido objetos de interés general a lo largo de las distintas generaciones, pero ahora además están de moda, es un negocio floreciente. Desde la covid muchas grandes marcas están desarrollando sus propias categorías de artículos para el hogar y eso hace que también sea algo que cada vez está más presente”, reflexiona. Piensa que, además, la demanda perfila un nuevo tipo de consumo: “La gente busca ahora piezas que duren toda la vida, quieren apoyar a jóvenes artistas y diseñadores, buscan productos únicos, que estén bien hechos, respetuosos con el medio ambiente y que tengan una historia detrás. Sus platos, por ejemplo, encierran mensajes de la cultura pop (en uno de ellos se puede leer escrito a mano “Oops i did it again”, un homenaje a Britney Spears), pero también muestran la influencia de las cerámicas de Henri Matisse, en sus formas y colores. “Mi inspiración llega de distintos aspectos de mi vida, de mi viaje personal. Supongo que es una mezcla entre la excentricidad inglesa y los colores cálidos de Portugal salpicada con un toque francés”.
Iloema: “Creamos encuentros entre artistas y artesanos que intercambian saber y maestría”
El nombre de Iloema viene de unir hilo y poema. Silvia Delgado de Torres y Teresa Muñoz-Rojas crearon su marca en 2019 con el textil como medio. Sus mantelerías recuperan técnicas de bordado tradicionales que han descubierto recorriendo España. “El mundo del arte de la mesa lleva teniendo importancia en otros países bastante tiempo y ahora se ve cada vez más aquí; el descubrimiento de qué se hace y cómo es hoy más fácil, con redes sociales como Instagram y Pinterest”, dicen.
Se definen como “editoras y comisarias de arte textil” y gracias a su curiosidad e investigaciones han reivindicado los bordados de Lagartera o Herreruela. También han realizado ediciones de artista con la escultora Blanca Muñoz, y su próxima colaboración unirá de nuevo al artista Antonio Ballester Moreno y la Real Fábrica de Tapices. “Creamos encuentros entre artistas y artesanos que intercambian saber y maestría”, señalan. Para poner en valor la artesanía, defienden, “es muy importante la formación, que es la gran asignatura pendiente”. ¿Su empeño? Que se creen escuelas de referencia para salvar esos oficios.
Sophia y Louise Roe: “La gente se está cansando del interiorismo rápido. Se busca lo duradero”
La danesa Sophia Roe (cofundadora de la marca de moda The Garment) es un referente del cool nórdico. Le viene de casta: su madre, la interiorista Louise Roe Andersen, produce y vende desde 2018 objetos en su galería de Copenhague. Ahora han unido sus fuerzas como prescriptoras para crear S. R., una colección de piezas en las que manda el minimalismo “desde un punto de vista escandinavo”.
Dice Louise que “está inspirada por las numerosas cenas que Sophia ha realizado por el mundo, en sus viajes a París”. Ella, por su parte, ha aportado formas sobrias, heredadas de la Bauhaus. “La gente se está cansando del interiorismo rápido y las tendencias que cambian sin parar”, explican, “se busca lo duradero, no solo para oponernos al comprar y tirar, sino porque queremos que los hogares reflejen nuestra personalidad”. Todo queda en casa en esta colaboración, que incluye platos, fuentes, vasos, manteles o jarrones: sus objetos se producen en talleres artesanos familiares de Portugal.
La Veste: “La gente que tiene pasión por la moda se interesa cada vez más por la decoración”
“Preparar una mesa es un acto muy personal, que refleja la personalidad del anfitrión, que quiere ofrecer y compartir con sus invitados lo mejor de sí mismo”, sostienen la diseñadora María de la Orden y la estilista Blanca Miró, que en 2018 crearon su marca, La Veste. La moda vino primero, y acto seguido su universo se extendió a la mesa, siempre ligado al textil: manteles, servilletas, bolsas de pan, cestas de pícnic forradas, mandiles y posavasos “con un punto naíf” y colores vivos conforman su catálogo. “La gente que tiene pasión por la moda se interesa cada vez más por la decoración”, aseguran, “son dos mundos cada vez más unidos”.
A ellas les gusta ejercer como anfitrionas en comidas, meriendas y cenas en casa; su línea de hogar también es una forma de mirar a su infancia y evocar lazos familiares. “Todo viene de nuestras madres, que son nuestra inspiración: Cristina y Rosarietta son amantes del menaje y a las cuatro nos encanta viajar juntas y encontrar piezas únicas”. Las que ellas producen cuentan con el Made in Spain y la artesanía como sello: “Son dos características irrenunciables de la marca, un valor añadido”.
Studio Erhart: “Desde el confinamiento la casa ha tomado un protagonismo que antes no siempre tenía”
Las hermanas Mercedes Salazar-Simpson Erhart del Campo y Federica Palacios Erhart del Campo crecieron rodeadas de diseño, su madre era galerista e interiorista y su padre embajador, y eso las llevó a vivir en distintos países. Con Camila, la hija de Mercedes, crearon la firma que lleva su apellido común, Studio Erhart, en 2020. “Creemos que desde el confinamiento la casa ha tomado un protagonismo que antes no siempre tenía. Además, se valora cada vez más el trabajo artesano, que es una forma de preservar tradiciones culturales y apoyar a pequeños productores”, explica Camila.
Buscan a esos creadores por todo el mundo. “Dar con ellos no es fácil, pero afortunadamente existen asociaciones que dan voz a estos artesanos”, añade. El mundo de la mesa ocupa un lugar especial en su propuesta: “Al esforzarte en la decoración de la mesa estás mostrando a tus invitados cuánto los valoras. Es una forma de transmitir afecto y crear una experiencia inolvidable en torno a la comida y la compañía”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.