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El PNV apuesta por un Gobierno en Navarra “sin injerencias” de Madrid

Los nacionalistas avisan de que tomarán nota si UPN facilita la investidura de Sánchez

Mikel Ormazabal
La secretaria general del PSN, María Chivite, llega al Parlamento de Navarra.
La secretaria general del PSN, María Chivite, llega al Parlamento de Navarra.Jesús Diges (efe)

La dirección del PNV de Navarra ha hecho hoy público su malestar por las interferencias que la política nacional, especialmente las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, están teniendo en la formación del nuevo Gobierno de Navarra. "La sociedad navarra no entendería que las decisiones sobre la gobernabilidad en Navarra se tomasen, una vez más, fuera" de esta comunidad autónoma, ha dicho Unai Hualde, máximo responsable del PNV en esta región. Ha apostado por un "Gobierno plural, progresista y estable" que se acuerde "sin injerencias externas".

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El revuelo que ha generado la decisión del PSN y su candidata María Chivite, de iniciar conversaciones con Geroa Bai (partido que integra al PNV), Podemos e Izquierda-Ezkerra, que se ha encontrado con la resistencia de la dirección federal socialista porque su investidura depende de la abstención de EH Bildu, ha llevado este jueves al PNV a reclamar que libertad de movimientos para Chivite, quien ha puesto dos líneas rojas: no llegar a ningún pacto con los independentistas, ni facilitar el regreso al poder de la derecha en Navarra.

El PNV ha reclamado que la formación del Gobierno foral "debería dilucidarse en Navarra", aunque Hualde ha expresado sus reservas porque "la historia reciente hace que las navarras y navarros estemos ya curados de espanto". En 2007, los socialistas estuvieron a punto de conquistar el Gobierno navarro tras un pacto con Nafarroa Bai (la coalición que integraban el PNV y Aralar) e IU para investir al socialista Fernando Puras. Pero el conocido como agostazo lo echó todo al traste. A comienzos de agosto, la dirección federal socialista obligó al PSN a rectificar y favorecer la elección de Yolanda Barcina (UPN). Aquello desembocó en una larga crisis del socialismo navarro.

Para evitar que se repita, el PNV insiste en llevar a cabo "unas negociaciones desde Navarra y sin injerencias externas con el objetivo de conseguir un gobierno plural que tenga estabilidad y que no suponga un retroceso en las políticas y avances sociales conseguidos".

La formación nacionalista, que en los cuatro años de la pasada legislatura presidió el Gobierno navarro con Uxue Barkos al frente, también ha lanzado un aviso al PSOE. Más concretamente a la tentación que la dirección federal podría tener de aceptar el ofrecimiento del regionalista Javier Esparza (UPN). Este, candidato de Navarra Suma, se ha mostrado dispuesto a abstenerse en la investidura de Pedro Sánchez. "Si eso ocurriera, el PNV tomaría nota", ha advertido el PNV, cuyos seis votos en la Cámara Baja podrían ser muy valiosos para reelegir al líder socialista.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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