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Rivera se opone a que Rajoy le ponga condiciones al PSOE

El líder de Ciudadanos le pide al del PP que se active para lograr la abstención socialista

Juan José Mateo

Rivera se opone a que Mariano Rajoy intente aprovechar la crisis interna del PSOE para forzar a los socialistas a firmar un pacto que vincule su abstención en la investidura y el apoyo a los Presupuestos. “Lo que tiene que hacer es recabar apoyos para su investidura, no poner condiciones”, resumió a EL PAÍS José Manuel Villegas, vicesecretario general de Ciudadanos. Los estrategas de este partido le han trasladado al PP que debe impulsar con urgencia una oferta que facilite la abstención del PSOE. Rivera telefoneó ayer a Javier Fernández, presidente de la gestora socialista, para ofrecer su mediación.

Albert Rivera, en el Congreso de los diputados.
Albert Rivera, en el Congreso de los diputados. ULY MARTIN

Tras la dimisión de Pedro Sánchez, los asesores de Rivera creen que Mariano Rajoy tiene que ofrecerles a los socialistas algo más que los cinco grandes pactos de Estado que enunció en verano. A juicio de los dirigentes de Ciudadanos, el PP debe plantear una oferta que facilite al PSOE el tránsito del voto negativo a una abstención que permitiría formar gobierno y evitar la repetición electoral. No es momento de que Rajoy ponga condiciones, sino de que se las pongan, dijo ayer Rivera.

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“Al señor Rajoy no le va a caer la presidencia del cielo. Tendrá que ir a buscarla”, resumió ante su grupo parlamentario. “Es absolutamente exigible que quien quiere ser presidente no esté esperando ni poniendo condiciones a los que tienen que ponerle condiciones [a él]”, subrayó. “Igual que Ciudadanos exigió 150 reformas para poder votar que sí a una investidura de Rajoy es legítimo que si el PSOE tiene ese debate interno también pueda exigir condiciones al PP”, razonó. “Ningún español entendería que el PSOE, después de todo lo que hemos visto este fin de semana, no se moviera para poder desbloquear el país… pero tampoco se entendería que el señor Rajoy no fuera a por esa investidura” .

En agosto, Ciudadanos firmó con el PP un acuerdo de investidura con 150 medidas. A cambio, comprometió el voto afirmativo de sus 32 diputados a la investidura de Rajoy como presidente del gobierno. Aunque ese pacto no fue suficiente para que el candidato del PP lograra su objetivo, el documento ha convertido a la formación de Rivera en el socio más importante del partido que ganó las elecciones. En consecuencia, los dirigentes de Ciudadanos han maniobrado en las últimas semanas para intentar desbloquear la situación y evitar la tercera convocatoria de elecciones generales en menos de un año.

Primero, los portavoces de Rivera intentaron mediar entre los dos partidos tradicionales aprovechando el espacio común que a su juicio reflejan las coincidencias entre los pactos que han firmado en los últimos meses con el PSOE y el PP. Luego, con distintas conversaciones entre los portavoces y dirigentes de los respectivos grupos parlamentarios, urgieron a Rajoy a tomar la iniciativa y presentar una oferta programática a los socialistas. Y ayer, finalmente, los dirigentes de Ciudadanos apostaron porque el PP facilite la abstención del PSOE y no la complique poniéndole condiciones —como la aprobación de Presupuestos— para garantizarse una mayor estabilidad en un hipotético gobierno.

“La prioridad de todos debe ser que haya gobierno”, resumió José Manuel Villegas, número dos de Ciudadanos, en conversación con EL PAÍS. “Rajoy lo que tiene que hacer es recabar apoyos, no poner condiciones”, opinó. “Para que haya gobernabilidad lo primero es que haya gobierno”, recordó.

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Llamada a Fernández

Análisis del revés en las elecciones autonómicas

Fran Hervías, secretario de organización de Ciudadanos, ha comenzado la elaboración de un plan estratégico para mejorar la implantación de su partido en Galicia y el País Vasco, donde la formación no logró representación en las elecciones autonómicas del 25-S.

“Con tantos procesos electorales seguidos, no preparamos con tiempo las elecciones vascas y gallegas”, reconoció Hervías en conversación con este diario. “Tendríamos que haber empezado mucho antes y haber tenido mucho mayor conocimiento con gente del territorio de su idiosincrasia para haber abordado un discurso más cercano a las problemáticas que hay en Galicia y Euskadi”, añadió.

Ciudadanos ultima un informe interno de su equipo de campaña para analizar sus fallos. Al tiempo, la corriente de afiliados críticos que se agrupa bajo el nombre TranC'sparencia emitió el 3 de octubre su propio análisis. Este grupo achaca el mal resultado al “fracaso en la implantación del partido”, la “desmotivación de la militancia”, la “improvisación en la presentación de los candidatos” o en el “retraso en la elaboración del programa”.

Además, Rivera llamó ayer a Javier Fernández, presidente de la gestora que dirige el PSOE desde la dimisión de Sánchez, para ofrecerse a mediar entre los dos partidos mayoritarios.

“He hablado con Javier Fernández, me he puesto en contacto con él, le he deseado suerte, acierto en la toma de decisiones, y le he manifestado respeto por los mecanismos internos de su partido”, explicó el presidente de Ciudadanos. “Le he trasladado respeto a su proceso interno, porque van a tomar decisiones que nos afectan a todos, y me he puesto a su disposición por si cree que somos necesarios para alguna negociación, para poner en marcha este país o para desbloquear”, comentó.

Queda ya menos de un mes para que sea obligatorio convocar una segunda repetición de las elecciones generales. Los partidos esperan a que el PSOE resuelva su crisis interna para intentar un acuerdo. Los 170 votos que suman el PP, Ciudadanos y Coalición Canaria necesitan de seis síes más para que Rajoy sea presidente en la primera votación, o de once abstenciones para que lo logre en la segunda. Rivera no solo se ofreció ayer a mediar para conseguirlo. Advirtió al PP de los peligros de ponerle condiciones al PSOE.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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