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Planeta Futuro
Tribuna
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¿Te estás planteando hacer voluntariado internacional este verano? Este artículo es para ti

Tomar acción no significa ser imprudentes o ignorar las complejidades inherentes a la cooperación internacional. Esta es una carta abierta para los aspirantes a cooperantes

Voluntariado internacional
Un cooperante turco reparte ayuda en Beira, Mozambique, tras el paso del ciclón 'Idai', en marzo de 2019.Gokhan Balci/Anadolu (Getty Images)

Permíteme felicitarte por tu deseo de contribuir al bienestar de los demás y por tu voluntad de dedicar tu tiempo y energía a estas causas. La cooperación internacional es un campo complejo y desafiante, pero también es profundamente gratificante y lleno de oportunidades.

Es importante tener en cuenta varios aspectos fundamentales que pueden influir en nuestro enfoque y nuestras acciones. Permíteme compartir contigo algunas reflexiones que considero importantes.

Primero y, ante todo, la búsqueda de la excelencia debe ser una prioridad constante en nuestro trabajo como cooperantes. La excelencia no solo se refiere a la calidad de los proyectos que implementamos o los servicios que proporcionamos, sino también a la integridad, la ética y el compromiso con los principios humanitarios en cada paso que damos. Debemos esforzarnos por alcanzar los más altos estándares de profesionalismo y dedicación en nuestro trabajo, manteniendo siempre en mente el impacto que nuestras acciones pueden tener en las vidas de las personas a las que servimos.

Sin embargo, es importante reconocer que la excelencia no es un estado estático al que podemos llegar y luego simplemente mantener. Es un viaje continuo de mejora y aprendizaje, en el que estamos constantemente desafiándonos a nosotros mismos para hacerlo mejor y ser más efectivos en nuestro trabajo. Esto significa estar abiertos a la retroalimentación, aprender de nuestros errores y adaptarnos a medida que enfrentamos nuevos desafíos y cambian las circunstancias.

No debemos asumir que tenemos todas las respuestas o que sabemos lo que es mejor para los demás, sino que debemos escuchar, aprender de las personas a las que servimos y trabajar juntos

Otro aspecto crucial para considerar es la importancia de actuar con humildad y respeto en nuestras interacciones con las comunidades a las que servimos. Como cooperantes, a menudo nos encontramos trabajando en entornos culturales y sociales diferentes a los nuestros, y es fundamental tener en cuenta la diversidad de perspectivas y experiencias que existen en el mundo. No debemos asumir que tenemos todas las respuestas o que sabemos lo que es mejor para los demás, sino que debemos escuchar con atención, aprender de las personas a las que servimos y trabajar juntos en colaboración para encontrar soluciones sostenibles y centradas en las necesidades reales de las comunidades.

Además, es importante reconocer y abordar críticamente los desafíos y las complejidades inherentes al trabajo de cooperación internacional. Si bien es fácil sentirse inspirado por el deseo de hacer el bien y ayudar a los demás, también debemos ser conscientes de las realidades del mundo en el que vivimos, incluidas las desigualdades estructurales, las dinámicas de poder y las barreras sistémicas que pueden obstaculizar nuestros esfuerzos. Esto significa estar dispuestos a enfrentar estas realidades con valentía y determinación, y trabajar de manera proactiva para abordar las causas subyacentes de la injusticia y la desigualdad.

Aquellos que no colaboran son etiquetados como egoístas, mientras que aquellos que lo hacen a menudo enfrentan acusaciones de paternalismo, racismo o de asumir el papel de un ‘salvador blanco’

Un aspecto esencial: debemos ser humildes y evitar los errores. En la sociedad actual, somos objeto de una crítica constante. Aquellos que no colaboran son etiquetados como egoístas, mientras que aquellos que lo hacen a menudo enfrentan acusaciones de paternalismo, racismo o incluso de asumir el papel de un “salvador blanco”. Es una realidad compleja y llena de matices que no podemos ignorar.

Sin embargo, a pesar de estos desafíos y críticas, no podemos permitir que la búsqueda de la excelencia nos paralice. Es fundamental que nos animemos mutuamente a actuar, a dar los primeros pasos en este camino hacia la cooperación y la solidaridad global. Pero al mismo tiempo, debemos estar abiertos a recibir críticas constructivas y a comprometernos con un proceso continuo de aprendizaje y crecimiento personal.

Por todo ello, te animo a mantener un equilibrio entre tu entusiasmo y la realidad. Reconoce las limitaciones y las complejidades del trabajo de cooperación, pero no dejes que te impidan seguir adelante. Mantén viva tu pasión por ayudar a los demás, pero hazlo de manera informada y reflexiva. Aquí van cinco artículos sobre cooperación que pueden servirte:

  1. Encontrarte a ti mismo, “ayudar en lo que sea” y otras razones por las que no hacer voluntariado en África: hay muchos motivos para cooperar en el continente africano, sobre todo en la región subsahariana, donde los índices de desarrollo son los más bajos, pero no todo vale.
  2. Las claves para una buena ayuda ante una emergencia humanitaria
  3. Blanco bueno posa con negro pobre por unos cuantos ‘me gusta’ en redes: un alegato contra la moda del volunturismo y el complejo del salvador blanco.
  4. Cómo realizar cooperación sanitaria en África (y cómo contarlo al volver): breve manual de ida y vuelta cargado de ironía para familiarizarse con los prejuicios y estereotipos heredados de la mirada colonial que lastran nuestro equipaje cuando trabajamos en África.
  5. Consejos que habría agradecido antes de “ir de cooperación”: la solidaridad mal entendida puede perjudicar más que hacer bien.

En resumen, en el ámbito de la cooperación, la ética es fundamental. La buena intención es un punto de partida, pero no suficiente.

Te animo a actuar, sin quitarle el entusiasmo, pero también a mantener los pies en la tierra. Te insto a embarcarte en este camino. Pero mantente receptivo a críticas constructivas y al aprendizaje continuo, con humildad.

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