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MUERE SHINZO ABE
Tribuna
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Shinzo Abe transformó y transformará Japón

El exprimer ministro asesinado impulsó ‘Abenomics’, una estrategia de crecimiento que aún sirve de base a la economía del país, rompió los tabúes respecto al uso del Ejército y apoyó la integración regional nipona en el Asia-Pacífico

Las televisiones anuncian el fallecimiento de Abe, tiroteado en un atentado, el viernes en Tokio.
Las televisiones anuncian el fallecimiento de Abe, tiroteado en un atentado, el viernes en Tokio.Kiyoshi Ota (Bloomberg)
Ramón Pacheco Pardo

Japón está en estado de shock tras el asesinato de Shinzo Abe. En un país en el que la posesión de armas de fuego está fuertemente controlada, su uso para cometer cualquier tipo de crimen es una rareza. El asesinato de Abe seguramente no haga sino cimentar el legado del primer ministro más longevo en la historia de Japón.

Abe sirvió como primer ministro entre 2006 y 2007 y de nuevo entre 2012 y 2020. Durante su segundo mandato, impulsó tres políticas de gran calado para entender el presente y el futuro de Japón.

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En primer lugar, Abe lanzó Abenomics, una estrategia para impulsar el crecimiento económico basado en las llamadas tres flechas: expansión monetaria, estímulo fiscal y reformas estructurales. Aunque no parece que Abenomics tuviera un gran impacto en la economía japonesa, se puede decir que promovió un debate en el cual se va a basar la política económica del país durante mucho tiempo.

Abe tuvo un mayor impacto directo en la política de seguridad y defensa japonesa, en la que se centró durante su segundo mandato. De hecho, probablemente su gran legado a largo plazo será el haber roto tabúes a nivel doméstico en cuanto al uso de las Fuerzas de Autodefensa de Japón y la economía japonesa como bases de la política de seguridad japonesa.

Gracias en gran medida a los esfuerzos de Abe, hoy el Ejército japonés es uno de los más activos de Asia y coopera en maniobras militares y misiones conjuntas con aliados como Estados Unidos, Australia, Corea del Sur o India. Aunque Abe no pudo conseguir que la Asamblea Nacional aceptase una revisión de la Constitución nipona para modificar su cláusula pacifista, el Japón actual se siente cómodo con el papel más activo de su Ejército. En este sentido, la amenaza que China y Corea del Norte representan desde un punto de vista japonés aseguran que tanto el actual primer ministro, Kishida Fumio, como futuros jefes de gobierno japoneses seguirán una política similar.

A nivel económico, Abe fue el gran impulsor del Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés), una vez que Donald Trump anunció su retirada del acuerdo anterior. En gran medida, el CPTPP es una respuesta a la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) que incluye a China entre sus miembros. El CPTPP está ayudando a instaurar unos estándares regulatorios más estrictos en la región de Asia-Pacífico. Japón seguirá promoviendo el CPTPP como una pata fundamental de su política exterior.

Por último, hay que decir que Abe fue uno de los líderes más nacionalistas de la historia reciente de Japón. Sus mayores críticos le acusaron de negacionismo histórico, sobre todo en relación con los crímenes cometidos por Japón durante su época como potencia colonizadora y durante la II Guerra Mundial. Sus seguidores más acérrimos argumentaron que Japón no debería estar reprochándose por acciones cometidas hace décadas. Este es, en cualquier caso, un debate que Japón todavía no ha logrado cerrar.

En definitiva, Abe fue un líder que transformó Japón y también ayudo a definir la geopolítica de Asia y el Indo-Pacífico. Tras su muerte, estos cambios seguramente continuarán.

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