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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Fofo Márquez: cuando el ruido de los maltratadores de mujeres lo acapara todo

Después de que el ‘influencer’ mexicano fuera detenido por golpear a una mujer, apareció un mensaje amenazante para él con restos humanos. La paradoja remite a la fuerza intangible que une ambos sucesos

Influencer Fofo Marquez  detenido en el Edomex
Fofo Marquez, luego de ser detenido por autoridades del Estado de México.Fiscalía del Estado de México.
Alejandro Guzmán

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La secuencia de imágenes es dolorosa: un hombre de 26 años golpea a una mujer de 52 con los puños en el rostro. El escenario es un estacionamiento público al exterior de un centro comercial en una avenida de Naucalpan (Estado de México). Hay saña, el atacante no se detiene. Atiza hasta que la víctima pierde el equilibrio y justo cuando cae al suelo, un coche pasa veloz a centímetros de ella. En el asfalto, el joven la patea, la mujer gira como puede para quitarse del paso vehicular. Él se agacha y vuelve con los puños. Cuando por fin cesa, se va caminando. Los hechos fueron grabados por testigos y las imágenes fueron publicadas en las redes sociales.

Quizá por eso la atención se ha centrado en el agresor y no en la víctima. Ella solo iba a comprar unas paletas de hielo para su familia, pero terminó con la cara llena de sangre, con miedo y en estado de shock por un incidente vehicular que pudo acabar en un arreglo entre compañías aseguradoras. Lo que pasó antes fue que la mujer rozó con su vehículo el espejo retrovisor de la camioneta del hombre. Intentaba buscar los documentos de su seguro cuando fue agredida. Pasó casi un mes para recuperarse de las lesiones de un acto de violencia machista ejercido, además, por un personaje popular en las redes sociales, Rodolfo Fofo Márquez, quien ahora está encarcelado por el delito de feminicidio en grado de tentativa.

Este episodio en la vida de un país como México, en el que 11 mujeres son asesinadas al día, es un escenario cotidiano y gravemente preocupante. En este país la violencia de género —psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o la discriminación— ha afectado al 70,1% de las mujeres de 15 años y más en algún momento de sus vidas, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2021. En América Latina y el Caribe, entre el 60% y el 76% de las mujeres han sido víctimas de violencia por razones de género en distintos ámbitos de su vida, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). En promedio, una de cada cuatro mujeres en la región ha sido víctima o vive violencia física y/o sexual por un perpetrador que era o es su pareja, “lo que conlleva el riesgo de la violencia letal”.

La disculpa de la madre y el rol de la mujer

El caso de Fofo Márquez ha generado una oleada de reacciones en las redes sociales impulsada por la popularidad del personaje, quien tiene millones de seguidores en Instagram y TikTok, y otros miles en YouTube. El creador de contenido se ha descrito como “niño millonario” y ha presumido que su riqueza proviene de los negocios de su padre, Rodolfo Márquez Flores, que falleció en 2022. Su madre, Sandra Alcaraz, se ha dedicado a la industria del calzado, según diversos medios. Después de la detención del influencer, ella se ha disculpado a nombre de su familia y ha asumido parte de la responsabilidad de los hechos en una carta dirigida a la víctima: “He cometido errores y he fallado en mi responsabilidad como madre (...) esta es la lección más dura que he tenido que aprender, una lección que yo, desafortunadamente, no supe enseñarle a tiempo”, ha afirmado Alcaraz.

Esta postura remite a una idea muy arraigada en México y otros países de Latinoamérica sobre el papel de la madre en el cuidado y la educación de los hijos. Recae en ella un peso desmedido en estas responsabilidades, como si el padre solo tuviera que proveer y desentenderse de las demás tareas de la crianza. La carta reconoce implícitamente una incapacidad del hijo para responder por sus propias acciones, como si se tratara de una travesura en el colegio o de una pelea entre infantes.

La colectiva feminista Las Brujas del Mar ha emitido un mensaje a través de la red social X, a propósito de la carta de Sandra Alcaraz, en el que enfatiza la carga excesiva que se le adjudica a las madres en la crianza. Reflexiona también sobre los factores externos que influyen en los actos de una persona. “Todas y todos somos el resultado de múltiples agentes socializantes y responsables de crearlos. La crianza en el seno familiar es solo una pequeña parte (...) Sandra no debería asumir la responsabilidad de lo que su hijo, un hombre adulto en pleno uso de sus facultades, decidió hacer”. El grupo feminista reflexiona sobre una sociedad que normaliza la violencia contra las mujeres y al mismo tiempo cuestiona el patriarcado que prevalece: “¿El respeto a las mujeres que pudiera inculcar una madre puede contra todo un aparato enorme que está en todos lados y que dice lo contrario?”.

Por su parte, Edith, la víctima de Fofo Márquez, ha dado diversas entrevistas a los medios de comunicación para narrar su experiencia. También ha cuestionado la autenticidad de la carta; duda que la haya redactado Susana Alcaraz, y ha contado que tiene miedo de sufrir represalias por haber denunciado al influencer, que ha sido vinculado a proceso y podría enfrentar una pena de hasta 46 años de prisión. Edith ha motivado a otras mujeres a denunciar, una acción de valentía para que la violencia machista no quede impune.

El monstruo multiforme de la violencia

Cuatro días después de que Fofo Márquez fuera detenido en Naucalpan, Estado de México —colindante con la capital mexicana—, un mensaje con una amenaza de muerte y una cabeza humana aparecieron en un puente peatonal a 2.700 kilómetros de distancia, en Tijuana (Baja California). Lo firmaban en una cartulina Los de la casa, e iniciaba: “Vuelves a tocar a una mujer y esto te va a pasar a ti”. La paradoja en su máxima expresión. Una organización criminal defendía a las mujeres de la violencia de un hombre con otro acto de la misma naturaleza.

Tangibles los hechos, los responsables, pero escurridiza e intangible la fuerza que los une, como si se tratara de una hidra de la mitología griega o de un monstruo multiforme. El novelista de terror Stephen King ha intentado nombrar a una bestia similar que emerge, se esconde, adquiere formas diversas, que hiere y mata. La ha llamado It (Eso) y ha requerido 1.504 páginas para describirla en una historia de ficción protagonizada por un payaso, Pennywise. La versión cinematográfica lo caricaturiza, pero el libro profundiza en su complejidad. ¿Cuántas páginas escritas requiere la violencia machista para ser descrita en su dimensión real?

El filósofo esloveno Slavoj Žižek ha reflexionado sobre la dificultad para abordar y entender la violencia. Se ha basado en una vieja historia para ilustrarlo. Cuenta que a un trabajador sospechoso de robar los vigilantes le inspeccionaban meticulosamente, todos los días, la carretilla que empujaba, pero no lograban encontrar nada. Al final descubrieron que lo que en realidad se robaba eran las carretillas. “Nos encontramos con una paradoja similar respecto a la violencia. Tenemos muy presente que las constantes señales de violencia son actos de crimen y terror, disturbios civiles, conflictos internacionales. Pero deberíamos aprender a distanciarnos, apartarnos del señuelo fascinante de esta violencia subjetiva, directamente visible (...) Necesitamos distinguir los contornos del trasfondo que generan tales arrebatos”, plantea el autor.

En un fragmento de la novela de Stephen King, se explica que la bestia [Eso] no solo estaba personificada en sus formas conocidas, sino también en los vecinos que vieron cómo el payaso se llevaba a un niño y guardaron silencio. El silencio al que están sometidas las mujeres en México y en América Latina es, incluso, más ensordecedor que todo el ruido de sus violentadores que no cesa y que lo acapara todo.

Estos son nuestros artículos recomendados de la semana:

Y para despedirnos, una sugerencia:

📚 Un libro: Arraigos, de Carolina Rodríguez Mayo

Por Noor Mahtani

Este libro de relatos está escrito para desgarrar, excitar, enternecer y explorar. La autora bogotana, Carolina Rodríguez Mayo, y también columnista en EL PAÍS, narra en su primera antología de cuentos pedazos de vida que están hechos para leerse en alto y para asomarse a una mirada antirracista y antipatriarcal de un mundo que duele demasiado. La escritora estará en la Feria del Libro de Bogotá el 26 de abril desmenuzando un poco más su obra. ¡No se la pierdan!

¡Muchas gracias por acompañarnos y hasta el próximo lunes! (Si les han enviado esta newsletter y quieren suscribirse para recibirlo en su correo, pueden hacerlo aquí).

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Alejandro Guzmán
Es redactor de redes sociales de EL PAÍS México. Estudió la licenciatura en Comunicación en la Universidad del Tepeyac y la Maestría en Periodismo en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
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