_
_
_
_
_
NFL
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

NFL: el jugador más valioso se queda sin Super Bowl

Luego de un comienzo prometedor, que incluyó un espectacular autopase por accidente, Lamar se vino abajo con un par de entregas de balón

Super Bowl 2024
Lamar Jackson (izquierda) es tacleado por Chris Jones y Trent McDuffie en el juego de los Ravens vs los Chiefs en Baltimore el 28 de enero 2024.SHAWN THEW (EFE)
Antonio Ortuño

“Solo un hombre puede salvarnos de un Súper Bowl con Taylor Swift”. Así describía la muy popular cuenta de NFL Memes, con millones de seguidores en Instagram y X, la situación del controversial Quarterback de los Ravens de Baltimore, Lamar Jackson, antes del juego de Campeonato de la Conferencia Americana del domingo.

Jackson parecía ser la única figura en toda la conferencia capaz de parar a los Chiefs de Kansas City del QB Patrick Mahomes, el equipo dominante en el último lustro en la liga de futbol americano, y cuyo muy reconocido tight end, Travis Kelce, ha visto dispararse su popularidad a escala planetaria por su romance con la estrella del pop Taylor Swift. Se ha vuelto cosa común que Swift se haga presente en los juegos, festeje los triunfos de Kelce por todo lo alto y se lleve, de paso, los reflectores. Muchos veían en Jackson al tipo que iba a terminar con los humos de aquella historia rosa y extradeportiva.

Lamar y los Ravens reunieron méritos suficientes para ser considerados favoritos por las casas de apuestas hasta por tres puntos y medio antes del juego. Y es que la temporada regular de los de Baltimore fue espectacular. Obtuvieron el mejor récord de la División Norte, con 13 ganados por solo 4 derrotas, y fueron el primer sembrado de toda la conferencia, de la mano (y los pies) de un Jackson implacable, que lo mismo pasó 3678 yardas por aire que sumó otras 821 por tierra, cifras estas últimas dignas de un corredor de buen nivel. Como si fuera dos jugadores en uno, vaya.

Su rendimiento fue tal que acalló las descalificaciones que lo han perseguido desde su debut, en 2018: entre otras, las de ser un pasador limitado y que se arriesga demasiado físicamente al correr el balón en tantas ocasiones. Pero este 2023, los críticos tuvieron que callar durante varias semanas y Jackson se convirtió en el favorito para ser elegido como Jugador Más Valioso (MVP por sus siglas en inglés) de la NFL en la temporada. Título, por cierto, que ya obtuvo en 2019 y que probablemente repita esta temporada, luego de superar algunos años con inoportunas y graves lesiones.

Solo que toda la estadística no bastó. Lamar tuvo una actuación para el olvido el domingo y los Chiefs vencieron como visitantes por 17-10 a los Ravens, eliminándolos de la contienda y obteniendo el pase a su cuarto Super Bowl en cinco años. No solo se reforzó el “efecto Taylor Swift”, sino que los fantasmas que han perseguido a Jackson durante toda su carrera volvieron a aparecer en el peor momento. Porque, amén de las ya consignadas, las otras críticas perennes para el QB de los Ravens versan sobre sus malas actuaciones en la postemporada.

En seis partidos de playoff que ha disputado a lo largo de su trayectoria, ha obtenido dos victorias y cuatro derrotas, números que no son los de un ganador. La del domingo fue su primera final de conferencia, a la que llegó luego de aplastar en el juego divisional a los Texans de Houston, un equipo joven que fue la sorpresa de la temporada regular, pero que no era un rival de verdadero empaque, como sí sucedía con los Chiefs. Los críticos han sostenido que Jackson tiene una suerte de bloqueo mental en los juegos realmente críticos, que su rendimiento en ellos baja notoriamente y, en consecuencia, aumentan de manera exponencial sus errores. Justo eso sucedió. Luego de un comienzo prometedor, que incluyó un espectacular autopase por accidente, Lamar se vino abajo con un par de entregas de balón: un fumble que dejó en gran posición de campo a sus rivales y una intercepción que cortó de tajo un ataque de su equipo justo afuera de la zona roja de gol. Todo eso, aderezado por pases incompletos e irregulares avances por tierra. Total: otro año en que sus críticos se sentirán justificados y otro año en que Lamar tendrá que ver el Super Bowl por televisión.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_