El gobernador Rubén Rocha, tras reunirse con López Obrador y Sheinbaum: “Todo tranquilo en Sinaloa”
De visita en Palacio Nacional, el político de Morena, envuelto en la polémica tras la captura de El Mayo y el asesinato de su rival Héctor Cuén, afirma que acudirá a declarar cuando lo llame la Fiscalía
Las primeras imágenes de los narcobloqueos y los enfrentamientos armados entre miembros del Cartel de Sinaloa y el Ejército mexicano en Jesús María, al norte de Culiacán, se esparcieron como pólvora alrededor de las cuatro de la tarde del jueves. Una hora antes, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, tomaba un vuelo a Ciudad de México para reunirse este viernes con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum. Poco antes de las siete de la noche, Rocha salió a apagar las versiones de que el último estallido de violencia en el Estado, el más intenso desde la detención de Ismael El Mayo Zambada y el asesinato de su rival político Héctor Cuén el pasado 25 de julio, habría sido causado por el intento de un nuevo golpe contra el cartel y llamó a la población a guardar la calma. “Todo tranquilo en Sinaloa”, declaró el mandatario estatal a su salida de Palacio Nacional, la sede del Gobierno federal, un día después del llamado jueves negro. “Fue un incidente, pero no tiene más consecuencias”, agregó.
La versión oficial, difundida por las autoridades estatales y municipales, es que elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional fueron agredidos por “civiles armados”, que los interceptaron a la altura del ejido Peñasco, sin previo aviso y sin que se profundizara en las razones del altercado. “Se encontró una patrulla del Ejército con una camioneta de gente armada, entonces eso fue… pero ya no hay nada”, afirmó Rocha en un breve intercambio con los medios de comunicación. Hubo también otros bloqueos del crimen organizado sobre la carretera México 15 para impedir que las fuerzas del orden pudieran recibir refuerzos. El jueves, sobre las once de la noche, la Secretaría de Seguridad de Sinaloa aseguró que la situación se había estabilizado y que los vehículos incendiados habían sido retirados.
La agenda marcaba que Rocha y miembros de su equipo se reunieron con López Obrador en la capital para discutir temas de salud. Se celebró un encuentro junto a otros gobernadores y la presidenta electa para evaluar los resultados de IMSS Bienestar. En la foto oficial, el gobernador de Sinaloa aparece en el centro, dos filas atrás del presidente. Las preguntas de los medios se centraron, sin embargo, en la situación de seguridad de Sinaloa. Al preguntarle si iba a declarar ante la Fiscalía General de la República (FGR) sobre la captura de Zambada y el asesinato de Cuén, el gobernador dijo primero “no, no, yo no”, aunque rectificó de inmediato. “Cuando me llamen, cuando me llamen”, repitió. López Obrador dedicó La Mañanera al “primer encuentro continental de comunicadores independientes”, un acto con youtubers y periodistas afines, y no tocó el tema de la violencia en Culiacán.
La FGR emitió un comunicado ese mismo jueves, también sobre las tres de la tarde, en el que afirmó que desconoce dónde está y cuál es la situación jurídica de Ovidio Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán. La institución subrayó que El Ratón, como se conoce al capo de 34, aparece como “liberado” desde el pasado 23 de julio, dos días antes del arresto de El Mayo, y cuestionó la información que dio el Gobierno estadounidense de que seguía bajo su custodia.
La Fiscalía señaló que estaba investigando si Ovidio Guzmán estuvo involucrado en el secuestro de Zambada. Su hermano, Joaquín Guzmán López, que se entregó en Estados Unidos el mismo día que cayó El Mayo, es el principal sospechoso de traicionarlo y llevarlo contra su voluntad para que fuera arrestado. A pesar de que Jesús María ardió en enero del año pasado cuando El Ratón fue detenido, ninguna autoridad ha vinculado explícitamente la agresión que sufrieron las autoridades a Los Chapitos, los herederos de El Chapo.
La pregunta al gobernador sobre si va a colaborar con las autoridades ministeriales es relevante porque la FGR ha tomado como principal línea de investigación del caso Zambada la propia carta que hizo pública El Mayo el pasado 11 de agosto. En la misiva, el capo aseguró que fue secuestrado tras ser citado a una reunión con Los Chapitos, el gobernador Rocha y Cuén, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el mismo día que fue detenido en Estados Unidos. Dijo también que Cuén fue asesinado “en el mismo lugar y a la misma hora” de la cita.
La Fiscalía ha comprobado que el secuestro y el asesinato fueron perpetrados en un rancho de Huertos del Pedregal, una zona exclusiva a las afueras de Culiacán. También desestimó la versión que dio la Fiscalía estatal, autónoma pero cercana a Rocha, de que Cuén había asesinado 12 horas más tarde, en un intento de robo de su camioneta. El único cabo suelto de las pesquisas, según lo que se reveló en la carta de El Mayo, es la supuesta participación del gobernador en la reunión privada. El mandatario estatal negó haber estado involucrado y dijo que no se encontraba en Sinaloa el pasado 25 de julio, que había ido de vacaciones con su familia a California.
Pese a que la polémica ha alcanzado al gobernador, Morena, el partido gobernante, ha reiterado su “apoyo total”. Rocha recibió a Sheinbaum y López Obrador en Sinaloa dos veces en el último mes: la primera fue el mismo día que salió la carta de El Mayo y la segunda, el fin de semana pasado. El presidente adelantó que tiene planes de volver a territorio sinaloense a finales de septiembre, días antes de dejar el poder el próximo 1 de octubre. Tras el fracaso de la fiscalía de Sinaloa en las indagatorias sobre el homicidio de Cuén, que provocó la renuncia de la anterior titular este mismo mes, la FGR anunció esta semana que citará a “los servidores públicos de todos los niveles de la Fiscalía local, incluyendo a policías y peritos, que hayan intervenido en las diligencias”.
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