Compromiso ciudadano y políticas públicas sanas: las urgencias hacia un futuro sustentable

Las fuerzas del mercado y la lucha por contener el cambio climático se cruzan en múltiples aspectos de la vida humana, desde la movilidad segura y libre de emisiones de carbono, hasta la defensa de los bosques y los recursos naturales. Especialistas coinciden en que es urgente que tanto los gobiernos como el sector privado avancen en el camino hacia el desarrollo sostenible.

Activistas en la sociedad civil, ejecutivos de empresas, académicos, consultores y una legisladora se dieron cita este miércoles en el foro Futuro Sustentable en el hotel Ritz Carlton de Ciudad de México. Ante un público presente y virtual, desmenuzaron los problemas y soluciones más relevantes para alcanzar la sustentabilidad. El evento fue organizado por EL PAÍS, Prisa Media y Femsa, la empresa mexicana y mayor embotelladora de Coca-Cola en el mundo.

La diputada por el Estado de Michoacán Edna Díaz, presidenta de la Comisión de cambio climático y sostenibilidad, defendió los avances que ha tenido México en materia de protección del medio ambiente, pero reconoció que tanto las agendas políticas como la violencia impune en contra de activistas ambientalistas son obstáculos.

“Llegar a consensos con los grupos parlamentarios en la agenda climática no ha sido fácil, pero al final yo puedo hacer una evaluación que ha sido productiva”, dijo la legisladora, “hay que reconocer que quedan muchos temas pendientes… que no nos fue posible, y voy a ser lo más neutral posible, hay un bloque oficialista que en muchas ocasiones atienden órdenes presidenciales y hemos consensado muchas cosas, pero muchas otras no”.

Y agregó: “Somos el segundo país más peligroso para defender los recursos naturales solo después de Colombia. Entonces, ¿quién carajos va a ir a denunciar un delito ambiental sabiendo que expone incluso su vida misma?”

Más de 15.000 personas mueren al año por accidentes de tránsito en México, es decir, 40 personas al día en accidentes que se pueden prevenir, informó Alejandra Leal, directora de la organización no gubernamental (ONG) Céntrico y promotora de políticas públicas de movilidad y seguridad vial. La seguridad es solo un componente de la sostenibilidad, junto con un transporte menos contaminante, explicó la especialista.

“A veces cuando hablamos de movilidad, pareciera que estamos hablando de la congestión”, dijo Leal, “pero tengo noticias: la movilidad eléctrica no va a resolver el problema de la congestión. Nos vamos a seguir encontrando con una congestión horrible pero ahora todos eléctricos. De ahí la importancia de promover un mejor trasporte público”.

México fue el primer país en reconocer la movilidad como un derecho humano, pero hace faltan regulaciones y leyes que garanticen la seguridad. La pandemia, aseguró Leal, “destrabó” alguna infraestructura que se planteaba desde antes como ciclovías. También mostró que es posible trabajar de manera remota, lo cual reduce la congestión y la contaminación.

Pablo Necoechea, gerente nacional de Sostenibilidad y Cambio Climático del Tec de Monterrey (TEC), aseguró que si no se utilizan indicadores de salud, medio ambiente y sociedad, no se puede hablar de un avance en materia de sostenibilidad. “El cambio climático es transversal y por eso (es importante) el vincular a la sociedad con la iniciativa privada y también promover la generación de conocimiento, la generación de política pública para que la sociedad pueda tener un ambiente para buscar un desarrollo económico que no únicamente se base en indicadores meramente financieros, sino que promueva una calidad de vida”, dijo el académico durante su intervención.

Los especialistas coincidieron que la crisis hídrica que se vive en México, como en muchas otras partes del mundo, tiene que ver con una gestión del uso del agua obsoleto, ineficiente e injusto. Más del 70% del agua en el país se utiliza en el sector de agricultura, mientras que, en ciudades como la capital, el sistema es tan ineficiente que hay grandes fugas.

“Llevamos más de siete siglos con un sistema de gestión que nos ha llevado a una situación de escasez, es decir, la construcción de vulnerabilidad y de riesgo no solamente en un aspecto físico sino también tiene una cuestión sociopolítica que muchas veces es poco visible”, dijo Yosune Miquelajauregui, jefa del Laboratorio nacional de ciencias de la sostenibilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). “Esto quiere decir que hay toda una dimensión intangible de los grandes problemas de sostenibilidad que se requieren hacer explícitos”.

Por su parte, Jordi Cueto-Felgueroso, gerente global de sostenibilidad de Femsa, expuso los ambiciosos planes de la empresa de tener las dos plantas recicladoras de PET (tereftalato de polietileno) más grandes del mundo, cada una con una capacidad de procesar 50.000 toneladas de PET. Femsa espera reciclar, en total, 120.000 toneladas de PET al año.

Finalmente, en el último panel sobre los “daños colaterales” si no se reduce en el mundo la huella de carbono, el director de asesoría en sustentabilidad, ASG y economía circular de KPMG México, Alejandro Pagés, expuso fuertes cifras sobre el daño que ya se ha hecho al planeta. “Los estudios más recientes nos hablan de nueve límites planetario de los cuales hemos rebasado seis. ¿Qué quiere decir esto? Que si no los corregimos van a ser catastróficos”, dijo, “solo uno de ellos es la huella de carbono”.

Esta tiene daños colaterales en la biodiversidad, explicó. Cerca del 80% de la biomasa de vertebrados en el planeta se ha perdido, así como la mitad de los bosques que han dejado de existir. “Claro que hay muchas soluciones”, dijo el ejecutivo, “la solución la podemos tener en frente de nosotros, pero la sociedad se empeña en ser suicida. Seguimos haciendo las cosas tan mal que lo único que estamos logrando es acabar con todas las cosas que nos pueden ayudar”.

Suscríbase a la newsletter de EL PAÍS México y al canal de WhatsApp y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país.